Las cerezas y las picotas están entre las frutas que más gustan a niños y mayores. Son, de hecho, unas de las frutas más esperadas del final de la primavera y el inicio del verano.

Aunque son muchas las personas que confunden unas y otras, puesto que su apariencia es muy similar, hay algunas diferencias entre ellas, tanto en lo que respecta a su gusto como a su textura, que conviene conocer. Te explicamos cómo distinguirlas.  

Cerezas y picotas: origen y características

Las cerezas (Prunus Avium) y las picotas son variedades diferentes de la misma fruta. Las cerezas son originarias de Anatolia, Asia Menor, una península de Asia occidental en la que su cultivo se remonta al 4000 a. C. De ahí se extendieron a diversas partes del mundo, entre ellas España.

Las picotas, por su lado, son una tipo de cereza (de las que hay 4 variedades) que se produce principalmente en Extremadura, en concreto en el Valle del Jerte, bajo la Denominación de Origen Protegida (DOP) de Cereza del Jerte. Es decir, todas las picotas son cerezas, pero no todas las cerezas son picotas. 

Las picotas maduran algo más tarde que las cerezas, por lo que empezamos a verlas en las fruterías y los mercados a finales de junio y principios de julio, mientras que las cerezas podemos encontrarlas ya en mayo.

Las picotas suelen tener un sabor más dulce que las cerezas y a menudo son más sabrosas, con un punto ácido y amargo. Por su lado, las variedades de cerezas de principio de temporada suelen ser más ácidas y a medida que va avanzando la primavera y el verano, van siendo más dulces.

Por lo que respecta a la pulpa, la de las picotas suele ser también más firme, lo que hace que resulten más crujientes en boca.

¿Cómo distinguir las cerezas y las picotas?

Hay tres aspectos en los que podemos fijarnos para diferenciarlas:

Unas llevan rabito y otras no

La diferencia más llamativa entre las cerezas y las picotas es que las picotas suelen comercializarse sin el rabito o pedúnculo, pues este cae de forma natural cuando se recolectan. Las cerezas, en cambio, las encontrarás en la frutería con el rabito, que puedes aprovechar en tus infusiones.

tienen Diferente tamaño

Además, las picotas suelen ser algo más pequeñas que las cerezas. Mientras que las picotas miden entre 22 y 26 mm de diámetro y un peso que no suele superar los 9 g, las cerezas miden entre 26 y 30 mm de diámetro (y a veces más de 32 mm) y pesar entre 9 y 14 g. No obstante, el hueso de las picotas suele ser más grande que el de las cerezas.

El color cambia ligeramente

En cuanto al color, las picotas suelen ser más oscuras: tienen una tonalidad que puede variar entre rojo oscuro o morado cuando están maduras. Las cerezas, en cambio, tienen una gama más amplia de tonalidades (pueden ir desde el amarillo hasta el negro, aunque lo más habitual es el rojo intenso).

Cómo usar las cerezas y las picotas

La mejor forma de comer tanto las cerezas como las picotas es frescas, bien lavadas. Puedes tomarlas como postre, en macedonias o como snack a cualquier hora del día. De este modo, aprovechamos mejor todos sus beneficios nutricionales y su gran contenido en antioxidantes, flavonoides y polifenoles, así como en fibra.

No obstante, también pues usarlas en diversas preparaciones culinarias:

  • En batidos o zumos, mezcladas con otras frutas. Combinan a la perfección con otras frutas de hueso como los melocotones, las ciruelas o los albaricoques, pero también con el plátano o con los cítricos. Puedes probar a hacer las mezclas que más te gusten.
  • Para hacer o decorar tartas o postres, puedes usar tanto las variedades más tardías de cerezas (más dulces) como las picotas.
  • Para preparar salsas y mermeladas puedes usar distintas variedades de cerezas o picotas, en función de si quieres un sabor más ácido o dulce.
  • En los guisos conviene optar por las variedades de carne más firme, como las picotas, pues su aguantan mejor las altas temperaturas.