Muchos de los helados que podemos comprarnos hechos contienen ingredientes muy poco recomendables. La mejor manera de no dudar de los ingredientes del helado que nos vamos a tomar es prepararlo en casa.

Así controlas, por ejemplo, que no contenga productos lácteos o ingredientes de origen vegetal si prefieres evitarlos, y te ahorras completamente los aditivos y las grasas poco saludables.

Una de las frutas que está en temporada cuando empiezan a subir más las temperaturas es la cereza, con la que se pueden hacer deliciosos helados. Una opción ideal para los más impacientes o deseosos de disfrutar del verano con todos los sentidos.

Si tienes una heladera podrás darles una consistencia similar a los helados de las heladerías, pero si no tienes una, lo más normal si no eres muy aficionado a hacer helados en casa, puedes conseguir igualmente muy buena textura conociendo algunos trucos. Empecemos por ahí y pasemos luego a la receta de nuestro helado de cerezas casero.

Cómo dar aire a tu helado de cerezas aunque no tengas heladera

Las heladeras remueven la mezcla para que se no cristalice y forme un bloque. Pero si no tienes heladera, puedes hacer tu helado de cerezas, u otros helados de fruta, removiéndolo a mano cada cierto tiempo.

Al ir batiendo el helado a medida que se va formando y devolverlo cada vez al congelador, se incorpora aire a la preparación, se rompen los cristales de hielo que se forman y se obtiene una textura más homogénea. Por eso, una vez se ha preparado la mezcla del helado con todos los ingredientes, lo que se hace es llevarla al congelador e irla sacando para batirla cada cierto tiempo.

La recomendación es que empieces por hacerlo cada 10 minutos durante la primera hora y luego cada 30 minutos en las siguientes horas hasta obtener la consistencia deseada.

Cómo sustituir la nata para hacer un helado más saludable

El secreto para dar cremosidad a los helados no es solo el aire. A los helados se les suele añadir nata, que contribuye a hacerlos cremosos y densos.

Para preparar helados deliciosamente cremosos pero más sanos, puedes hacerlo con nata de soja o de arroz para montar o, incluso, con leche de coco. 

Aquí te contamos cómo hacer un helado de cerezas sin heladera, pero puedes hacer la misma receta con otras frutas de verano, con ingredientes clásicos como vainilla o chocolate o incluso innovar y atreverte a probar con ingredientes menos habituales como la algarroba o el té matcha.

Helado de cerezas casero paso a paso

Cuando vayas a comprar las cerezas, fíjate en que estén limpias, que su piel sea firme, brillante y entera y sus tallos, verdes y frescos.

Descarta aquellas cerezas que presenten roturas e imperfecciones y lávalas bien antes de utilizarlas para hacer tu helado casero. Es la mejor manera de evitar posibles contaminaciones y, si no las has comprado ecológicas, de evitar los pesticidas. Esto es importante, pues las cerezas no se pelan y los plaguicidas que puedan haber quedado sobre su superficie irán directos a nuestro helado si nolas lavamos bien.

Ingredientes para 4 personas:

  • 400 g de cerezas de temporada
  • 250 g de azúcar integral de caña
  • La piel de 1 limón
  • 250 g de nata de soja para montar

Elaboración:

  1. Quita el rabito a las cerezas, deshuésalas y pásalas por el chino para exprimirlas bien. Dispón el líquido obtenido en una cazuela con el azúcar y unos trozos de piel de limón. Cuece todo a fuego muy lento hasta que el azúcar se deshaga.
  2. Retira la piel de limón y deja enfriar la mezcla.
  3. En un bol grande de cristal, bien frío, monta la nata de soja y mézclala con la preparación anterior.
  4. Vierte la mezcla para helado en un tupper o tarrina planos, tápala bien y llévala al congelador. Cuando empiece a ganar consistencia, bate enérgicamente la mezcla y vuelve a introducirla en el congelador. Repite la operación tres o cuatro veces.
  5. Si quieres servirlo en cucuruchos, retira el helado del congelador unos 15 minutos antes de servir. Con ayuda de un sacabolas, ve formando las bolas de helado y poniéndolas en los cucuruchos o copas de helado. Para que las bolas se desprendan bien del sacabolas, mójalo en un recipiente lleno de agua fría cada vez que vayas a sacarlas del tupper o tarrina. 
  6. Decora el helado si lo deseas y sirve.

De la cereza se aprovecha todo: con los rabitos te puedes preparar una infusión depurativa, y con los huesos que te sobren puedes confeccionarte un cojín o almohada que se puede calentar o enfriar y utilizarlos para tratar el dolor.

¿Prefieres un polo de cereza al helado?

Si quieres hacerte un polo en lugar de un helado, simplemente exprime el jugo de las cerezas y mézclalo con un poco de zumo de limón. 

El dulzor de la fruta suele ser suficiente, pero prueba la mezcla y, si la prefieres un poco más dulce, puedes añadir un poco de almíbar de azúcar integral de caña.

Utiliza moldes de polo adecuados, mejor de silicona o acero inoxidable que de plástico. Si no tienes moldes, el envase de un yogur te sirve.

El palito tienes que ponérselo cuando el hielo ya esté un poco apretado. Algunas poleras tienen palitos reutilizables. También encontrarás palitos de madera desechables. 

Esta misma receta te sirve para hacer polos con otras frutas: naranja, sandía, mango, melón... Según su textura, exprímela para obtener el zumo o bien tritúrala (con el plátano, por ejemplo, preferirás esta opción; puedes añadirle un poco de yogur). Ten en cuenta que, en general, los polos quedan mejor con frutas carnosas.