La drácena es una planta de interior robusta y fácil de cuidar. Adquirió sus habilidades de supervivencia en su tierra natal de África y Asia, donde tuvo que enfrentarse a duras condiciones climáticas.

El género Dracaena incluye entre 50 y 150 especies diferentes. Realmente hay una drácena para todos los gustos.

Crecimiento de la drácena

La planta desarrolla un tronco leñoso parecido a una palmera. Incluso cuando se cultiva en interior, la planta puede alcanzar una altura de hasta 2 metros.

Sin embargo, suele dejar de crecer a partir de los 1,60 metros de altura. Para que crezca bien, definitivamente necesita una maceta grande.

El lugar ideal para la dracena

La planta prefiere lugares luminosos durante todo el año, pero no le gusta la luz solar directa. Si el sol es demasiado fuerte, las hojas se secan desde las puntas y se vuelven marrones.

No tolera bien las corrientes de aire y no conviene exponerla al suelo frío, por lo que es necesario protegerla de éste, especialmente en invierno.

La drácena puede pasar el verano al aire libre, en un lugar soleado o parcialmente sombreado, o plantada en un jardín de invierno a prueba de heladas.

Es recomendable rotar la planta periódicamente porque se adapta mucho a la luz. La planta se torcerá si no la giras de vez en cuando. En invierno, la temperatura no debe bajar de los 15 a 18 ºC.

Especies y variedades populares

  •  Drago de Canarias (Dracaena draco):Esta variedad es originaria de Canarias y tiene hojas largas y de color verde oscuro. Como planta de interior alcanza una altura máxima de dos metros.
  •  Tronco de Brasil (Dracaena fragrans): El tronco de Brasil proviene originariamente de los países tropicales de África. Sus flores aparecen en estado silvestre de marzo a mayo y tienen un aroma aromático.
  •  Drácena de hoja fina (Dracaena marginata): esta especie tiene rayas finas de color marrón rojizo en los bordes de las hojas.
  •  Drácena de hoja dorada (Dracaena surculosa): Las hojas de esta variedad están ligeramente punteadas.

consejos para el cuidado de  la drácena

1. Plantarla correctamente

Las drácenas se venden comercialmente en macetas. Pero muchas veces el sustrato utilizado no es el óptimo y la maceta pronto se queda pequeña.

Por lo tanto, es mejor trasplantar la drácena recién comprada directamente a un recipiente más grande que se debe llenar con sustrato de humus permeable.

2. Utiliza la tierra adecuada

Para esta planta es adecuada tierra estándar o una mezcla de compost y buena tierra de jardín. El valor del pH del sustrato puede variar de ligeramente ácido a neutro (5,5 a 7).

Las drácenas no toleran en absoluto el encharcamiento. Para evitar el encharcamiento, puedes mezclar arcilla expandida con la tierra. Los gránulos aumentan la permeabilidad y reducen el riesgo de encharcamiento.

Sólo se trasplanta cuando la maceta vieja se ha vuelto demasiado pequeña. La planta de interior también es apta para hidroponía.

3. Regar y fertilizar con regularidad

La planta es frugal en cuanto a necesidades de agua. Lo mejor es mantener siempre la tierra ligeramente húmeda. No debes dejar que el cepellón se seque por completo, ya que esto puede provocar rápidamente que los bordes de las hojas se pongan amarillas.

En verano se puede regar generosamente sin provocar encharcamientos; de lo contrario, las raíces empezarán a pudrirse. En los meses de invierno puedes regar menos para que el sustrato se seque. Si es posible, utiliza agua de lluvia.

El resto de cuidados se limitan casi exclusivamente a eliminar las hojas viejas que se han vuelto antiestéticas.

De marzo a septiembre, lo mejor es abonar semanalmente o cada dos semanas con abono líquido para plantas verdes. De octubre a febrero es suficiente abonar cada cuatro o seis semanas.

4. podar la drácena en primavera

Es posible podar la drácena para fomentar la ramificación, pero la poda no está exenta de problemas. El tronco y la corteza son muy sensibles y se pudren con facilidad.

Puedes podar la drácena durante todo el año, pero la mejor época es en primavera. Para evitar la penetración de patógenos y evitar que se seque, es imprescindible sellar los cortes con cera para árboles después de la poda.

Sin embargo, no es necesaria una poda regular, también puedes dejar que la drácena crezca de forma natural.

Si la drácena es demasiado oscura, a menudo desarrolla brotes muy largos. Debes recortarlos para que las hojas frescas puedan volver a crecer y se estimule la ramificación.

5. Trasplantar la drácena

Las drácenas son plantas de interior de muy rápido crecimiento, por lo que conviene trasplantarlas cada primavera.

Una vez que la planta tengan varios años, basta con trasplantarla cada dos o tres años. La nueva maceta siempre debe ser unos tres centímetros más grande que la anterior.

6. Pasar el invierno

Los drácenas son muy sensibles al frío y, por lo tanto, deben trasladarse a un lugar de invierno fresco y luminoso antes de la primera helada. Lo ideal es una temperatura de unos 10 ºC, siempre que cuente con suficiente luz.

Durante el invierno se puede reducir significativamente el riego y también se elimina la fertilización.

7. Propagar la drácena con esquejes

La mejor manera de propagar la drácena es con esquejes de cabeza o tronco en primavera o verano.

Para enraizar, simplemente coloca los esquejes en un vaso de agua o en una maceta con tierra húmeda y baja en nutrientes. Las primeras raíces se formarán al cabo de unos días. También se pueden observar con bastante rapidez nuevos brotes en la parte superior del tronco.