En la sociedad actual, la obsesión por la productividad ha alcanzado niveles preocupantes. Cada vez es más común ver a personas que miden, al detalle, cada actividad que realizan y la valoran exclusivamente desde el punto de vista económico.

Esta tendencia es promovida, en gran parte, por gurús de la productividad que publican en redes cómo organizan su día minuto a minuto, contabilizando cuánto tiempo ocupan en cada tarea y el rendimiento económico que les produce.

Estos influencers calculan, incluso, cuanto ganan con cada minuto que dedican a su trabajo y, por consiguiente, cuanto dinero pierden cuando hacen otras actividades básicas como comer o dormir. En consecuencia, intentan rascar minutos de estas actividades no productivas para aprovechar ese tiempo de forma “positiva”. 

He llegado a escuchar a algunos de estos influencers decir que se puede vivir durmiendo solo 5 horas. Esta es una afirmación absolutamente falsa, que puede acarrear un gran número de problemas de salud. Según la mayoría de estudios, la media de horas de sueño necesarias para una buena salud mental y física se sitúa entre 7 y 9 horas diarias. 

Los peligros de la obsesión con la productividad

Desde el punto de vista psicológico, uno de los problemas principales de esta mentalidad es que menosprecia todo aquello que no produce un beneficio económico directo. El descanso o el tiempo de ocio, si no generan un rendimiento tangible, se perciben como "tiempo perdido". 

La red se ha llenado de plantillas para organizar el día o la semana y de programas que ayudan a repartir el tiempo para rendir mejor. Esta presión constante para ser productivos tiene efectos negativos tanto a nivel físico como mental. Veamos algunos de ellos.

  • Insomnio: La obsesión por la productividad puede ocasionar trastornos de sueño. Recordemos que dormir menos de las 7-9 horas recomendadas por noche puede causar problemas de salud.
  • Bajada de defensas: Sin el descanso adecuado, el sistema inmunológico se debilita, lo que ocasiona que sea más difícil combatir infecciones y enfermedades.
  • Dolores musculares y tensionales: La falta de tiempo para relajarse puede llevar a tensiones y dolores musculares, especialmente en la espalda y el cuello.
  • Ansiedad y estrés: La presión constante para ser productivo puede llevar a niveles elevados de estrés y ansiedad.
  • Agotamiento mental: El cerebro necesita descanso y tiempo para desconectar. Si esto no ocurre, puede llegar al agotamiento, afectando a la capacidad de concentración y  a la memoria.
  • Despersonalización: En casos extremos, la constante búsqueda de productividad puede llevar a una desconexión de las propias emociones y necesidades, resultando en una sensación de vacío y falta de propósito.

El autocuidado es indispensable para ser productivo (y feliz)

Ante este panorama nada deseable, busquemos la forma de equilibrar la productividad y el bienestar personal. El objetivo final no es dejar de trabajar o que el desorden domine nuestra vida. Por supuesto que es necesario organizarse para lograr un mejor rendimiento de nuestro trabajo, pero sin olvidar la importancia primordial del autocuidado. 

Veamos algunos consejos para lograr este equilibrio. 

  1. Equilibrio en todo: Resulta fundamental comprender que la productividad, como muchas otras cosas, es saludable en equilibrio. El exceso de productividad puede ser tan dañino como la falta de ella.
  2. El tiempo de descanso no es tiempo perdido: Es importante cambiar la percepción de que el descanso es tiempo perdido. El descanso es esencial para la recuperación física y mental, y puede aumentar la productividad a largo plazo.
  3. Programar descansos regulares: Al igual que se programa el tiempo de trabajo, se deben programar descansos regulares. Estos momentos de pausa permiten al cuerpo y la mente recuperarse.
  4. Practicar actividades de ocio: Dedicar tiempo a actividades que se disfruten y que no estén relacionadas con el trabajo es crucial. Estas ocupaciones pueden incluir hobbies, ejercicio, lectura, o simplemente pasar tiempo con amigos y familiares.
  5. Desconectar de la tecnología: La constante conexión a dispositivos puede aumentar los niveles de estrés. Es importante desconectar regularmente de la tecnología para permitir que la mente descanse.
  6. Establecer límites claros: Es vital establecer límites claros entre el tiempo de trabajo y el tiempo personal. Esto incluye definir horas de trabajo específicas y respetar el tiempo libre.
  7. Buscar apoyo profesional si es necesario: Si la obsesión por la productividad está afectando gravemente la salud física o mental, es recomendable buscar el apoyo de un profesional de la salud mental.

La búsqueda constante de la productividad puede llevar a una espiral de efectos negativos tanto a nivel físico como mental. Resulta fundamental recordar que el equilibrio es clave y que el descanso y el bienestar personal son igualmente importantes para una vida saludable y satisfactoria.

Cambiar la percepción del descanso y valorar las actividades no productivas como esenciales para el bienestar general puede ayudar a mantener un equilibrio saludable entre trabajo y vida personal.