Las malas posturas, el sedentarismo, el estrés, el sobrepeso... son algunas causas del dolor lumbar, una afección que sufre más del 80% de las personas en algún momento de sus vidas y que es el principal motivo de absentismo laboral.

tensión emocional en la zona lumbar

El malestar en la zona lumbar puede ser el eco silencioso de cargas emocionales no expresadas, estrés acumulado o conflictos internos no resueltos.

Además de problemas estructurales, como escoliosis, hernias discales, osteoporosis, etc., existen otros factores que contribuyen al dolor. La zona lumbar soporta la mayor parte de nuestro peso corporal y, simbólicamente, puede representar el soporte de nuestras vidas. Cuando experimentamos estrés, ansiedad o emociones reprimidas, como la ira o el miedo, reaccionamos tensando los músculos de esta área, lo que puede derivar en dolor.

Conexión entre la mente y el cuerpo

El cuerpo y las emociones están conectados. Abordar el dolor desde un enfoque integral, considerando tanto el aspecto físico como el emocional, te permitirá aliviar el dolor físico y avanzar hacia una mayor plenitud y bienestar.

Así que la próxima vez que tu espalda comience a dolerte, considera qué emociones podrías estar cargando y cómo puedes cuidarte un poco más, tanto emocional como físicamente.

Localiza tus emociones bloqueadas

Siempre que sientas molestias o dolor en la espalda y no estén aparentemente relacionadas con ninguna patología física recuerda preguntarte si hay alguna emoción que estás bloqueando y que merece ser revisada. Aquí te damos algunas pistas…

Zona superior: cervicales y hombros

​El dolor de cuello es un claro indicador de rigidez y terquedad que nos puede estar mostrando falta de flexibilidad respecto a alguna situación de nuestra vida.

La tensión en los hombros y los trapecios se asocia a la tendencia de una persona a "cargar" con un exceso de responsabilidad y a la sensación de carencia de apoyo emocional.

Zona media: dorsales

Cuando nos duele esta parte de la espalda nos inclinamos hacia delante como si cargáramos con un gran peso. Piénsalo un momento: ¿Realizas alguna actividad que no te gusta? ¿Estás asumiendo una responsabilidad que no quieres?

Zona baja: lumbares

El estrés en el trabajo y la falta de dinero o el miedo a la pérdida de bienes materiales pueden ser la causa de las molestias en la parte baja de la espalda. El mensaje es claro: transforma el miedo en poder personaly gana control sobre tu vida.

Ejercicio para ganar flexibilidad y fuerza en la zona lumbar

Este ejercicio aporta flexibilidad y fortalece a la zona lumbar. Intégralo como parte de tus rutinas y verás como tu espalda lo agradecerá.

  1. Cuatro apoyos: Colócate a gatas con las piernas separadas al ancho de tus caderas y las manos debajo de los hombros.
  2. Eleva la espalda sin arquearla: Inhala activando el abdomen y alarga la columna evitando que se arquee, mientras elevas el brazo derecho y la pierna izquierda.
  3. Mantente firme: Mantén la postura durante cinco respiraciones largas y profundas.
  4. Repite dos veces más: Exhala para deshacer la postura y cambia de brazo y de pierna. Repite la postura dos veces con cada lado.

Automasaje con pelota

Además de los ejercicios que podamos hacer para relajar y fortalecer la zona lumbar, recibir un masaje es ideal para relajarnos y aliviar tensiones acumuladas, pero no siempre podemos ir al fisioterapeuta. ¡Una simple pelota pequeña (de corcho o goma) puede sacarte de un apuro!

¿Cómo lo hago?

  1. Coloca la pelota entre tu espalda y una pared lo más lisa posible.
  2. Dobla un poco las rodillas para relajar las piernas y situar la pelota en la zona que quieres masajear.
  3. Con mucho cuidado, ve depositando el peso de tu cuerpo sobre la pelota ejerciendo la presión que desees hacia los lados y hacia arriba y abajo.
  4. En aquellos puntos gatillo donde notes molestia o rigidez presiona sin moverte durante unos 30 segundos exhalando por la boca todo el aire para ayudar a liberar la tensión.