Las piernas realizan un trabajo esencial para nuestra salud: sin que nos demos cuenta, bombean sangre constantemente hacia el corazón mientras caminamos, al sentarnos o al acostarnos. Pero en verano, el calor puede generar molestias, porque hace más difícil el retorno de la sangre. A menudo, por eso las piernas se sienten pesadas y débiles.

Existe una predisposición genética a sufrir este tipo de molestias, pero también las favorecen el sedentarismo y las malas posturas. Si se pasa mucho tiempo en una misma posición, sentado o de pie, la circulación se ve dificultada y la sangre se acumula en las piernas.

Si tienes sensación de pesadez en las piernas ocasionalmente, sobre todo cuando hace mucho calor, estas sencillas medidas pueden ayudarte:

1. Eleva las piernas y mantenlas un rato en alto

Cuando llegues a casa túmbate de manera que las piernas queden más altas que el corazón durante 10 minutos al menos. Luego, cuando te tumbes en el sofá, puedes hacerlo con las piernas estiradas y un cojín bajo las rodillas.

2. Mueve lo que puedas estés donde estés

No importa dónde estés, siempre encontrarás tiempo para realizar movimientos sencillos:

  • Quítate los zapatos y flexiona los tobillos en todas las direcciones.
  • Separa todo lo que puedas los dedos de los pies y luego relájalos.
  • Si estás de pie, balancéate llevando el peso del cuerpo alternativamente a los talones y a las puntas de los pies. Es un juego que puedes hacer mientras esperas el autobús o en la cola del mercado.

3. Date duchas de contraste

Para que tu circulación vuelva a ponerse en marcha, rocía las piernas alternativamente con agua tibia y fría.

Dirige el chorro hacia arriba, desde los pies a las ingles, en dirección al corazón.

Piernas elevadas

Piernas elevadas

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4. Hazte friegas con hamamelis

Prepara una infusión con un puñado de hamamelis seco en un litro de agua recién hervida durante 10 minutos.

Cuela, deja que se enfríe y luego hazte unas friegas suaves con un paño humedecido en esta agua, siempre desde el pie a la rodilla y desde esta hacia la ingle.

Ten en cuenta que un masaje más profundo y en dirección contraria podría resultar contraproducente.

5. Masajea las piernas con cremas

Puedes realizar un masaje drenante con una crema que promueva la circulación. En farmacias y herbolarios encontrarás productos naturales con extractos de plantas, como el castaño de Indias. Al igual que las friegas, el masaje debe ser de abajo hacia arriba.

Además de estas medidas, conviene hacer ejercicio, beber suficiente agua y seguir una dieta ligera, equilibrada y rica en flavonoides. Estos antioxidantes mejoran el estado de las venas y se encuentran en  arándanos, uvas, té verde, cacao puro, ciruelas rojas, cerezas y manzanas.  

6. Aplícate un gel refrescante

Algunas plantas tienen un efecto refrescante que resulta muy agradable cuando se utilizan para las piernas. Aquí te proponemos un gel casero que puedes hacerte fácilmente en casa, si te gusta hacerte tus propios productos caseros. Es una fórmula de Marcela Burgos, experta en cosmética natural artesana.

Gel refrescante de aloe y menta para las piernas

Este gel resulta muy hidratante y, gracias a los aceites esenciales ayuda a estimular la circulación de las piernas. Además de caléndula, puedes agregar extractos de consuelda, hamamelis o cola de caballo.

ingredientes que necesitas:

preparación paso a paso:

  1. Higieniza tus utensilios de trabajo con alcohol de 70 °.
  2. Mezcla todos los ingredientes en un bote con tapa esterilizado. 
  3. Remueve bien y guarda en tu nevera.

Cómo aplicarlo y conservarlo

A la hora de aplicarte este gel fresco en las piernas, masajea el área en el que lo quieras aplicar en sentido ascendente, desde los pies hacia la cadera. 

Este gel dura unos 3 meses en la nevera. Ahora bien, si cambia de olor, color o textura, deséchalo.