Aunque algunos no sepan vivir sin aire acondicionado, este electrodoméstico solo lleva poco más de un siglo con nosotros y, antes de su existencia, e incluso antes de la electricidad, nuestros antepasados sabían combatir el calor y refrescar las casas de forma natural.

De todas formas, vamos a repasar todos los sistemas que tenemos a nuestro alcance, incluido el aire acondicionado, para refrescar la casa de la manera más saludable y sostenible posible dentro de cada opción. Lo haremos en las tres grandes categorías en las que se pueden dividir las soluciones para bajar la temperatura del hogar en épocas calurosas con las que contamos actualmente: los hábitos que ayudan a mantener la casa fresca, los aparatos climatizadores y, cómo no, el aire acondicionado.

Con estos consejos, tanto ancestrales como modernos, podremos sobrellevar mejor los calores y admirar la eficacia y tecnología del humilde botijo de nuestra infancia, que siempre nos ofrece agua fresquita en pleno verano.

Cómo mantener la casa fresca con hábitos "refrescantes"

Lo ideal es tener en cuenta este aspecto antes de construir las viviendas y apostar por medidas de arquitectura bioclimática pasiva, pero, si ya no es posible, podemos recurrir a los remedios de la abuela, que siempre son eficaces, y otros más modernos.

Sombra y ventilación

  • Viseras para la casa. De la misma manera que tapamos nuestra cabeza del sol, podemos evitar que entre la radiación solar al interior de nuestra casa colocando en las ventanas aleros, toldos o estores exteriores como los clásicos de bambú. Solo con esta medida se puede bajar la temperatura varios grados. Existen toldos para fachadas, balcones, ventanas y hasta laterales, con y sin motor.
  • Bajar las persianas o contraventanas a “cal y canto”, como se decía antaño, para evitar que entre la luz durante el día.
  • Las cortinas interiores también cumplen esta función y, en la actualidad, existen estores térmicos denominados “screen” que, gracias a sus propiedades aislantes, frenan gran parte de la entrada del calor dentro de casa. También protegen los muebles de los efectos del sol. De hecho, son muy útiles todo el año para mantener una temperatura óptima en casa, porque en invierno minimizan la pérdida de calor y también aíslan acústicamente. 
  • Crear corrientes de aire dentro de casa, especialmente por la noche o a primera hora de la mañana para que circule aire más fresquito que en las horas punta. También se puede abrir las puertas de los armarios, porque el aire caliente se acumula en su interior.
  • Ventilar temprano y todas las habitaciones a la vez para que el calor pueda salir fácilmente de la vivienda. 
  • Aprovechar el tendedero para bajar la temperatura de una habitación colgando una sábana o toallas húmedas. El efecto se llama “enfriamiento evaporativo”, porque la humedad se evapora de la toalla y enfría la habitación. Si, además, se dirige un ventilador hacia la toalla húmeda se puede intensificar el efecto.

Tejidos más frescos (o refrescados)

  • Usar tejidos más fresquitos y naturales como algodón orgánico, lino, seda o bambú tanto cubriendo los sofás de invierno en forma de fundas o plaids, como en las sábanas y ropa de cama.
  • También hay trucos para refrescar la cama y favorecer el sueño con una temperatura más agradable como meter la sábana en el congelador un rato antes o introducir en la cama las denominadas “bolsas de agua caliente de invierno” en versión muy fría. Una botella de agua congelada cubierta con una toalla seca hará la misma función. Y no olvidemos darle la vuelta al colchón, porque suelen tener una parte más cálida para el verano.
  • En cuanto suban las temperaturas, retira las alfombras de invierno porque son auténticos acumuladores de calor.
  • Vestirse adecuadamente con ropa holgada y tejidos naturales que permiten al cuerpo transpirar mejor es otro aspecto a tener en cuenta y fregar el suelo con más frecuencia para sentir más frescor también.

Aparatos y bombillas

  • Respecto a los electrodomésticos, podemos apagarlos de vez en cuando porque generan mucho calor
  • Utiliza algunos electrodomésticos por la noche para no caldear la casa.
  • Puedes usar más la campana extractora de la cocina para renovar el aire y bajar un poco la temperatura. 
  • No hace falta vivir a oscuras, pero las bombillas clásicas y halógenas encendidas desprenden mucho calor frente a los leds.

Plantas

  • Regar las plantas de noche para que la humedad de la tierra refresque el ambiente.

Aparatos climatizadores: las mejores opciones

Entre las alternativas al aire acondicionado para generar aire fresco destacan:

Ventiladores

Cuando todo lo anterior no es suficiente, los ventiladores son un buen recurso. Aunque no enfrían, sino que remueven el aire, pueden proporcionar una sensación térmica de varios grados menos.

  • Existen varios tipos de ventiladores: de suelo, de pie, de columna, de pared, de techo, de sobremesa, sin aspas y nebulizadores, y consumen mucha menos energía que el aire acondicionado, pero no son tan eficaces a más de 35 grados. Un buen consejo es colocar el ventilador junto a la ventana abierta por la noche para que distribuya más aire hacia el espacio interior.
  • Hay que apostar por los aparatos de mayor calidad, durabilidad, bajo consumo, que sean muy silenciosos y con prestaciones como temporizador de apagado.
  • Los modelos más modernos no empujan el aire, sino que lo recirculan por la habitación y generan mayor bienestar. 
  • Los ventiladores nebulizadores se diferencian del resto porque pulverizan micropartículas de agua y refrescan más el ambiente.

Climatizadores evaporativos

Otra alternativa al aire acondicionado son los climatizadores evaporativos. Son portátiles, muy manejables, no necesitan ni instalación ni ningún desagüe o sistema de evacuación y son más económicos.

Se trata de un sistema de enfriamiento de aire por evaporación del agua porque lleva incorporado un depósito de agua o cubitos de hielo que posibilita producir aire fresco. El proceso se basa en la emisión de vapor frío.

  • Debe colocarse cerca de una corriente de aire como una ventana abierta para que siempre se alimente de aire nuevo con el que poder trabajar.
  • Otras de sus ventajas son que no resecan el ambiente, eliminan la electricidad estática de la estancia, su uso es muy sencillo y lo puedes mover de una estancia a otra para usarlo de día o de noche.
  • Para elegir el mejor modelo para cada hogar hay que tener en cuenta elementos como el tamaño del depósito, el ruido, que incluya temporizador de apagado, función ionizadora para purificar la calidad del aire interior, mando a distancia y función calefacción para invierno, si interesa. 

Aire acondicionado: qué tener en cuenta

Es el sistema que más frío consigue, pero, por el contrario, encontramos su precio, sequedad ambiental y consumo energético.

Los hay portátiles para pisos de alquiler o cuando no se quiere hacer instalación ,porque el agua se recoge en su depósito y avisa cuando está lleno, o también podemos ponerle un tubo directo a un desagüe cercano.

Además de su área de cobertura, velocidades, prestaciones (modo deshumidificador, modo refrigerador, modo calefacción, modo ventilador…), pantalla LED, temporizador, seguridad mando a distancia, también hay que fijarse en su clasificación energética para que sea la más eficiente posible.