Los boniatos, uno de los alimentos más esperados del otoño, nos ofrecen muchas posibilidades en la cocina. Los puedes preparar de distintas formas: asados, hervidos, al vapor, en puré o crema, en guisos… y también en forma de chips, una alternativa original y con un toque dulzón a las tradicionales paratas fritas.

Puedes cortarlos en finas láminas y freírlos en la sartén o la freidora, pero también puedes hacer una versión más ligera e igual de sabrosa en el horno.

 

Cómo hacer chips de boniato al horno

Hacer las chips de boniato al horno nos permitirá reducir sustancialmente la cantidad de aceite, con lo que serán más ligeras y saludables.

Además, las chips de boniato al horno son muy fáciles de hacer, las tendrás listas en solo 30 minutos sin apenas ensuciar utensilios de cocina, y sirven como aperitivo o para acompañar a tus platos.

Veamos paso a paso cómo hacer unas deliciosas y crujientes chips de boniato al horno.

INGREDIENTES:

  • Unos 300 gramos de boniatos (dos piezas medianas).
  • Un chorrito de aceite de oliva virgen extra (unos 20 ml aproximadamente).
  • Sal al gusto.

PREPARACIÓN:

  1. Precalienta el horno a 150 grados.
  2. Lava a fondo los boniatos con agua, sécalos y pélalos. Corta los boniatos en rodajas lo más finas posible, de entre 1,5 a 3 mm de grosor. Si usas una mandolina conseguirás que tengan un tamaño más uniforme, algo fundamental para que se hagan de la misma forma.
  3. Coloca las láminas de boniato en una bandeja para horno cubierta con papel de horno, de modo que quede solo una capa, y pulveriza un poco de aceite por encima. Espolvorea también un poco de sal por encima, a tu gusto. Luego, dales la vuelta y sazónalas también por el otro lado. Si colocas el aceite en un envase con spray te será más fácil y podrás pulverizarlo de forma más uniforme.
  4. Hornea las chips de boniato hasta que queden doradas y crujientes, durante aproximadamente 30 minutos, vigilando cada poco tiempo para que no se quemen. Hay que darles la vuelta a la mitad (a los 15 minutos más o menos) para que se hagan bien por los dos lados. El tiempo de cocción dependerá mucho del grosor de las rodajas, cuanto más finas, menos tiempo necesitarán.

Puedes dar tu toque personal a las chips de boniato añadiéndoles tus especias favoritas: orégano, ajo en polvo, comino, pimentón, jengibre... ¡Imaginación al poder!

Propiedades y beneficios del boniato

También denominado batata, patata dulce o camote, el boniato es una auténtica joya nutricional. Su color anaranjado es un signo infalible de su contenido en betacarotenos, un pigmento con poderosas propiedades antioxidantes que se convierte en vitamina A en el cuerpo (por eso se considera una provitamina A).

La vitamina A es importante para el sistema inmunitario y resulta muy necesaria para el buen funcionamiento de nuestros ojos. Diversas investigaciones indican que puede ayudar a reducir el riesgo de degeneración macular. Para que se absorba mejor el betacaroteno hay que consumir los boniatos con un poco de grasa, como en el caso de las chips de boniato que acabamos de comentar.

Es también una magnífica fuente de potasio, un mineral indispensable para el buen funcionamiento de nuestras células, para la contracción muscular y el sistema nervioso, así como para el funcionamiento de los riñones.

Además, el boniato aporta vitamina C, otra vitamina antioxidante que ayuda a potenciar nuestras defensas, y manganeso, un mineral que ayuda a la formación de los huesos y los cartílagos, y colabora en la coagulación de la sangre.

Por otro lado, y a pesar de su sabor dulce, el boniato tiene un índice glucémico relativamente bajo cuando se hierve. Además, aporta una cantidad moderada de calorías, unas 86 kcal por cada 100 gramos de alimento.

Todo ello, en un tubérculo que también proporciona una buena cantidad de fibra, muy importante para el buen funcionamiento del sistema digestivo y para evitar el estreñimiento, además de para ayudar también a controlar el azúcar en sangre.

Por todo ello, los boniatos son una muy buena alternativa a otros alimentos parecidos, como la patata, mucho más habituales en nuestra dieta.