Cuando aumentan las temperaturas se hace difícil disfrutar de un buen descanso por la noche. Los estudios científicos muestran que el calor extremo puede afectar tanto a la cantidad de horas de sueño como a la calidad del descanso.
Según Chad Milando, investigador del Centro para el Clima y la Salud de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston (Estados Unidos), las personas sin aire acondicionado en sus hogares, los ancianos y los pacientes con problemas de salud crónicos son más vulnerables a las enfermedades relacionadas con el calor.
Por eso, cuando las temperaturas suben, es fundamental tener un plan para mantenerte fresco mientras duermes.
Cómo el calor afecta al sueño
La temperatura interior del cuerpo desciende naturalmente durante el sueño, pero los ambientes calurosos pueden impedir que el cuerpo se enfríe adecuadamente.
Los estudios también sugieren que las temperaturas ambientales más bajas le indican al cuerpo que es hora de descansar. Si la temperatura en el dormitorio es demasiado alta, puede resultar difícil conciliar el sueño y es posible despertarse varias veces por la noche. También se tiene un sueño menos reparador.
Para ayudar al cuerpo a regular su temperatur, lo ideal es que tu dormitorio esté entre 18 y 20 ºC, explica Rebecca Robbins, profesora asistente en el departamento de medicina del sueño de la Facultad de Medicina de Harvard.
Si en tu habitación hace mucho más calor, es posible que te despiertes durante la noche, especialmente durante las etapas del sueño en las que el cuerpo no puede regular su propia temperatura. El cuerpo, incluso, puede reaccionar con sudores y temblores.
Prepárate para dormir bien en verano
Puedes tomar algunas medidas para dormir mejor durante una ola de calor, más allá de simplemente encender el aire acondicionado.
- Mantente bien hidratado: una noche de descanso se prepara durante todo el día con una buena hidratación. Beber mucha agua cuando hace calor asegura que el cuerpo dispone de suficiente líquido para enfriarse. Cuando estás deshidratado, sudas menos y es más fácil sobrecalentarte.
- También puedes mantener tu casa más fresca cerrando las persianas o cortinas para impedir el paso a la luz solar directa.
- Mantener el aire en circulación en el dormitorio también puede ayudar. Si no tienes aire acondicionado, instala un ventilador en el techo sobre la cama o junto a una ventana abierta, lo que ayudará a que entre el aire más fresco del exterior.
- Colócate un trapo húmedo en la frente durante unos minutos antes de acostarte para disminuir la temperatura corporal. La humedad de ese trapo se evaporará durante la noche. Evita las bolsas de hielo, porque al colocarlas sobre la piel durante demasiado tiempo puedes dañarla o provocar una congelación.
- Dúchate o date un baño con agua tibia: Evitar el agua fría, ya que puede provocar un aumento inicial de la temperatura corporal. Un baño o ducha tibios te ayudarán a relajarte y bajar la temperatura corporal antes de acostarte.
- Es recomendable dormir debajo de una sábana fina de algodón, que puede promover el flujo de aire y hacer que sea más fácil sacar las extremidades debajo de la sábana cuando se siente demasiado calor.
- Los pijamas también deben ser finos y holgados para evitar que quede atrapado por el calor. Si hace mucho calor, dormir desnudo es una opción.
- Intenta no dar muchas vueltas en la cama porque sentirás más calor. Si no puedes dormir, levántate, ves al baño, sal al balcón un minuto y vuelve a acostarte cuando estés listo para dormir. Si es posible, haz todo esto sin encender las luces para no cortar la producción de melatonina, la hormona del sueño.
- Evita la cafeína y el alcohol antes de acostarte. Estas sustancias pueden interferir con el sueño y hacerte sentir más calor.
- Come una cena ligera. Evitar las comidas pesadas y picantes antes de acostarte, ya que pueden dificultar la digestión y hacerte sentir más calor.