Los días se nos hacen demasiado cortos y la lista de tareas pendientes, demasiado larga. Y por la noche suena el móvil... desafortunadamente, la mayoría de las personas en nuestra sociedad no duermen lo suficiente.

Demasiadas obligaciones, una carga de trabajo demasiado elevada y la disponibilidad constante actual, incluso después del trabajo, hacen que a menudo ya no podamos desconectarnos.

En otras ocasiones no es el trabajo el problema, sino las ganas de exprimir al máximo las horas del día con entretenimientos, actividades sociales o culturales. 

Dormir muy poco nos enferma

Un déficit permanente de sueño no es algo con lo que se pueda jugar, ya que a largo plazo puede enfermarnos gravemente y dañar nuestro cuerpo. Una falta persistente de sueño favorece la aparición de enfermedades como diabetes, obesidad, hipertensión arterial, depresión y enfermedades cardíacas o vasculares, incluidos los infartos de corazón y cerebral.

Esto se debe a que el sistema inmunológico funciona peor cuando se duerme muy poco. Un déficit persistente de sueño podría incluso reducir la esperanza de vida.

¿Puedes recuperar el sueño perdido?

Cuando la falta de sueño se produce día tras día, no se puede dar macha atrás a los daños que se van acumulando en el organismo. De alguna manera, se puede decir que las horas de sueño se han perdido para siempre.  

La buena noticia es que un déficit de sueño reciente y breve, de unas pocas horas, todavía se puede compensar. La mayoría de las personas se permiten dormir más tiempo los fines de semana para compensar el déficit de sueño acumulado durante la semana.

Si quieres recuperar el sueño perdido, debes tener cuidado, porque este método no es aconsejable para todo el mundo: a las personas que tienden a tener problemas para conciliar el sueño y permanecer dormidos, no suele ayudarles dormir más tiempo los fines de semana, ya que aumentan sus dificultades para dormir por la noche. Puede generarse un círculo vicioso y que el déficit de sueño sea aún mayor la semana siguiente. En estos casos, lo adecuado es establecer una buena rutina de sueño que se repita todos los días, incluidos el sábado y el domingo. 

¿Cuánto tiempo se tarda en compensar la falta de sueño?

Esto depende del grado de pérdida de sueño. En experimentos con personas sanas que no durmieron durante varios días, normalmente fueron necesarias tres noches de recuperación, es decir, tres noches en las que fue necesario dormir más

Luego, los participantes estuvieron en forma y descansaron nuevamente después de su hora habitual de sueño.

¿Cuánto sueño necesitamos?

La cantidad óptima de sueño está determinada genéticamente y varía de persona a persona. No existe una cantidad adecuada de sueño para todo el mundo.

Mientras que muy pocas personas están en forma y son productivas con sólo cuatro o cinco horas de sueño por noche, otras necesitan de ocho a nueve horas para pasar bien el día.

La mayoría de las personas necesitan dormir entre seis y ocho horas por noche para estar descansadas y mostrarse a pleno rendimiento en la vida cotidiana.

¿Puedes recuperar el sueño con una siesta por la tarde?

Una siesta por la tarde es una buena forma de recargar las pilas y estar preparado para volver a rendir. Tiene sentido dormir poco tiempo, entre diez y veinte minutos como máximo.

Un período de sueño más prolongado a menudo reduce la presión del sueño por la noche y puede promover trastornos del sueño. Por lo tanto, las siestas por la tarde no son adecuadas para compensar la falta de sueño nocturno.

¿Se puede "dormir por adelantado"?

En ocasiones puedes prever que una noche determinada vas a contar con menos tiempo para dormir y se te puede ocurrir dormir más con antelación. Lamentablemente no es posible anticiparse con el sueño, por el contrario, dormir demasiado tiempo también puede cansarte y alterar por completo tu ritmo. Corres el riesgo de entrar en un ciclo de problemas para dormir. Por eso no debes intentar dormir antes si quieres que la noche dure más.

Lo que puedes hacer es mejorar la calidad del sueño la noche anterior al evento: procura que el dormitorio esté completamente a oscuras y silencioso. Luego, durante el día, cánsate lo menos posible y de vez en cuando medita o relájate conscientemente. Si lo deseas y crees que no te va a alterar, puedes echar una siesta de 20 minutos como máximo.