De haber sabido todo esto mucho antes, habría empezado a hacer pilates hace bastante tiempo. Pese a su gran popularidad en redes y entre los aficionados al mundo del deporte, el pilates es una disciplina deportiva llena de mitos y secretos. Son muchas las cosas que se asumen sobre el pilates que no siempre son ciertas, y otras tantas las que poca gente conoce.

Si estás planteándote probar con el pilates, pero no sabes si es el deporte adecuado para ti, has llegado al lugar indicado. Hoy te contamos siete cosas que sin duda te convencerán para dar el paso y darle una oportunidad esta disciplina deportiva que puede cambiarte la vida.

Da igual tu edad y tu forma física

Una de las razones por las que mucha gente no se anima a probar el pilates es porque piensan que es un deporte para personas jóvenes y en forma, idea que las redes sociales alimentan y que está lejos de ser real.

En realidad, el pilates se puede practicar sin problemas, independientemente de tu edad y de tu forma física, puesto que es un deporte adaptable. Si eres principiante o tienes alguna lesión o limitación física, los ejercicios pueden adaptarse de forma sencilla a tu capacidad. Y es probable que, con el tiempo, tú misma puedas ir aumentando la intensidad de estos.

Es habitual que antes de empezar un nuevo ejercicio pensemos que es necesario estar en forma, pero con el pilates no es algo que deba preocuparte. Además, es ideal para personas de cualquier edad, puesto que mejora la flexibilidad, fortalece los músculos y ayuda a prevenir lesiones. Lo importante es que comiences a tu propio ritmo y vayas trabajando progresivamente.

Puedes practicar pilates en casa

Aunque mucha gente asocia el pilates con gimnasios o estudios especializados, uno de los puntos más positivos de este deporte es que no es necesario ir a algún lugar específico para practicarlo.

Con un poco de espacio en casa y algunas herramientas sencillas (como una esterilla o una banda elástica) puedes realizar una rutina completa de pilates desde la comodidad del hogar.

Además, hoy en día existen multitud de tutoriales y clases en línea que facilitan la práctica y la hacen más accesible incluso para aquellos que no tienen experiencia. Esta flexibilidad es clave, ya que te permite integrar el pilates en tu vida diaria sin depender de horarios ni desplazamientos.

Trabaja todos los grupos musculares

Una creencia común es que el pilates se centra únicamente en el core o en el abdomen, pero lo cierto es que es una disciplina que trabaja todo el cuerpo, incluso algunos músculos difíciles de ejercitar en otras formas de entrenamiento.

Desde los brazos y las piernas, hasta los músculos más profundos de la espalda, el pilates es un entrenamiento integral. La técnica se basa en movimientos controlados y en la activación de diferentes grupos musculares, lo cual ayuda a desarrollar la fuera de forma equilibrada.

Y esto no solo hará que mejore tu apariencia física. El pilates te hará sentir que tienes más control sobre tu cuerpo y mayor estabilidad en tu día a día.

Ayuda a reducir el estrés y mejora la concentración

El pilates no solo fortalece el cuerpo, también tiene un impacto positivo sobre la mente. De hecho, con este tipo de ejercicio vas a tener que trabajar mucho la concentración, puesto que en cada ejercicio debes estar presente y enfocada en tu respiración, en el control de cada movimiento.

Centrarte en la respiración y el control del cuerpo ayuda, además, a reducir los niveles de estrés y ansiedad. Con el tiempo, no solo te sentirás más relajada tras cada sesión, sino que sentirás que mejora tu capacidad de concentrarte en otras áreas de tu vida. Es como meditar, pero en movimiento.

Puede complementarse con otros deportes

El pilates puede complementarse con otros deportes. De hecho, lo ideal es hacerlo. El running, el ciclismo o incluso el yoga pueden hacer que tus esfuerzos con el pilates se vean reforzados.

Y es que, al fortalecer el core y mejorar la flexibilidad, el pilates te proporciona una base sólida para realizar cualquier otro deporte con mayor eficiencia. También reduce considerablemente el riesgo de lesiones y mejora tu rendimiento en actividades cotidianas que requieran de resistencia o de fuerza.

Esta es la razón por la que muchos atletas de élite lo utilizan como parte de su entrenamiento, para equilibrar su cuerpo y mejorar su movilidad.

Mejora la calidad del sueño

Otra de las cosas que puede convencerte de dar el paso y probar el pilates es conocer el impacto positivo que tiene esta disciplina sobre el sueño. Está demostrado que, al reducir el estrés y relajar los músculos, el pilates puede mejorar notablemente la calidad del sueño y el descanso.

Además, el trabajo de respiración consciente durante las sesiones también puede ayudarte a calmar la mente antes de dormir.

No es casualidad que muchas personas que practican pilates regularmente informen de una mejora en su patrón de sueño, despertándose con menos frecuencia durante la noche y amaneciendo más descansas y con mayor energía para afrontar el día.

Es un ejercicio de bajo impacto

Para acabar, el pilates tiene algo muy atractivo para aquellas personas que tienen lesiones o problemas en las articulaciones, y es que se trata de un deporte de bajo impacto.

Es decir, que sus ejercicios son suaves y no lastiman las articulaciones, como sí sucede con otras formas de ejercicio más intensas, como correr o hacer entrenamientos de alta intensidad.

Por esta razón, el pilates se recomienda tanto a personas que tienen lesiones, problemas articulares o sencillamente buscan una forma de ejercicio que sea amable con su cuerpo, pero que sea muy efectiva a la hora de fortalecer y tonificar.