Cuando la glándula tiroides no acaba de funcionar bien y no produce suficientes hormonas tiroideas, se pueden sufrir síntomas como fatiga, depresión, aumento de peso, estreñimiento, piel seca, calambres musculares, alteraciones del ciclo menstrual o dolor articular. También es habitual que se caiga más el pelo, que haya cierta intolerancia al frío y falta de libido.  Esto se debe a que, al haber menos hormonas tiroideas, disminuye o se ralentiza la actividad celular y  metabólica, como la conversión de los alimentos en energía y la eliminación de desechos y toxinas. 

El yoga es una práctica holística para armonizar mente-cuerpo que combina el movimiento, el estiramiento y la tonificación con la respiración para mejorar el bienestar y la salud general sin necesitar demasiado esfuerzo ni crear tensión. Con el hipotiroidismo, se ha demostrado que practicar esta disciplina puede ayudar a disminuir los síntomas, aumentando la circulación y estimulando el área que rodea la glándula.

Las posturas más beneficiosas para estimular la tiroides son las posturas de apertura del corazón, en las que la espalda está arqueada, y las inversiones, en las que el cuerpo está en una posición al revés.

Posturas de yoga para estimular el metabolismo tiroideo 

Si no has practicado yoga antes, empieza despacio con posturas que sientas bien en tu cuerpo. Empieza la práctica con el saludo al sol o la postura del gato/vaca para calentar y también para calmar la mente.

Una vez hayas calentado y estés tranquila, sigue con estas posturas: 

Cuidar la tiroides con la dieta y otros hábitos

La dieta y el estilo de vida también juega un papel importantísimo para el equilibrio de la tiroides. Aumenta las frutas y verduras ecológicas y ricas en antioxidantes y vitaminas del grupo B, los alimentos ricos en clorofila como los brotes, germinados y espirulina.

Elimina el gluten, harinas, café, lácteos, azúcar, procesados, refinados y químicos y pesticidas. Y ayuda a tu cuerpo a eliminar los tóxicos mediante depuraciones como mínimo una vez al año.