La Luna es nuestro astro más cercano. Sus diversas fases y su vinculación con la noche la dotan de una especial magia, que no solo hechiceros o brujas han tenido presente en sus rituales. Celebrar pequeños rituales para conectar con la energía de los diferentes ciclos lunares puede ser una buena forma de conectar también con lo que sucede dentro de uno y darle salida: de conectar con lo que nos preocupa, con nuestros anhelos o aspiraciones, con nuestras motivaciones...
Se suele poner mucha energía en celebrar rituales de Luna llena o en meditar durante el plenilunio, pero también podemos hacer rituales en Luna nueva. En este caso, la tradición espiritual invita a poner la intención en sacar adelante los nuevos objetivos. Rituales como los que te proponemos aquí ayudan a concretar esa intención y pasar a la acción.
Qué simboliza la luna nueva
La Luna nueva es la que comienza a crecer tras haber estado oculta (Luna oscura). Es el momento en que este astro comienza poco a poco a hacerse visible y, energéticamente hablando, es el tiempo ideal para favorecer el impulso de lo nuevo (proyectos o intenciones).
Según Mónica Fernándes, fundadora y directora de la Escuela de Brujería Ecos del Norte (País Vasco), desde el punto de vista espiritual esta fase lunar nos conecta con los inicios. Para que algo comience, otra cosa tiene que acabar o morir. Esta Luna nos transporta a una contemplación tranquila para que fluya lo nuevo. Por ello, cualquier ceremonia, ritual, meditación o visualización que se lleve a cabo durante esta fase puede estar conectada con hacer nuevos planes o pensar en qué sueños se desean cumplir.
Una fase lunar que favorece el autoconocimiento
El satélite terrestre nos ofrece diferentes facetas en el cielo nocturno. Quizás esta peculiaridad es una de las que más fascina a quienes la contemplan. En el caso de la Luna llena es una de las más populares para llevar a cabo prácticas mágicas.
Desde la antigüedad, las brujas realizaban sus encuentros en la clandestinidad nocturna, ya que eran perseguidas por sus prácticas, y la luz de la Luna llena iluminaba discretamente sus rituales. Pero cada fase lunar tiene su simbolismo, que se puede aprovechar para propiciar y acompañar los objetivos de la ceremonia.
La Luna oscura o Luna nueva es una de las más desconocidas, quizás porque su propia energía conecta con el recogimiento de la cueva y es el momento en que el astro desaparece del cielo nocturno porque está oculto por la Tierra. Sin embargo, es una fase importante, porque, según Mónica Fernándes, ayuda a conectar con nuestro interior y la autoexploración.
La Luna y la energía femenina
El satélite terrestre se asocia al arquetipo femenino, debido a que se le conecta con los ciclos naturales: con el cuerpo femenino y con la menstruación. Mónica Fernándes explica que cada fase del astro tiene que ver con una etapa vital de la mujer: la fase creciente con la niña y la adolescente; la madre y la mujer joven están unidas a la Luna llena; la fémina madura se asocia con la menguante, y la anciana con la Luna oscura. Pero no siempre fue así.
A lo largo de la historia, en diferentes culturas, la Luna fue masculina. Por ejemplo, en la antigua Mesopotamia, alrededor de 2.100 años antes de Cristo, el astro se asociada al Dios Nanna, patrón de la ciudad Ur. Sin embargo, este astro tiene los dos aspectos: el masculino cuando está en sus fases crecientes y llena, y el femenino cuando es menguante y oscura.
Cómo plantear un ritual con la Luna según su fase
Si se quiere hacer algún ritual que gire en torno a la energía lunar, conviene conectarse con la fase en la que se encuentra el astro para propiciar el propósito que se plantea. De hecho, no es tan importante el tipo de ritual, que puede ser de cualquier tipo: desde ofrendas florales, velas blancas o visualizaciones. Lo verdaderamente importante es la intención que se pone en paralelo a la energía que ofrece Luna, según el ciclo en que se encuentre.
En Luna nueva:
Mónica Fernándes explica el simbolismo al respecto: la luna nueva es un momento propicio para cultivar. El astro tiene una energía gentil y suave, que invita a explorar el mundo interior de la persona. Es una época en que se puede estar más tranquilo y reflexivo de lo habitual. La intuición y las emociones se intensifican, pero de forma interna. Es un tiempo para conectar con la intuición y desconectar de esperanzas, deseos o sueños.
En Luna creciente:
La siguiente fase lunar es la Luna creciente; su palabra clave es activar, porque esté en sintonía con la acción. Es un buen momento para poner la intención de cualquier ritual en hacer planes y dar pasos prácticos hacia los objetivos a conseguir.
En luna llena:
En cuanto a la Luna llena es una fase para iluminar, porque el astro nocturno brilla intensamente y se puede ver lo que se oculta en la oscuridad. Con esta Luna se pueden ver con claridad los progresos para sentir orgullo por los logros y estar agradecido a la vida. Además, en esta fase la Luna llena actúa como un foco que ilumina aquello que requiere atención y lo que está listo para dejar ir. “A veces, brilla en las sombras del mundo interior y saca a relucir episodios del pasado que frenan, lo que ayuda a cambiar de rumbo si fuera necesario”, continúa Fernándes.
En luna menguante:
La última fase lunar es la fase menguante; la que culmina. Esta Luna favorece la comprensión de las conclusiones; de soltar para reflexionar y reorientarse para el próximo ciclo. Es la fase que más invita a trabajar el desapego y a conectar con la valentía para ser conscientes de todo lo que impide avanzar.
El sentido de los rituales y qué no se debe hacer
Los rituales se realizan por diversos motivos, como para celebrar, despedir o prepararse para los cambios. Los hay cotidianos y ancestrales, como una fiesta de cumpleaños. Otros son mágicos y sagrados; se realizan por personas que conocen su sentido y simbolismo. El resto son hechizos sencillos que se pueden llevar a cabo sin preparación específica o conocimiento al respecto.
No obstante, hay que tener varias consideraciones a la hora de hacer un ritual, como no practicar ninguno que se desconozca o no se entienda. Asimismo, es aconsejable informarse a través de quienes tengan experiencia en este tipo de ceremonias y, cuando se practica magia, hacerlo con conocedores del tema, que lo realicen "desde la luz". Por último, una regla de oro es nunca tener el propósito de hacer daño a nadie.
3 rituales de Luna nueva
Aprovechando que la energía de esta fase lunar es la del crecimiento, es un buen momento para poner la intención en lo nuevo, como iniciar proyectos, focalizarse en los deseos por cumplir o trabajar la autoconfianza.
Mónica Fernándes recomienda en Luna nueva dedicar un rato a encender una vela y hacerse varias preguntas, como por ejemplo: ¿Cómo estoy? ¿Soy feliz? ¿Qué puedo hacer para estar mejor? ¿Cómo quiero que sea mi vida? También sugiere emplear tiempo para meditar o caminar conscientemente por la naturaleza con el fin de conectar con la energía de esta Luna y reflexionar sobre la belleza y sabiduría que aporta la oscuridad.
Junto a este ritual más general, Fernándes propone tres rituales "mágicos" para favorecer esta energía:
1. Ritual con palabras mágicas
Se necesita: cuaderno, bolígrafo, vaso de agua, una vela blanca y cerillas.
El ritual empieza preguntándose uno cuáles son sus objetivos para los próximos 29 días, ¿qué se desea liberar o ya no es bienvenido en la vida? Y ¿qué se quiere atraer?
Luego hay que escribir esa intención, encender la vela y recitar las siguientes palabras:
- Que mis manos creen cosas hermosas.
- Que mis pies me lleven a donde yo necesito estar.
- Que mi corazón pueda escuchar con claridad.
- Que pueda pronunciar las palabras correctas y necesarias.
- Que mis ojos puedan ver la belleza.
- Que esta vela ilumine mis palabras en los cielos, para que vuelvan a mí y sean materia.
El ritual se concluye diciendo en voz alta las intenciones apuntadas tres veces, se bebe agua y se imagina en silencio lo que se ha proyectado (desapegándose del resultado).
2. Bruma para atraer el éxito
Para elaborar la bruma se necesitan:
- 3 gotas de aceite esencial de naranja dulce
- 1 gota de aceite esencial de corteza de canela
- 2 gotas de aceite esencial de cedro atlas
- 3 gotas de aceite esencial de pachulí
Introduce la mezcla en un recipiente con difusor y rellenarlo con agua hasta los 10ml. El ritual consiste en rociarse con la bruma por la mañana antes de salir de casa. También se puede, si se desa, introducir unas hojas de laurel, aplicando previamente este preparado sobre ellas, en la cartera o la billetera.
3. Incienso para activar la energía
Prepara esta mezcla para quemar con un sahumerio:
- 5 gotas aceite esencial de bergamota
- 8 granos de pimienta blanca
- 1 cucharada de salvia
- 1 cucharada de cedro
- 1 cucharada de copal
Quema la mezcla en el sahumerio durante la Luna nueva para impregnar el aire del hogar con este incienso.