“Se ha descubierto que la inteligencia fría, pura y dura, sin la mezcla de una buena educación afectiva, no es suficiente”, explica Enrique Rojas en sus redes sociales a todo aquel que quiera aprender. En el campo de la salud mental y la psicología, Rojas destaca como uno de los divulgadores más destacados del panorama nacional. Sus libros sobre psicología, autoconocimiento y desarrollo personal ya les han cambiado la vida a millones de personas.

Pero, ¿de qué nos está hablando el experto en esta cita tan particular? De inteligencia emocional. El experto continúa: “la educación emocional comienza por conocerse uno a sí mismo. Saber las aptitudes y las limitaciones que uno tiene”. Entonces, ¿cómo saber si eres una persona inteligente a nivel emocional o tienes que trabajar más en tu educación emocional? Rojas nos dice cuáles son las cinco cualidades esenciales de las personas con inteligencia emocional.

¿Qué es la inteligencia emocional?

Antes de entrar en detalles con las cinco cualidades de las que nos habla Rojas, repasemos qué es esto de la inteligencia emocional. Se trata de la capacidad de reconocer, comprender y gestionar tanto nuestras propias emociones como las de los demás.

Es una competencia esencial para prácticamente todo en la vida. Tener éxito profesional, mejorar nuestras relaciones interpersonales, y tener una buena salud mental. Y como bien explica Rojas, algunas de sus cualidades esenciales son la autoconciencia y la autorregulación, además de la empatía y otras habilidades sociales.

Pero, ¿qué distingue realmente a las personas con inteligencia emocional? Veamos si pasas el test de Rojas. Si contestas que sí a estas cinco preguntas, tu IE está muy por encima de la media

¿Te conoces a ti misma?

Como bien explicaba el experto, el primer eje que nos permite reconocer a una persona con una alta inteligencia emocional es su propio autoconocimiento. Para ser una persona emocionalmente inteligente debes tener conciencia de ti misma y facilidad para expresar tus propias emociones.

Esto significa que debes ser capaz de reconocer y entender tus propias emociones, así como los efectos que estas tienen en tu comportamiento y en cómo interactúas con los demás. Sin una sólida autoconciencia, es difícil gestionar adecuadamente tus emociones o entender las de los demás, lo que limita tu capacidad para desarrollar otras habilidades emocionales.

¿Puedes dominar tus impulsos?

¿Sabes identificar y comprender tus emociones? Bien, entonces estás más cerca de cumplir con estas cinco cualidades claves que nos explica Rojas. Pero no basta con reconocerlas, también debes saber gestionarlas. Por eso, el segundo punto en la lista del experto consiste en el dominio de los impulsos y la gestión eficaz de la ansiedad.

Es decir, estamos hablando de la autorregulación. La inteligencia emocional te permite manejar tus emociones de manera efectiva. Gracias a ella, puedes desarrollar estrategias para afrontar la ansiedad en lugar de dejar que esta te controle. Las técnicas de autorregulación, como la respiración profunda, la meditación y la práctica de la atención plena, son herramientas muy útiles para calmar la mente y reducir los niveles de ansiedad.

Esto te permitirá también reducir el estrés general de tu vida, mejorar tu capacidad para tomar decisiones, fortalecer tus vínculos (interactuando de forma más saludable con los demás) y, a la larga, hacer crecer tu autoestima por medio de la autoconfianza que genera saber dominar las emociones.

¿Eres optimista?

Vamos al siguiente punto. Ahora que ya puedes reconocer y dominar tus emociones, ¿eres capaz de mantenerte optimista en momentos de dificultad? Para Rojas, la tercera cualidad de las personas emocionalmente inteligentes es la capacidad de mantenerse motivados y optimista, lo cual les permite perseverar incluso tras las adversidades.

El optimismo como estrategia de vida no consiste en esperar que las cosas mejoren. Significa tener un plan activo en el que vemos oportunidades, incluso en las situaciones más complicadas. Cuando eres positiva y te mantienes motivada, tu mente te ayuda a percibir los contratiempos como temporales y controlables, lo que te permite a su vez salir adelante, encontrando soluciones en cada situación. Convirtiéndote en una persona resiliente.

Este enfoque positivo tiene una clara relación con la inteligencia emocional, dado que tener desarrollada esta forma de inteligencia implica reconocer y gestionar tus emociones, algo crucial en tiempos de crisis.

¿Confías en los demás?

La cuarta clave de la inteligencia emocional, según Enrique Rojas, es la empatía y la confianza en los demás. Y es que estas dos son habilidades fundamentales que solo pueden desarrollar aquellos que cuentan con un nivel alto de IE.

La empatía nos permite conectar con los demás de forma más significativa, comprendiendo mejor sus emociones y compartiendo experiencias que fomentan vínculos profundos.

Confiar en los demás también aporta a esta ecuación, dado que la confianza nos permite construir relaciones más saludables. Además, cuando eres capaz de confiar en tus compañeros, amigos o familiares, te sientes menos sola ante los desafíos de la vida. Tener una red de apoyo en la que puedes confiar es crucial para mantener el punto anterior: la motivación y el optimismo en tiempos difíciles.

¿Sabes adaptarte?

Para acabar, Rojas afirma que las personas con un nivel alto de IE tienen facilidad para interactuar con otras personas y saben adaptarse a diferentes puntos de vista. Esto está muy relacionado con el desarrollo de las habilidades sociales.

La habilidad para interactuar efectivamente con los demás te permite construir relaciones sólidas y de confianza. Si a esto le sumamos la capacidad de adaptarte a otros puntos de vista, conseguirás ganar el deseado talento de resolver conflictos.

Al considerar la perspectiva de los demás, puedes encontrar soluciones más efectivas y satisfactorias para todas las partes involucradas. Todo esto te dotará también de flexibilidad, algo especialmente importante para poder desenvolverte en la vida sin miedo, encajando en todo tipo de entornos y sintiéndote conectada a las personas que te rodean.