Puede que el mundo de la moda y el textil no te interese ni lo más mínimo. Y aun así, lo que Iris Apfel aprendió sobre su larga e interesante vida puede cambiar tu forma de ver el mundo. Porque con ciento seis años a sus espaldas, Apfel se marchó este 2024 dejando tras de sí grandes lecciones sobre cómo vivir al máximo cada segundo que nos regala la vida.

Durante su vida se convirtió en un referente del mundo de la moda, por su estilo ecléctico y su gran capacidad para mirar más allá. Fue apodada Primera Dama de las Telas, por servir durante nueve mandatos a la Casa Blanca, crearon una Barbie inspirada en ella, y a los noventa años se lanzó al mundo de la moda y la belleza. Ella misma se apodó “la mujer viva más mayor que ha salido en una revista de moda”, y es cierto. Esta increíble mujer, de la que todos podemos aprender, nos dejó diez grandes lecciones que compartió en su momento con la CNBC. Hoy las rescatamos para ti, y para que no caigan en el olvido.

No te obsesiones con la edad

El primer consejo que ofrecía Apfel a los medios era este. Ella misma afirmaba que “envejecer no es para cobardes”. No hace falta recordar que hablamos de una mujer que decidió emprender, una vez más, a los noventa años. No permitir que su edad la limitase, en ningún aspecto, no solo le garantizó el éxito. También le permitió vivir una vida plena y llena de pasión.

“Uno empieza a desmoronarse, pero hay que armarse de valor y recomponerse”, afirmaba la dama de las telas. Envejecer no le gusta a nadie, pero hay forma de evitarlo. Así que debes aceptarlos y “poner en práctica la experiencia para devolver algo a los demás.”

Elige un socio que celebre tus éxitos

“La felicidad no es lo que tienes, sino de quién te rodeas”, dice Mario Alonso
Puig, autor de El camino del despertar, y Apfel estaría de acuerdo. Para ella, su gran compañero fue su marido, Carl Apfel, que falleció en 2015 a la edad de 100 años. Con él montó su imperio de telas, y fue siempre su gran apoyo. “Hicimos casi todo juntos. Me impulsó a ser el centro de atención y luego se deleitó con mi éxito. Él se sintió mucho más feliz con los elogios que recibí que yo”, afirmaba la empresaria e influencer.

Y es que contar con el apoyo de alguien que cree en ti, que te da espacio para brillar y te acompaña en cada aventura, puede ser esencial para alcanzar la felicidad. No tiene por qué ser tu pareja. Puede tratarse de amigos o de familia. Pero lo importante es que te rodees de gente que te impulse, y no te frene.

Cuando algo te emocione, ve a por ello

En su vida, Apfel jamás temió cambiar de dirección o lanzarse a por aquello que le gustaba. Tiempo después, con un gran éxito a sus espaldas, afirmaba que nunca esperó nada. “Simplemente, siento cosas en mi interior y las hago”, decía a los medios, “Si algo suena emocionante e interesante, lo hago, y luego me preocupo por ello”.

Esta forma de entender la vida le permitió vivir muchos años y de forma plena. Y es que “hacer cosas requiere mucha energía y fuerza. Es muy agotador hacer que las cosas sucedan, aprender a dominar una habilidad, dejar de lado los miedos”. Pero hacerlo, siempre merece la pena.

Al respecto, Apfel acababa sus declaraciones diciendo que “la mayoría de las personas prefieren simplemente dejarse llevar; es mucho más fácil. Pero no es muy interesante.”

Para mantenerse joven, hay que pensar joven

Si bien la edad no debe ser una limitación, porque “es solo un número”, Apfel no negaba que con la vejez llegan los achaques. Solía decir que, a partir de cierta edad, si tienes dos de cualquier cosa, lo más probable es que una de ellas te duela cuando te levantes por la mañana.

Sin embargo, afirmaba que“tienes que levantarte y dejar atrás el dolor. Si quieres seguir siendo joven, tienes que pensar como joven.”

Para Apfel, esto significaba conservar la capacidad de asombro, estar siempre abierto a nuevas personas y aventuras. Declaraba que jamás sería una vieja cascarrabias. “Tengo autoproclamado el récord de ser la adolescente viva más vieja del mundo”.

Preocúpate de tu propia opinión por encima de la de los demás

Es indudable que la vida de Iris Apfel fue, cuanto menos, inusual. De ahí que ella asegurase que jamás intento encajar. No se esforzaba por ser rebelde o hacer cosas socialmente inaceptables, pero aprendió desde muy joven que tenía que ser ella misma para poder ser feliz.

“Si tienes que ser todo para todos, terminas siendo nada para nadie”, decía la dama de las telas. Con esta actitud valiente se enfrentaba al mundo, fiel a ella misma, libre de etiquetas, plena y centenaria.

No te aísles

Como contrapunto a la idea anterior, Apfel aconsejaba el equilibrio. Ser fiel a ti misma no significa aislarte ni resentirte con el mundo por sentirte diferente. Significa valorar tu opinión por encima de todo, pero formando parte, involucrándote, conectando.

“Sé que no soy una isla, más bien parte del todo”, decía el poeta John Donne. Y es esa la idea que defendía Apfel. “Encaja primero, y luego sal. Hay una diferencia entre ser percibido como original y ser aceptado, incluso amado por ello, y ser percibido como diferente y ser resentido por ello”.

El dinero no compra el éxito

Es difícil asumir esta idea en un mundo en el que el dinero puede mover montañas, pero Apfel aseguraba que “si eres feliz, has encontrado el amor, estás rodeado de buenas personas, haces lo que te gusta y ayudas a los demás, eso es éxito. Vender tu alma por un dólar no vale el precio real que pagas”.

El estilo no es cuestión de dinero

Como icono del mundo de la moda, la ropa y el estilo eran, sin duda, parte importante de su vida. Pero ella afirmaba que “el estilo no consiste en llevar ropa cara. Puedes tener todo el dinero del mundo y no tener ningún estilo”.

Por el contrario, afirmaba que “es mejor ser feliz que estar bien vestida”. Y es que para Apfel intentar encajar en un estilo estético era una pérdida de tiempo. “Cuando te esfuerzas demasiado por tener estilo, te ves incómoda, como si llevaras un disfraz, como si la ropa entrara en la habitación antes que tú.” Por el contrario, la dama de las telas recomendaba abrazar el estilo propio, aquello que te haga sentir cómoda y feliz.

Empieza cada aventura con un pequeño paso

Solo fracasas si no lo intentas”, afirmaba Apfel. Ella jamás pensó que no podría hacer algo por ser mujer, pese a que nació en una época muy diferente a la que vivimos en la actualidad. Soñaba con empezar un negocio de tejidos, y se las arregló para hacerlo.

Pero ¿cómo? Apfel aseguraba que “si hubiera pensado demasiado en abrir Old Wordl Weavers, probablemente no habría perseguido sus sueños”. Por eso, su consejo era sencillo: “simplemente hay que actuar, aunque sea un pequeño paso”. En sus más de cien años, aplicó esta filosofía de vida y jamás le llevó por el mal camino.

No finjas que eres más joven de lo que eres

En su lista de consejos, Apfel acaba con este que muchas mujeres de cierta edad necesitan escuchar: “las arrugas no tienen nada de malo. Cuando eres mayor, intentar parecer años más joven es una tontería, y no engañas a nadie.” En lugar de perder el tiempo intentando volver atrás en el tiempo, la reina de la moda ecléctica aconsejaba aprovecharlo para disfrutar del presente, y devolver un poco de todo aquello que has aprendido durante tus años de vida. Abraza tu presente, para tener un gran futuro.