La psicología, como ciencia, se encarga de estudiar el comportamiento humano, pero dada la complejidad de nuestro cerebro y las innumerables influencias que cada uno de nosotros tenemos, los psicólogos tratamos de agrupar algunos comportamientos o reacciones que encontramos repetidos en cierto número de personas bajo una etiqueta con la que poder entendernos.

Es en este contexto donde nacen los complejos o síndromes psicológicos. No se tratan de patologías, sino de patrones de comportamiento comunes en un número significativo de personas.

Puesto que la mitología griega clásica es un compendio amplísimo de historias y de arquetipos, a los psicólogos de distintas épocas les ha resultado muy fácil encontrar alguna de esas historias que encaje, de alguna manera, con el patrón psicológico que quieren describir.

En este artículo, revisaremos 7 de estos patrones (complejos o síndromes) y veremos cuál es su relación con los personajes mitológicos.

Complejo de Edipo

Aunque en psicología el complejo de Edipo es un concepto ampliamente superado, desde que Bowlby (inspirado por los trabajos de Harry Harlow) hablara de la Teoría del Apego, debemos atribuirle a Freud el mérito y la originalidad de recurrir a la mitología griega para explicar conceptos psicológicos.

El complejo de Edipo explica el supuesto deseo sexual inconsciente del niño varón hacia su madre, mientras que rechaza y desea la muerte de su padre.

Edipo en la mitología griega era el hijo de los reyes Layo y Yocasta. Sin ser consciente de ello, Edipo mata a su padre y se casa con su madre, cumpliendo así una trágica profecía.

Síndrome Narcisista

En psicología, el síndrome narcisista se aplica a la persona con un amor excesivo y obsesivo hacia sí misma. También se caracteriza por una necesidad constante de admiración y carencia de empatía hacia los demás.

En la mitología, Narciso era un hermoso joven que se enamoró obsesivamente de su reflejo en el agua de un estanque. Según unas versiones, Narciso murió de hambre y sed, al no poderse despegar de su reflejo; según otras, murió al caer al agua cuando trataba de besar su propia imagen.

Síndrome de Diógenes

En psicología, el síndrome de Diógenes hace referencia a las personas que descuidan el autocuidado y su bienestar, acumulan compulsivamente basura y cualquier tipo de objetos, y se aíslan socialmente de su familia y vecinos.

En la historia de Grecia, aunque Diógenes fue un personaje real, no mitológico, el síndrome que lleva su nombre es bastante conocido. Diógenes rechazaba las posesiones materiales y daba ejemplo de su filosofía, viviendo de forma austera (en un tonel).

Es famosa la anécdota en la que Alejandro Magno fue a conocerle y le dijo que podía darle todo lo que deseara, a lo que Diógenes respondió que su mayor deseo en ese momento era que se apartara porque le estaba tapando el sol.

La conexión con el síndrome de Diógenes es un poco forzada y no hace justicia al filósofo, ya que este vivía siendo fiel a su filosofía de forma consciente, mientras que las personas que padecen este síndrome no pueden controlar su grave problema psicológico fruto de severos trastornos mentales.

Complejo de Hércules/Heracles (o complejo del héroe)

En psicología, el complejo de Hércules, o de Heracles, se conoce también como el complejo del héroe. Describe a personas con una necesidad compulsiva por demostrar fuerza y capacidad, asumiendo tareas que sobrepasan sus límites, pero que son incapaces abandonar. En ocasiones, una necesidad patológica por ayudar a los demás, les puede llevar a situaciones altamente peligrosas.

El personaje de Heracles en la mitología griega conocido por su fuerza sobrehumana y su valentía. Una de sus mayores hazañas se resume en el mito de “Los doce trabajos de Heracles”, donde se ve obligado a realizar doce durísimas pruebas en las que tuvo que demostrar su fuerza y su inteligencia.

Complejo de Aquiles

En psicología, el complejo de Aquiles refleja el sentimiento de vulnerabilidad o temor por una debilidad específica, a pesar de ser válido y capaz en otros muchos aspectos. Estos miedos pueden afectar a aspectos físicos, a dudas sobre la propia inteligencia o a disciplinas como el deporte o la música.

Puede conllevar altos niveles de ansiedad que provoquen la evitación de situaciones en las que la persona crea que va a quedar expuesta.

El personaje mitológico de Aquiles es uno de los héroes más famosos de la mitología griega. De bebé, fue sumergido en las aguas del río Estigia por su madre, la diosa Tetis. De esta manera, conseguiría ser invulnerable.

Sin embargo, al sumergirlo, su madre le sujetó por el talón, provocándole una única debilidad que, al final, provocaría su muerte cuando el príncipe troyano Paris disparó una flecha que le acertó justo en ese punto débil.

Complejo de Eróstrato

En psicología, las personas con complejo de Eróstrato buscan alcanzar fama y reconocimiento a cualquier precio, incluso, si para lograrlo, deben realizar acciones dañinas o destructivas (para ellas mismas o para otros).

¿Quién era Eróstrato en la mitología griega? En el año 356 a.C., Eróstrato incendió el Templo de Artemisa, una de las Siete Maravillas del Mundo Antiguo. Su objetivo fue obtener la inmortalidad a través de la fama y que su nombre fuera recordado por las generaciones futuras.

Tras ser condenado a muerte, se prohibió, por ley, que cualquiera mencionara su nombre para borrar su memoria. Sin embargo, el historiador Teopompo le mencionó en sus escritos y grabó su nombre en la historia. A lo largo de los siglos, su nombre ha aparecido en numerosas obras literarias de autores de todas épocas (Cervantes, Baltasar Gracián, Victor Hugo, Chéjov, Verne, etc.).

Incluso la RAE reconoce la palabra “erostratismo” como la “manía que lleva a cometer actos delictivos para conseguir renombre”.

Complejo de Casandra

En psicología, el síndrome de Casandra refleja la frustración e impotencia de las personas que son ignoradas, aunque sus intuiciones o advertencias sean correctas y terminen cumpliéndose. Refleja, simbólicamente, la represión de las emociones y la intuición por el poder y la fuerza.

El concepto proviene de la princesa Casandra, el personaje de la mitología griega a quien Apolo le otorgó el don de la premonición a cambio de que fuera su amante. Casandra le rechazó y Apolo, ofendido, quiso quitarle su don, pero no pudo. La maldijo, entonces, de forma que seguiría teniendo premoniciones, pero nadie la creería.