La poda de un árbol frutal es un asunto bastante delicado. Si no lo haces bien, puedes favorecer que el árbol enferme o reducir la cosecha de los próximos años. En general, se recomienda que la poda más intensa se realice a principios del invierno. Sin embargo, en los árboles que producen frutas con hueso y que son jóvenes puede ser recomendable lo que se denomina una poda en verde. Es un tipo de poda específico que hay que realizar con precisión. 

Cuándo puedes podar un frutal en septiembre

Este tipo de poda se realiza entre los meses de mayo y septiembre, cuando la planta está en plena vegetación y crecimiento y antes de la llegada del frío. Se trata de una poda ligera, donde se eliminan únicamente las puntas de las ramas con hojas con el objetivo de que los frutos reciban más nutrientes a través de la savia y también que reciban más rayos de sol.  

Con esta poda se consigue que la savia se acumule en la base de las ramas pequeñas, lo que estimula el desarrollo de nuevas flores y frutos en la temporada siguiente. 

También se puede aprovechar para retirar algunos frutos para que los restantes con un desarrollo menor puedan crecer más. 

 

¿Qué frutales se aprovechan de la poda en verde en septiembre?

Los árboles que producen frutas con hueso que pueden beneficiarse de este tipo de poda son los ciruelos, los cerezos, los melocotoneros, los nectarinos y los albaricoqueros.

En muchos casos, como el árbol es joven, es suficiente con esta poda y no es necesaria la poda más radical del invierno. La poda en septiembre cuando las temperaturas todavía son lo suficientemente cálidas, permite que los cortes sanen rápidamente.

¿Cómo se realiza la poda en verde de los frutales?

Uno de los objetivos de la poda es favorecer que el árbol joven adquieran forma de vaso. Para ello se eliminan los extremos de las ramas muy altas o muy bajas.

En el caso del cerezo, por ejemplo, se cortan solo 15 a 20 cm de las ramas que tienen yemas de flor y una única yema de madera en el extremo.

Si nunca has realizado una poda de tus árboles frutales o tienes dudas sobre el momento o la técnica, puedes buscar la ayuda de un jardinero u horticultor profesional que pueda ver tus árboles y recomendarte las mejores estrategias. En caso de duda, no cortes. 

Ciruelos

Estos consejos se aplican a los ciruelos (Prunus domestica) y sus subespecies, como las ciruelas Mirabel (Prunus domestica subsp. syriaca) o la ciruela Claudia (Prunus domestica subsp. italica).

Al igual que la fruta de pepita, las copas de los ciruelos deben estar sueltas y estructuradas uniformemente y deben aclararse periódicamente para que se pueda seguir formando nueva madera frutal.

Los árboles forman su madera frutal y con ella las flores de los brotes de dos a cinco años, tras lo cual envejecen. Después de la cosecha, corta las ramas que sobresalgan o desvíala hacia un brote lateral más joven y adelgaza la copa cortando ramas cruzadas o competidoras.

Evita hacer cortes importantes. Los ciruelos suelen ser atacados por hongos, que luego pueden penetrar en la madera.

CEREZOS

Los cerezos tienden a crecer rápidamente. Si un cerezo no se poda con regularidad, puede alcanzar una altura de hasta 30 metros. Esto no sólo es demasiado grande para la mayoría de los jardines, sino que también plantea el riesgo de que las ramas se vuelvan demasiado pesadas y se rompan.

Por lo tanto, elimina el exceso de brotes. Esto no sólo garantiza más seguridad, sino también más luz solar para los frutos, que pueden madurar mejor.

Se recomienda podar inmediatamente después de la cosecha para ralentiza su crecimiento. La mejor época para podar es entre agosto y septiembre, aunque puede variar según la variedad y el clima.

En cualquier caso, una norma general es elegir un día seco y sin lluvia porque la humedad aumenta el riesgo de que penetren patógenos.

El objetivo de la poda debe ser adelgazar la copa del cerezo. Las ramas del interior de la copa también deberían recibir mucho sol y viento. Retira las ramas a medida que crecen hacia el tronco del árbol, ya que lo debilitan mucho. 

Melocotoneros

El momento idóneo para podar un melocotonero depende de la edad del árbol. Mientras que los ejemplares jóvenes que no dan frutos se podan a finales de invierno o principios de primavera, los ejemplares adultos que ya dan frutos deben podarse al inicio del otoño, por lo que septiembre puede ser ya una buena época.

Un señal clara de que el árbol necesita poda es que observes brotes viejos no productivos o ramas que crezca muy lento. Conviene eliminar las ramas secas y frágiles; y cortar las puntas de las ramas para estimular la producción de brotes que den frutos.