Las personas que comen mucho marisco, especialmente especies como la langosta o las gambas,
podrían ingerir dosis altas de unas sustancias tóxicas denominadas perfluoroalquiladas y polifluoradas (PFAS).

Son compuestos artificiales que están clasificados como "contaminantes orgánicos persistentes" que suponen una amenaza para la salud humana y el medio ambiente de todo el planeta debido a que no se descomponen con el paso del tiempo, se acumulan en los tejidos de los seres vivos y son tóxicos para la salud humana y del medio ambiente.  

Los mariscos contienen unas sutancias tóxicas denominadas PFAS

Un equipo científico de la escuela de medicina Geisel en Dartmouth (Estados Unidos) valoran que puede ser una buena idea reducir la cantidad de mariscos en la dieta. Aunque los mariscos son una fuente de proteínas y ácidos grasos omega 3, son también "una fuente potencialmente subestimada de exposición a PFAS", explica Megan Romano, uno de los autores del estudio publicado en Exposure and Health. El riesgo puede ser mayor en las mujeres embarazadas y en los niños, añade Romano. 

Los investigadores encuestaron a 1.892 personas en New Hampshire para descubrir cuánto pescado consumían y calcularon su ingesta de PFAS a partir de eso. Los residentes de New Hampshire comen más pescado que el estadounidense promedio, y sus favoritos incluyen bacalao, abadejo, langosta, salmón, vieiras, camarones y atún, que a menudo se compran frescos en los mercados.

Los camarones y la langosta registraron los niveles más altos de PFAS, con promedios que oscilan
hasta 1,74 y 3,30 nanogramos (ng) de PFAS por gramo de carne, respectivamente. Todas las demás especies tenían niveles inferiores a 1 ng por gramo.

En general, los hombres en New Hampshire comían una media de alrededor de 30 g de mariscos al día, mientras que las mujeres consumían un poco menos. El 95 por ciento de los encuestados dijeron que habían comido pescado o mariscos durante el año pasado.

Los investigadores no están seguros de cómo llegan las PFAS a los peces, pero sospechan que los mariscos pueden ser más vulnerables porque viven y se alimentan en el fondo marino, donde se acumulan estas sustancias. Los peces más grandes ingieren las toxinas cuando comen peces más pequeños.

¿Qué son los PFAS?

Los PFAS son compuestos químicos artificiales que se usan en una variedad de productos y aplicaciones industriales debido a sus propiedades como la resistencia al agua, al aceite, y a la temperatura.

Por eso se encuentran en todo tipo de aparatos electrónicos y electrodomésticos, sofás, muebles,  prendas y calzados impermeables, utensilios de cocina antiadherentes y espumas contra incendios, entre otras muchas aplicaciones.

¿Cuáles son los efectos de los PFAS en la salud?

Los PFAS son motivo de preocupación debido a que se acumulan en el cuerpo humano. Los análisis realizados en Estados Unidos y Europa muestran que prácticamente todas las personas llevan PFAS en sus cuerpos. 

La Agencia Ambiental Europea explica en un informe que los PFAS se han asociado con una variedad de problemas de salud, como cáncer, problemas hepáticos, alteraciones hormonales, problemas inmunitarios, reproductivos y de desarrollo.

Como consecuencia, la Unión Europea se plantea prohibir la producción y uso de la mayoría de PFAS. Pero en cualquier caso no será una prohibición inmediata para no colapsar la industria. En función de cada sustancia, la propuesta prevé períodos transitorios de hasta 13,5 años.

Alternativas al pescado

Si decides evitar o renunciar completamente al consumo de marisco y pescado, puedes encontrar los aminoácidos, vitaminas y minerales que necesitas en alimentos vegetales como las legumbres, los frutos secos, las semillas y los cereales integrales. 

Como el pescado es la principal fuente de omega 3 en la dieta de la mayoría de las personas, debes cuidar especialmente la obtención de estos nutrientes. Las semillas de lino y chía, así como las nueces aportan dosis altas de ácido alfalinolénico, el omega 3 esencial que el cuerpo puede transformar en los otros dos miembros de la familia, los ácidos EPA y DHA. 

Si quieres asegurarte la ingesta de suficiente EPA y DHA puedes tomar un suplemento elaborado a partir de algas marinas.