Las exigencias diarias, los restos constantes y el ritmo insaciable de la vida moderna hacen que cada vez parezca más difícil encontrar momentos de genuina felicidad. Pero ¿y si existiera una herramienta simple, accesible y rápida para mejorar el bienestar emocional en minutos? Esto es, precisamente, lo que nos ofrece Neil Pasricha con un hábito sencillo y espectacular que puede modificar tu química cerebral en segundo.

Contar con tácticas como estas, sencillas, pero poderosas, puede ayudarte a disfrutar tu vida con mayor plenitud. Es cierto que no arregla todos los problemas, pero a veces tan solo necesitamos un pequeño paso en la dirección correcta para acabar recorriendo todo el camino. ¿Preparada para descubrir este hábito transformador?

Un hábito sencillo

“Aquello en lo que te enfocas, crece. Enfócate en lo bueno, y lo bueno mejorará”. Esta cita de Neil Pasricha, de su libro La ecuación de la felicidad, resume bastante bien el hábito que el mismo autor nos recomienda a través de sus redes sociales. Un acto sencillo, que no ocupará más de dos minutos de tu tiempo y que, sin embargo, puede ser transformador, tanto a largo como a corto plazo.

El hábito en cuestión, como explica el autor, consiste en darle una vuelta de tuerca al famoso journaling. O, en castellano, a llevar un diario.

Pasricha lo ha convertido en “el repaso de dos minutos”. Su técnica consiste en reducir este momento de escribir lo que ha sucedido en el día, para dedicar únicamente dos minutos a poner sobre el papel una experiencia positiva que hayas vivido a lo largo del día. La que sea.

Mientras lo haces, tu cerebro la repasa. Y cuando vuelves a leer lo que escribirte, la repasa de nuevo. Esto, asegura Pasricha, mejora drásticamente la felicidad.

¿Cómo funciona el repaso de los dos minutos?

El ejercicio de escribir sobre una experiencia positiva durante dos minutos aprovecha la capacidad natural de tu cerebro para procesar y reforzar emociones, volviéndola en tu favor.

Al escribir sobre un momento feliz, tu cerebro recrea la experiencia. La revive. Esto ayuda a consolidar el recuerdo, haciéndolo más accesible en el futuro y generando una sensación de bienestar inmediato.

También es cierto que, por lo general, la mente tiende a ver riesgos y problemas con mayor facilidad, dado que nuestro cerebro está diseñado para sobrevivir. Es decir, que la mente humana tiene, de fábrica, una tendencia hacia los pensamientos negativos. Es importante, por tanto, dedicar tiempo a reflexionar sobre lo bueno que ha sucedido, rompiendo, de esa forma, ese ciclo natural.

Este método de journaling abreviado permite, además, echar la vista atrás con facilidad. Basta con volver páginas atrás para revivir momentos que fueron positivos y enriquecedores, lo que permite multiplicar el efecto de la felicidad que sentiste en el momento.

Por todo esto, escribir de forma consciente sobre lo positivo, mejora el estado de ánimo, conectándote con un sentimiento de gratitud y plenitud. Y es que, apreciar lo bueno que hay en tu vida, te ayudará a vivir más satisfecha.

Otras técnicas de journaling efectivas

El consejo de Neil Pasricha es breve y efectivo. Simplifica el proceso del journaling, algo que beneficia especialmente a quienes tienen menos tiempo que dedicar a estos asuntos, y se centra en extraer su característica más positiva. Pero esta práctica, que recomienda todos los expertos en salud mental, puede ser aún más beneficiosa si añades algunas de estas técnicas al proceso:

  • Detalles sensoriales. Cuando escribas sobre una experiencia positiva, incorpora detalles sensoriales. Describe lo que viste, oliste, escuchaste, sentiste y probaste en el momento. Esto hará que el recuerdo sea más vívido y ayudará a tu cerebro a revivir la experiencia.
  • Explora emociones profundas. No te centres únicamente en describir lo que pasó, sino cómo te hizo sentir y por qué fue importante. Reflexionar sobre el significado detrás de la experiencia te ayudará a conectar de forma más profunda con la emoción positiva y a comprender mejor qué te hace feliz.
  • Conecta con la gratitud. Al final del ejercicio, añade una pequeña reflexión de gratitud. La gratitud es un poderoso amplificador de la felicidad y puede hacer que el ejercicio sea aún más beneficioso.
  • Lee tus entradas regularmente. Revisa lo que escribiste una vez por semana o al final del mes para reforzar estos sentimientos positivos. Esto también te permitirá ver patrones en aquello que te hace feliz y descubrir cómo vas creciendo emocionalmente.