El color y sabor del limón (Citrus limonum) ya nos indican que se trata de una fruta muy especial, al igual que sucede con otros representantes de la familia de las rutáceas, como la naranja, la mandarina o el pomelo.

Originario de Asia Central, el limonero fue traído a Europa por los árabes en el siglo XII. Los españoles se encargaron de llevarlo a América y hoy su cultivo resulta habitual en las zonas templadas de todo el mundo. 

Propiedades curativas y nutritivas de los limones

No se trata de un alimento calórico: es escaso en carbohidratos (8%), proteínas (0,9%) y, sobre todo, en grasas (0,5%); pero su valor terapéutico es muy extenso.

La razón es su riqueza en vitaminas, minerales y fitocomponentes varios. Abundan los minerales como magnesio, cobre, hierro, yodo, calcio, fósforo, potasio, azufre y zinc.

Respecto a las vitaminas, contiene cierto porcentaje de las vitaminas del grupo B, pero lo más destacable es su riqueza en vitamina C. 100 g de limón contienen unos 53 mg de ácido ascórbico, por lo que una pieza mediana cubre las necesidades diarias de vitamina C (60 mg).

Pero quizá lo más interesante del limón es lo que no tiene ningún valor nutricional, pero le confiere sus principales propiedades. Contiene ácidos orgánicos: cítrico, málico, fórmico, acético... y posee también terpenos, unas sustancias que le confieren su típico aroma y le atribuyen cualidades anticancerígenas.

Contiene asimismo, especialmente en la pulpa y corteza, diversos flavonoides (hesperidina, rutina, diosmina). Las propiedades de éstos son diversas: efecto antioxidante (contra radicales libres) y de protección vascular. Refuerzan, además, la acción de la vitamina C.

Cómo hacer y tomar el zumo de limón

  • Se aconseja tomarlo diluido, pues así no pierde sus propiedades y se tolera mejor. De ahí que a menudo se recomiende tomar por la mañana agua con limón.
  • Si estuviera más concentrado, es mejor beberlo con pajita, para evitar que altere el esmalte de los dientes.
  • Conviene añadir al jugo algo de pulpa e incluso un poco de raspadura de la zona interna de la corteza, pues contiene sustancias muy beneficiosas.
  •  También puede utilizarse para aderezar las ensaladas o incluso los platos de legumbres.
  • Los limones que contienen más zumo son los de piel fina y de color amarillo intenso. Se deben elegir los más aromáticos y los más pesados respecto a su tamaño, pues suelen ser también los más jugosos.
  • Para exprimir su zumo, es mejor utilizar limones a temperatura ambiente. Antes de exprimirlos, se deben pasar rodando sobre una superficie para ablandarlos y obtener más fácilmente su zumo.
  •  Al hacer zumo es preferible utilizar un exprimidor manual que no sea metálico, ya que este podría alterar sutilmente sus propiedades.

En qué situaciones puede ayudar el limón

    El limón ejerce una acción depurativa del organismo y tiene propiedades alcalinizantes. Está especialmente indicado en los siguientes casos: 

    • Aparato digestivo: favorece la secreción de los jugos digestivos (gástrico, pancreático). Puede mejorar ciertas dispepsias o malas digestiones. Debido a su poder astringente y desinfectante, es útil en trastornos digestivos con diarrea (gastroenteritis). 
    • Vasos sanguíneos: debido a los flavonoides y la vitamina C, el limón contribuye a reforzar los capilares, da elasticidad a las paredes arteriales y tonifica las venas. Al fluidificar la sangre, previene la formación de trombos. También es una ayuda en casos de hipertensión arterial, pues mejora el estado de las arterias, y aumenta la eliminación de orina. 
    • Procesos infecciosos: en la mayoría de enfermedades infecciosas, sean víricas o bacterianas, tomar zumo de limón diluido es una buena idea, pues aumenta las defensas (activación de los glóbulos blancos), mejora la fiebre y ayuda a eliminar toxinas. Su riqueza en flavonoides y vitamina C también lo hace muy útil como remedio preventivo, al estimular el sistema inmunitario.
    • Enfermedades broncopulmonares: es útil en resfriados, gripe y bronquitis. También en casos de faringitis, amigdalitis... Su zumo endulzado con miel (efecto suavizante y también antiséptico) resulta muy conveniente.
    • Anemia: debido a su riqueza en vitamina C, ácido fólico y a la presencia de hierro, ayuda a combatir la anemia. También hace que el hierro de los alimentos se absorba mejor.
    • Insuficiencia hepática: activa la secreción biliar, previene la formación de cálculos y favorece su disolución.
    • Reumatismo: en el caso de artritis, gota y otros procesos reumáticos, es recomendable su uso, pues alcaliniza la sangre y ayuda a eliminar por la orina las sustancias (por ejemplo sales del ácido úrico) que lo provocan.
    • Estrés: Una tisana de hojas de limonero ejerce un efecto antiespasmódico y calmante del sistema nervioso. Puede hacerse una infusión con tres hojas en un poco de agua. Se debe filtrar y dejar reposar. Es conveniente beber una taza por la noche antes de acostarse.

    cómo se hace la Cura de limón

    Las curas de limón permiten prevenir y ayudar a aliviar algunos problemas de salud. El verano es la mejor época para estas curas. Puede hacerse durante dos semanas.

    1. El primer día se toma un limón diluido, media hora antes del desayuno.
    2. Cada día se va añadiendo un limón más hasta llegar a 7.
    3. Luego se realiza el proceso inverso, reduciendo cada día un limón hasta volver a la cantidad del comienzo, un solo limón. 

    El grado de tolerancia a las curas con limón varía de una persona a otra y está en función de la constitución, siendo mejor toleradas las curas prolongadas por las personas corpulentas u obesas que por las delgadas.  También depende de la edad, siendo menos tolerado, en general, por las personas ancianas. 

    Tiene algunas contraindicaciones y habría que ser prudentes al realizar este tipo de curas en los casos de: úlcera gastroduodenal, estreñimiento, anemia severa, fragilidad ósea, prostatitis, reglas dolorosas, ansiedad e insomnio. 

    A modo de resumen, deberían limitarse a la dosis de unas gotas a medio limón al día tanto los niños como los ancianos, así como las personas delgadas, nerviosas y sensibles al frío. 

    Las personas sanas, o sin ninguna de las características o enfermedades mencionadas, pueden tomar de uno a tres limones al día.

    El limón se emplea también en otro tipo de curas depurativas muy populares, como la cura de sirope de arce y limón

    remedios caseros con limón

    Debido a su poder antiséptico y antibiótico, el zumo de limón puede aplicarse localmente en la piel, fosas nasales, garganta... Sus variadas propiedades medicinales lo convierten en un magnífico remedio para dolencias muy diversas:

    • Dolor de cabeza: aplicar rodajas de limón sobre la zona afectada. Cuando se calientan, se reemplazan por otras.
    • El limón es hemostático, es decir, corta las hemorragias.
    • En caso de dolores musculares o hematomas, es adecuado masajear la zona dolorosa con zumo de limón.s.
    • Como el limón es astringente es adecuado en caso de seborrea o caída del cabello. Para utilizarlo con este fin debe masajearse suavemente el cuero cabelludo con un trocito de limón después de cada lavado. Luego se aclara el cabello, primero con agua tibia y finalmente con agua fría.
    • Si los pies se hinchan, se pueden poner en remojo durante unos minutos en agua a la que previamente se le ha añadido el zumo de un limón.
    • Cuando las uñas son frágiles y quebradizas pueden reforzarse masajeándolas con zumo de limón, antes de sumergirlas unos minutos en aceite de oliva.