El año nuevo suele ser una buena excusa para marcarse objetivos y echarle voluntad para cumplirlos. En lo culinario, también puedes hacer propósitos que te ayudarán durante todo el año a comer mejor, aprender a cocinar e invertir menos tiempo en comida más rica.

5 ideas para cocinar más sano, rico y sostenible este año

Para cumplir con estos propósitos, no necesitas ni renovar la cocina ni comprarte nuevos artilugios. Se trata de sencillos cambios que solo requieren un pequeño cambio de mirada. Sin darte cuenta, a medida que los vayas aplicando, comprobarás que cada día disfrutas más de cocinar y comer bien te resulta más fácil.

1. Cocina más en casa

Si cocinas más en casa en lugar de tirar de precocinados y comidas preparadas, tendrás más control sobre lo que comes, sobre sus ingredientes, su frescura y, sobre todo, sobre tus gustos.

Cocinar en casa también hace que vayas a la verdulería o frutería a por ingredientes, que elijas fijándote en los alimentos que están de temporada y en lo que te apetece hacer y comer, y te permite planificar las compras de acuerdo con las comidas que piensas hacer a lo largo de la semana.

En este vídeo te contamos cuáles son las principales ventajas de comer alimentos de temporada:

Es fácil no repetir ni un plato en toda la semana si compramos nosotros mismos los ingredientes y los cocinamos en casa. Además, sale más barato y, por lo general, es más saludable.

2. Aprende al menos una receta nueva al mes

Márcate como objetivo aprender al menos una receta totalmente nueva cada mes. Aunque sea solo una, ya hará que utilices otros ingredientes o de otras formas, y te dará nuevas ideas para tus platos del día a día, además de experiencia y confianza en tus dotes culinarias.

Elige platos que no suelas cocinar normalmente, compra los ingredientes unos días antes y ponte manos a la obra. Los domingos son un buen día para ello si no trabajas ese día.

3. Consume de forma más consciente

Ya que estamos, siempre que sea posible, cuando vayas a hacer la compra, fíjate en los envases, en el origen de los productos y en sus ingredientes. ¿De verdad necesitas todo ese plástico y la bandeja de poliestireno para unos pocos champiñones? ¿Hay legumbres de cercanía, que tienen menos huella ecológica? ¿Necesito realmente esta salsa que es un 20% azúcar?

Todo lo que puedas comprar a granel, mucho mejor. Son menos envases y, en el caso de las frutas y verduras, sale más barato.

Los productos de temporada y los de proximidad también tienen menor huella ecológica: no los tienen que traer desde la otra punta del mundo.

Y los productos procesados se pueden eliminar de la cesta de la compra y hacerlos en casa con las materias primas que elijamos. No te preocupes, hay recetas para prácticamente todo lo que busques, desde un ketchup sin azúcar hasta una mayonesa vegetal y otros aliños super sabrosos.

4. Aprovecha las sobras

Con lo que nos va sobrando de otros platos, podemos montar preparaciones totalmente nuevas. Puedes guardar tus sobras en un tupper en la nevera (si es para 2 o 3 días) o en el congelador. Prácticamente todo sirve. Por ejemplo:

  • Si te sobran unas cucharadas de crema de verduras, no las tires. Cuando hagas otra crema de verduras se lo añades.
  • El arroz, la quinoa y otros cereales te pueden salvar el día, sobre todo si no sabes qué prepararte para llevar al trabajo. Basta con mezclar los cereales cocidos con otras cosas que tengas por la nevera, como cremas, patés, sofritos o verduras que se puedan hacer rápidamente.

Si vas aprovechando todo lo que puedas las sobras, evitarás ir más frecuentemente a comprar, pensarás ideas mucho más creativas para tus comidas, ahorrarás dinero y generarás menos desperdicios. Todo ventajas, ¿no?

5. Usa los libros de cocina que tienes

Seguro que tienes al menos un libro de cocina (o un montón) que compraste, has hojeado alguna vez pero finalmente no has cocinado nada de lo que propone. Da uso a los libros de cocina, para eso están.

Elige recetas que te llamen la atención y cuyos ingredientes puedas encontrar fácilmente y hazlos. Apunta tus notas de la receta en un papel aparte y guárdalo con la receta (por ejemplo, notas adhesivas) para recordar cómo hiciste tu versión y cómo quedó, si en la receta original hay alguna errata o imprecisión, etc.

Hazlo con todos los libros de cocina que tengas y no compres más libros hasta que no hayas probado al menos una receta de cada uno.

Si necesitas ideas nuevas, hojea nuevos libros con la intención de hacer las recetas antes de comprarlos: mira si los ingredientes son comunes en tu zona, si puedes hacer en casa las recetas que propone, etc. no solo mires las fotos.

Mi resolución para este año es preparar más recetas y más variadas. Es complicado porque ya he tocado todos los palos, pero siempre hay cosas nuevas que probar e investigar. Así que os deseo un 2024 lleno de cosas ricas y buenas experiencias en la cocina ;)