Las zanahorias son originarias de la cuenca del Mediterráneo y del centro de Asia. Griegos y romanos les atribuían propiedades afrodisíacas, y destacaban por su color violáceo por fuera y amarillas en su interior. En Holanda, durante el siglo xviii, después de numerosas selecciones modificaron su color al emblemático anaranjado en honor a la Real Casa Holandesa de Orange.
Características de la zanahoria
La zanahoria es una planta bienal que durante su primer ciclo forma la raíz y las hojas y en el segundo florece y forma las semillas. En la raíz almacena grandes cantidades de azúcares como reserva para el momento de la floración. Esta es espectacular, como otras de la familia Apiáceas del huerto: apio, hinojo y perejil.
El tallo floral alcanza los 100 cm y está coronado por numerosas umbelas de flores blancas. De ahí el antiguo nombre familiar de umbelíferas.
Dependiendo del cultivo, la raíz puede ser de 10 a 30 cm de largo. Las más comunes son las de color anaranjado, pero las hay desde blancas, a amarillas y moradas. Su color revela su riqueza en carotenoides.
Las semillas de zanahoria
Las zanahorias son lentas en germinar ya que en su superficie tienen sustancias hidrosolubles que inhiben por un tiempo la germinación. Por lo tanto, si las dejas en remojo 24 horas y les renuevas el agua, el proceso se acelera.
De febrero a octubre, siembra directamente en el bancal en línea o al voleo a una profundidad de 0,5 a 1 cm. Como las semillas son pequeñas puedes mezclarlas con arena para favorecer su distribución homogénea en el suelo. Con 4 gramos de semillas puedes sembrar 10 m2. Después, riega con esmero para que las semillas entren en contacto estrecho con la tierra y el agua.
Crecimiento de las zanahorias
Cuando vayan creciendo las pequeñas zanahorias, clarea dejando una plantita cada 5-10 cm. Si no lo haces y crecen muy juntas, tendrás muchas mini zanahorias y aunque más tarde las retires, ya que lo engrosarán. Haz las siembras por tramos de 0,5 m y de forma escalonada cada 15 días. Esta estrategia te garantizará zanahorias siempre jugosas y disminuirá el riesgo de pérdidas si montan en flor ante un aumento brusco de temperatura.
Al inducirse la floración, las raíces se endurecen y se preparan para sostener y alimentar la vara floral.
Una forma natural de eliminar las hierbas espontáneas es preparar el suelo como si fueras a sembrar, pero sin hacerlo. Riega a diario, y a medida que van germinando las hierbas, las arrancas y las llevas al compost. Pasados unos 15 días, pon las semillas en la tierra, ahora solo germinarán las zanahorias, sin competencia.
Recolección de las zanahorias
Pasados unos 5 meses de la siembra, ya se pueden cosechar las zanahorias. Coge la planta desde la base y con la ayuda de la horca o de una pala descalza toda la planta.
Corta las hojas a ras del cuello, y si no consumes las zanahorias inmediatamente, almacénalas en un lugar fresco y aireado, nunca junto a patatas o manzanas ya que el etileno que estas producen acelera su deterioro y disminuye su dulzor. Refrigeradas se conservan perfectamente una o dos semanas.
Claves para unas zanahorias grandes
Estas son las principales necesidades de la zanahoria:
- Suelo: Profundo, de textura ligera, que retenga la humedad, de pH entre 5,8-7.
- Compost: No tolera el estiércol ni el compost fresco. La temperatura ideal, entre 16 y 18ºC.
- Luz: Prefiere una exposición a pleno sol. Tolera la sombra.
- Riego: Regular y frecuente, en especial después de trasplantar.
- Asociaciones: Con puerros, ajos y cebollas.
Cómo cuidar la raíz
Sigue estos consejos si quieres conseguir unas zanahorias sanas:
- Flor. Si falta agua y después se riega o llueve mucho, se raja y monta en flor.
- Tierra. A partir de los 45 días empieza a engrosar. Si la tierra no la cubre bien, le da la luz y aparece el «cuello verde».
- Orugas. Asociar zanahorias con puerros o cebollas previene el ataque por la oruga de la mosca de la zanahoria (Psila rosae).