Hay varias razones para buscar sustitutos al huevo. Las personas alérgicas a sus proteínas deben evitarlo y las que tienen el colesterol alto han de consumirlo con moderación.

Pero el motivo más frecuente para renunciar a este alimento es el respeto por la vida animal. Las gallinas ponedoras viven encerradas en jaulas y son sacrificadas a los dos años cuando podrían vivir hasta 15.

8 alternativas vegetales al huevo

​El huevo es un alimento con cualidades únicas en la cocina. Al calentarse la proteína se expande y coagula dando volumen a las preparaciones. Sin embargo, con las mezclas adecuadas de otros ingredientes se pueden conseguir resultados similares en cuanto a texturas, apariencias y sabores.

Por tanto, cocinar sin huevos huevos no tiene por qué ser un problema, aunque demasiadas recetas los incluyan. Estas son algunas soluciones rápidas según lo que quieras conseguir. Elige la mejor opción según tu caso:

  • Para dar volumen: sustituye el 25% del líquido de la receta por agua con gas (¡cuidado con el contenido en sales!).
  • Para conferir ligereza: añade media cucharadita de bicarbonato cuando utilices fruta para reemplazar el huevo. Hará que el resultado sea menos denso.
  • Para ligar ingredientes: recurre a la pasta de tomate, el almidón de patata y los purés de calabaza u otras frutas.
  • Para dar esponjosidad: añade bicarbonato, levadura en polvo, vinagre, zumo de limón o de naranja.

A continuación se proponen también varias preparaciones que pueden ser interesantes para aligerar de calorías las recetas (un solo huevo aporta unas 70) y añadir variedad de sabores y nutrientes a los menús habituales.

1. Mezcla vinagre y bicarbonato

Al mezclar un ingrediente ácido como el vinagre de manzana o el zumo de limón con bicarbonato a partes iguales se liberan burbujas de dióxido de carbono que ayudan a leudar y a hacer más ligeras magdalenas, bizcochos y tartas.

2. Semillas de lino con agua

Cuando se dejan unas semillas de lino molidas en agua, la fibra se transforma en una gelatina capaz de amalgamar todos los ingredientes de una receta, de la misma manera como lo hace el huevo, dándole además una textura jugosa.

Para reemplazar cada huevo se mezcla con una batidora una cucharada de semillas de lino y tres de agua. Se espera una media hora hasta que la mezcla adquiera una textura gelatinosa y se añade una pizca de bicarbonato. Quedará lista para utilizarla en galletas, tortitas, crepes y tartas que no lleven fruta.

3. Plátano maduro

Medio plátano machacado equivale a un huevo y sirve para ligar los ingredientes de una receta y dar jugosidad al resultado. Es una buena opción cuando no importa que se aprecie el sabor del plátano, como en tartas y bizcochos.

4. Compota de manzana

Ofrece menos sabor que el plátano y más jugosidad. Si se recurre a esta solución, se puede reducir un poco la cantidad de grasa que indique la receta, con lo que obtendremos un resultado más ligero. Hay que utilizar una compota sin azúcar y la cantidad recomendable es de 60 gramos por cada huevo, que sumarán 45 calorías.

Es una buena opción para tartas húmedas.

5. Tofu sedoso

Es el queso de soja menos firme, que puede batirse hasta quedar como una crema. Se utilizan 60 g por huevo en pudines, quiches, natillas, mousses, rellenos de tartas o tartas de queso y similares que quedarán agradablemente densas y cremosas.

6. Kuzu, arrurruz o maicena

Estas harinas se pueden disolver en agua (dos cucharadas por cada una de harina para obtener una cantidad equivalente a un huevo) y calentarse hasta que la mezcla espese. Luego se junta con el resto de ingredientes en la elaboración de natillas y otros postres.

7. Leche de soja

Puede utilizarse para dar brillo a brioches, tartas o empanadas. Sólo hay que pintar las superficies antes de hornear. Una cucharada grande de yogur de soja también puede utilizarse como sustituto en preparaciones como pastelitos y magdalenas.

8. Agar agar

Con esta alga, que se comercializa en forma de polvo, copos o láminas, se obtiene una gelatina transparente que se mezcla con agua templada (a razón de tres cucharadas por cada una de gelatina) para obtener un sucedáneo de clara de huevo.

Solo hay que añadirlo al resto de ingredientes de la masa en la elaboración de pasteles y similares, que resultarán enriquecidos con yodo, calcio y hierro.

Receta de bizcocho de vainilla

En este ejemplo de receta sin huevo, ideal para empezar a practicar, se recurre al tofu, la leche de soja, el arruruz y el bicarbonato para lograr la esponjosa consistencia que suele dar el huevo al bizcocho:

Ingredientes:

  • 120 ml de yogur de soja con sabor a vainilla
  • 120 ml de tofu sedoso
  • 180 ml de leche de soja
  • 250 ml de azúcar
  • 120 ml de aceite de girasol
  • 10 ml de esencia de vainilla
  • 450 ml de harina integral
  • 45 ml de arrurruz en polvo
  • 1,5 cucharaditas de levadura química
  • media cucharadita de bicarbonato
  • media cucharadita de sal
  • media cucharadita de ralladura de limón y otra de naranja

Preparación:

  1. Mezcla en un bol el yogur, el tofu, la leche de soja, el azúcar, el aceite, las ralladuras y la esencia de vainilla, y bate con las varillas durante dos minutos hasta obtener una masa ligera.
  2. Incorpora a la mezcla la harina tamizada, el arrurruz, la levadura, el bicarbonato y la sal. Mezcla todo con una espátula de silicona y luego bate con las varillas hasta que se forme una masa espesa.
  3. Vierte la masa en el molde e introdúcela en el horno a 165 °C, hasta que al pincharlo el palillo salga limpio.