Para elaborar tu propio aceite de masaje precisas de lo que se denomina un “aceite base”, que es el ingrediente principal. El más frecuentemente utilizado es el aceite de almendras dulces. Pero también puede ser aceite de coco, de olliva, de sésamo, de jojoba o de pepita de uva. Estos aceites se consideran neutros. No tienen un aroma demasiado intenso.
Se puede hacer un masaje únicamente con el aceite base, pero si le añades aceites esenciales aprovecharás las propiedades de sus principios activos. Por tanto, nos interesa elegir aceites esenciales con cualidades relajantes. Si estás embarazada quizá sea buena idea hacerte el masaje solo con el aceite base.
Elige aceites de calidad para tu mezcla de relajación
Ten en cuenta que tanto el aceite base como los aceites esenciales deben ser de gran calidad, pues son absorbidos por la piel. Deben ser puros al cien por cien, mejor si son de producción ecológica y, si surge la oportunidad, de comercio justo. Así te aseguras de que el cultivo de las plantas no ha perjudicado el medio ambiente y de que los trabajadores no han sufrido malas condiciones laborales.
Si deseas la máxima calidad, elige aceite quimiotipados. Este tipo de aceites son los que usan actualmente la mayoría de aromaterapeutas. Su característica es que el fabricante garantiza un contenido estandarizado de principios activos.
Tú decides cuanta cantidad de aceite de masaje quieres hacer. Si te decides por pequeñas cantidades entonces podrás probar nuevas mezclas más a menudo.
Una vez realizada la mezcla es conveniente hacer un test de tolerancia en una pequeña zona de piel y así sabrás si los ingredientes son adecuados para ti. Puedes hacer esta prueba en la muñeca o en la nuca, zonas especialmente sensibles. Si la piel se irrita, probablemente se trata de una reacción alérgica. En ese caso es mejor que pruebes con otros aceites.
Los aceites esenciales no se deben aplicar nunca en la piel sin diluirlos. La regla general es que por cada 100 ml de aceite base se añaden de 10 a 20 gotas de aceites esenciales.
Mezcla relajante de aceites esenciales
- 100 ml de aceite de almendras dulces
- 5 gotas de aceite esencial de melissa
- 5 gotas de aceite esencial de lavanda
Además:
- Un pequeño frasco de cristal marrón
- Un embudo
Así se hace el aceite:
- Mete el aceite base con ayuda del embudo en la botella de cristal.
- Añade con un gotero o directamente del botellín los aceites esenciales.
- Cierra bien el frasco y agita vigorosamente.
- Guarda el aceite de masaje en un lugar fresco y oscuro. De esta manera se conservará varios meses.