El lavavajillas es un electrodoméstico imprescindible. No solo te ahorra mucho tiempo, sino que ahorra muchísima más agua: al día puedes gastar hasta 30 litros menos de agua que si los lavas a mano. 

Sin embargo, después de cada ciclo de lavado, los restos de comida, la grasa y la cal no se eliminan completamente, sino que en parte se depositan en la máquina.

El resultado es que el filtro y los brazos aspersores se obstruyen y la vajilla deja de salir limpia. Además, pueden proliferar bacterias, hongos o moho nocivos para la salud; el lavavajillas comienza a oler mal y el consumo de energía aumenta.  

Por tanto, es fundamental limpiar y descalcificar la máquina con regularidad.

cómo limpiar el lavavajillas paso a paso

Paso 1: Limpiar el filtro del lavavajillas

La mayoría de los residuos se acumulan en el filtro que se encuentra en el fondo del lavavajillas. Por tanto, conviene limpiarlo a fondo.

  1. Para ello, retira el filtro de acuerdo con el manual del fabricante.
  2. Retira la suciedad con un cepillo de dientes o un cepillo específico para lavavajillas.
  3. Enjuaga el colador con un poco de agua y vuelve a meterlo en la máquina.

Paso 2: Limpiar los brazos aspersores

Los brazos aspersores distribuyen el agua por toda la máquina durante el proceso de aclarado. Si las boquillas de salida están bloqueadas por la cal, la vajilla ya no podrá quedar limpia.

  1. Para limpiarlos, sácalos de la máquina (sigue las instrucciones del fabricante) y retira con cuidado la suciedad de los agujeros con un punzón fino metálico o de plástico. Al desmontarlos, no hagas fuerza o movimientos bruscos. En algunos modelos de lavavajillas, los brazos aspersores se pueden abrir, lo que facilita su limpieza.
  2. Luego, descalcifica los brazos aspersores con ácido cítrico o vinagre (ver más abajo) y vuelve a montarlos en el lavavajillas.

Paso 3: limpiar las juntas

  1. Las juntas de la puerta del lavavajillas garantizan que no salga agua de la máquina. Sin embargo, los restos de comida pueden quedar atrapados en sus recovecos.
  2. La suciedad más ligera se puede eliminar con un paño húmedo y un agente de limpieza o producto doméstico (ver más abajo).
  3. Elimina la suciedad rebelde y los residuos secos con un cepillo de dientes. También puedes utilizar un limpiador a vapor para limpiar las juntas.

Paso 4: limpia el lavavajillas sin llenarlo

Una vez que hayas limpiado las partes internas del dispositivo, debes dejar que la máquina se lave una vez vacía.

Lo mejor es utilizar un programa con temperatura alta. Para una descalcificación eficaz se debe utilizar también un producto de limpieza especial o un remedio casero adecuado.

estos remedios caseros harán que vuelva a limpiar

Con estos remedios caseros podrás limpiar tu lavavajillas de una forma respetuosa con el medio ambiente y económica.

1. Ácido cítrico

El ácido cítrico actúa especialmente bien contra la cal y las bacterias, así como contra los olores desagradables en el lavavajillas. Cómo usarlo:

  1.  Disuelve unas cucharadas de ácido cítrico en polvo en agua y úsalo para limpiar el interior del lavavajillas. También puedes utilizar ácido cítrico líquido inmediatamente.
  2.  Vierte un poco de solución de ácido cítrico en el fregadero y sumerge los brazos rociadores en ella. Luego vuelva a colocarlos en el lavavajillas.
  3.  Coloca 10 cucharadas de ácido cítrico en polvo o líquido en el lavavajillas y ejecuta un programa de temperatura media sin platos. Ten precaución: si el ácido cítrico se calienta demasiado, se forma citrato de calcio, que forma depósitos.

2. Vinagre de limpieza o vinagre de mesa

El vinagre tiene un efecto antibacteriano y disuelve la cal y la suciedad con su ácido. Para limpiar el lavavajillas:

  1.  Mezcla 100 ml de vinagre o 2 - 3 cucharadas de esencia de vinagre con 100 ml de agua y limpia con él el interior del lavavajillas.
  2.  Para descalcificar los brazos rociadores, llena el fregadero con agua, añade unos 300 ml de vinagre o 100 ml de vinagre de limpieza y sumerge los brazos en él.
  3. Pon una taza de vinagre o media taza de vinagre de limpieza en el compartimento superior del lavavajillas y ponlo a funcionar a alta temperatura sin platos.

Atención: No limpies las juntas con vinagre, ya que puede perjudical el material y favorecer que se rompan.

3. Bicarbonato de sodio

El bicarbonato de sodio es especialmente eficaz contra las manchas y depósitos difíciles y también elimina los olores desagradables en el lavavajillas.

  1.  Distribuye 3 cucharadas de bicarbonato de sodio en polvo en el lavavajillas.
  2.  Ejecuta un programa de lavado a alta temperatura.
  3.  El bicarbonato de sodio por sí solo no es suficiente para descalcificar. Para ello necesitarás recursos adicionales.

Bicarbonato de sodio + ácido cítrico o vinagre concentrado

El bicarbonato de sodio combinado con ácido cítrico o vinagre actúan contra la cal. Sin embargo, el bicarbonato de sodio y el ácido no deben combinarse directamente, de lo contrario sus efectos se neutralizarán entre sí. Así es como debes hacerlo:

  1.  Distribuye 4 o 5 cucharadas de bicarbonato de sodio en el lavavajillas y vierte 2 cucharadas de vinagre de limpieza o ácido cítrico en el compartimento del detergente.
  2.  Elige un programa corto sin prelavado. Sólo cuando el bicarbonato de sodio ha tenido la oportunidad de actuar, se abre el compartimento con el ácido.

 Atención: Al final del programa, espera hasta que el lavavajillas se haya enfriado un poco, ya que el vinagre o el vapor de limón pueden ser agresivos para la nariz.

cómo prevenir la acumulación de residuos

Si deseas tomar medidas preventivas contra la calcificación, puedes poner periódicamente la piel de un limón exprimido en el cesto de los cubiertos para que ejerza su efecto durante un programa de lavado normal. 

Además, realiza regularmente una descalcificación y limpieza exhaustiva.