Cada vez más personas planifican sus viajes para disfrutar de las bonitas floraciones que nos regala la naturaleza entre finales de invierno y mediados de primavera. ¿Y si pudieras disfrutar de una pequeña muestra de ello sin salir de casa?
La presencia de árboles con flores espectaculares hacen que tu jardín sea tu orgullo y la admiración de todos. Los árboles en flor son aliados muy valiosos para aportar color y encanto a tu espacio exterior. Son también, y sobre todo, una fuente de alegría y serenidad.
La belleza de las flores te reconcilia con la existencia, te muestra la suerte que tenemos de vivir en este mundo habitado por una naturaleza tan creativa y generosa, pero los árboles con flores no solo son bonitos, sino que favorecen la biodiversidad al ofrecer alimento y refugio a los insectos polinizadores.
Para hacer la elección correcta es fundamental tener en cuenta la necesidad de luz solar, la tolerancia al frío o incluso el periodo de floración. Vamos a descubrir los árboles más bonitos que pueden vivir en tu jardín.
1. Almendro: bienvenida a la primavera
El almendro (Prunus dulcis) es uno de los primeros en florecer, a mediados o finales de febrero, avisándonos que la primavera está a la vuelta de la esquina.

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Con sus delicadas flores blancas o rosas, este árbol es un auténtico espectáculo visual. Además de embellecer su jardín, también ofrece deliciosas frutas enteras en el punto óptimo de su floración. Si has probado alguna vez almendras directamente recogidas del árbol, sabrás que es un auténtico placer.
Pero recuerda que al almendro le encanta el sol y odia el frío, así que ¡asegúrate de plantarlo en el lugar adecuado!
2. Árbol del amor: Floreciendo sin límites
Cercis siliquastrum, comúnmente llamado árbol del amor, ciclamor o algarrobo loco, es conocido por sus inusuales flores que explotan durante los meses de abril y mayo creando un efecto mágico.

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Las flores se asemejan a pequeñas mariposas, que ofrecen un toque fascinante a tu jardín.
Este árbol es ideal para jardines pequeños gracias a su modesto tamaño, alcanzando un máximo de 10 metros de altura. En primavera se desarrolla rápidamente y requiere un mantenimiento mínimo: ¡florecerá año tras año! Además, proporciona una sombra estupenda.
3. naranjo amargo: una fragancia única
El Citrus x aurantium, comúnmente conocido como naranjo amargo, adorna muchas calles de Sevilla y otras ciudades españolas. Las flores blancas y muy fragantes, conocidas como azahar, aparecen entre marzo y abril.

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El naranjo amargo prefiere climas cálidos y templados, y requiere una exposición solar plena. Es moderadamente tolerante al calor y a períodos de sequía, pero es sensible a heladas fuertes.
Las frutas de este precioso frutal no se comen frescas, pero se pueden utilizar para elaborar mermeladas o destilar el aceite esencial.
4. Laburnum: Una cascada de flores amarillas
El laburnum, también conocido como falso ébano, fascina con sus cadenas de flores amarillas agrupadas, que aportan una luz cálida y soleada a su jardín. Sus flores son muy fragantes y atraen a muchos polinizadores. Es, además, un árbol que te dará buena sombra en verano.

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El Laburnum anagyroides enraíza fácilmente y no requiere mucho mantenimiento. Requiere suelo bien drenado y exposición plena a la luz. Tolera temperaturas de hasta -20 °C, es muy resistente y adaptable, incluso en ambientes más contaminados.
5. Flamboyán: uno de los árboles más coloridos del mundo
El flamboyán (Delonix regia), también conocido como ponciana o árbol de fuego, es un árbol tropical de gran belleza y rápido crecimiento, originario de Madagascar. Su porte es elegante, con un tronco estilizado y una copa ancha que proporciona una excelente sombra.

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Su follaje es de un verde intenso y su floración espectacular: las flores aparecen en primavera y verano en forma de racimos llamativos, con pétalos grandes y ondulados de color rojo intenso o anaranjado, aunque existen variedades de flores amarillas.
Este árbol requiere un clima cálido y libre de heladas, ya que no tolera temperaturas por debajo de los 5 °C. Se desarrolla mejor en suelos bien drenados y expuestos al sol directo, pues necesita mucha luz para florecer en todo su esplendor. Se recomienda podarlo con cuidado para dar forma a la copa y fortalecer su estructura.
6. Magnolias: clásicos del jardín
Existen magnolias de varios tamaños. Ya sea que elijas un pequeño arbusto o un árbol majestuoso como la Magnolia grandiflora, con sus flores blancas, es siempre espectacular y elegante.

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La magnolia estrellada (Magnolia stelleta), famosa por su delicadeza, es una elección segura que reinará en tu jardín.

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Para aprovechar al máximo su belleza, elige un lugar soleado y combínala con otras flores de colores vibrantes para ofrecer un contraste visual atractivo.
7. Mimosa: Pompones de invierno
La mimosa (Acacia dealbata) alegrará tu jardín a partir de finales de año. Con sus pompones de color amarillo brillante, aporta un toque de alegría y llena el aire con su dulce fragancia. Su delicado follaje se combina fácilmente con otras plantas, creando un jardín sereno y acogedor.

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Para realzar tu mimosa, puedes combinarla con rosas o geranios, con los que crearán un bonito contraste. Esta mezcla complementará la elegancia de la mimosa y aportará diversidad de colores y texturas a su jardín.
Este árbol prefiere los climas cálidos.
8. Paulownia: pura majestuosidad
La Paulownia tomentosa es un árbol todavía poco conocido que merece atención, sobre todo si tienes espacio para un árbol imponente.

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Su floración en primavera es un auténtico espectáculo con sus flores de color púrpura en forma de campana.
Elige un lugar soleado y proporciónale tierra fresca y bien drenada. Recuerda dejarle espacio para que puede alcanzar una gran altura.
9. Jacarandá: exhibición floral
La Jacaranda mimosifolia, con sus vistosas flores en forma de trompeta de color azul lavanda, es probablemente es uno de los árboles más hermoso que se pueden tener en el jardín.

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Su despliegue floral es impresionante de mayo a junio. Además, sus hojas plumosas contribuyen a su atractivo.
Aunque es originario de Argentina y Bolivia, es uno de los árboles ornamentales emblemáticos de las Islas Canarias.
10. Cerezo japonés: ritual de primavera
Prunus serrulata es famoso por su floración coincidiendo con el inicio de la primavera, cuando se cubre de delicadas flores rosadas o blancas que parecen nubes suspendidas en el aire. Su porte elegante y su follaje otoñal rojizo lo convierten en un árbol ornamental excepcional.

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Lo ideal es plantarlo en un lugar soleado y protegido del viento, con un suelo bien drenado y rico en materia orgánica. Para mantener su esplendor, es importante podarlo después de la floración y asegurarse de que el suelo conserve la humedad sin encharcarse.
11. Peral: flores bellas, además de frutos
Pyrus communis es un árbol frutal que, además de proporcionar deliciosas peras, regala una hermosa floración en primavera con racimos de flores blancas que atraen a los polinizadores. Su follaje otoñal en tonos dorados añade otro atractivo visual al jardín.

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Prefiere ubicaciones soleadas y suelos fértiles con buen drenaje. Para una cosecha abundante, es recomendable una poda anual en invierno y asegurarse de que reciba suficiente riego durante los meses más secos.
12. Acacia de Constantinopla
Albizia julibrissin es una opción ideal para quienes buscan un árbol de aspecto exótico. Sus flores sedosas de color rosa pálido a intenso, junto con su follaje ligero y plumoso, le confieren una belleza etérea.

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Este árbol es resistente a la sequía y crece mejor en suelos bien drenados y exposiciones soleadas. No requiere mucha poda, solo eliminar ramas secas para mantener su forma.
13. Árbol de Júpiter: elige tu color
Es un espectáculo de color durante el verano, con racimos de flores en tonos rosa, lila, rojo o blanco que contrastan con su corteza lisa y decorativa.

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Lagerstroemia indica prefiere climas cálidos y soleados, con suelos bien drenados. La poda en invierno estimula una floración más abundante, y aunque es resistente a la sequía, agradecerá riegos moderados en épocas de calor extremo.
14. Falsa acacia: flores en racimos
Es un árbol de rápido crecimiento que se cubre en primavera de racimos colgantes de flores blancas, de aroma dulce y embriagador.

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Tolera bien diferentes tipos de suelo, pero prefiere los secos y arenosos. Es importante controlar su crecimiento, ya que tiende a extenderse con facilidad mediante retoños.
También es recomendable podar la Robinia pseudoacacia después de la floración para mantener su forma.
15. Árbol orquídea o pata de vaca
Bauhinia variegata es una opción muy atractiva para los amantes de lo exótico. Sus flores en forma de orquídea, de color blanco o rosado, son un deleite para la vista y atraen a los insectos polinizadores.

La bauhinia puede alcanzar una gran altura, pero también se adapta al crecimiento en maceta.
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En nuestro país, para resistir el invierno necesita un clima templado o cálido como el que se da en el litoral de Andalucía y Murcia o en las Islas Canarias. En otras zonas más frías puede adaptarse en un invernadero.
16. Jabonero de China
Koelreuteria paniculata es un árbol de gran atractivo, con racimos de flores amarillas en verano que dan paso a frutos parecidos a linternas de papel. Su follaje otoñal dorado lo convierte en una verdadera obra de arte natural.

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Se adapta bien a diferentes tipos de suelo y tolera la sequía, pero crece mejor en lugares soleados con riego moderado. Una poda ligera al final del invierno ayudará a mantener su porte armonioso.
Requiere protección de los fríos fuertes cuando es joven.
17. El árbol del paraíso
Melia azedarach se viste de gala en primavera con racimos de pequeñas flores lilas de un aroma dulce y penetrante. En otoño, sus frutos dorados le añaden otro toque decorativo.

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Es una especie resistente que prospera en suelos bien drenados y a pleno sol. Aunque soporta bien la sequía, se beneficiará de riegos ocasionales en periodos prolongados de calor.
18. Granado: un árbol único
Punica granatum es un árbol que no solo encanta con sus flores de color rojo anaranjado en primavera y verano, sino que además regala los deliciosos frutos muy beneficiosos para la salud.

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Es resistente y se adapta a diferentes tipos de suelo, siempre que tengan buen drenaje. Prefiere el sol pleno y agradece una poda anual para fortalecer su estructura y mejorar la producción de frutos.
19. El árbol de fuego
Brachychiton acerifolius hace honor a su nombre con su espectacular floración roja intensa que cubre el árbol antes de que aparezcan sus hojas.

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Es una opción inteligente para jardines amplios en climas templados y cálidos, con suelos bien drenados y exposición soleada. Tolera bien la sequía una vez establecido y requiere poca poda.
20. Árbol de la gloria de Colville
Colvillea racemosa es un árbol oriundo de Madagascar que exhibe unas largas espigas de flores anaranjadas que parecen llamaradas en pleno verano. Es ideal para climas cálidos y soleados, donde pueda crecer sin restricciones.

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Necesita un suelo fértil y bien drenado, con riegos moderados durante la época seca. Una poda ligera después de la floración ayudará a mantener su estructura compacta.