Unos niveles altos de colesterol pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares. La alimentación juega un papel importante en el control de los niveles de colesterol. Seguro que has escuchado muchas veces que alimentos de origen animal como la carne roja o procesada o los lácteos enteros aumentan el colesterol. Pero ¿y las frutas? ¿hay frutas malas para el colesterol?
¿Qué es el colesterol?
Antes que nada, hay que hablar de qué es el colesterol. Se trata de una sustancia similar a la grasa que produce nuestro hígado y que también obtenemos al comer productos de origen animal como la carne roja o los lácteos.
Desempeña un papel importante en la producción de hormonas, vitamina D y la bilis necesaria para digerir las grasas. También es un componente esencial de nuestras células.
El colesterol no se mezcla bien con líquidos como la sangre y es transportado por unas partículas llamadas lipoproteínas. Hay de dos tipos: las lipoproteínas de baja densidad (LDL) y las de alta densidad (HDL). Las LDL se conocen como colesterol “malo” porque se asocian con la acumulación de placa en las arterias; mientras que las HDL se denominan colesterol “bueno” porque ayudan a eliminar el exceso de colesterol del cuerpo.
Cuando consumimos demasiado colesterol, nuestro cuerpo lo compensa reduciendo la cantidad que produce naturalmente. Por el contrario, cuando la ingesta de colesterol en la dieta es baja, aumenta la producción de colesterol para garantizar que siempre haya suficiente.
No obstante, cuando los niveles de colesterol no están entre los límites que se consideran normales (el LDL menos de 100 mg/dl; el HDL, 50 mg/dl o superior, y el total entre 125 y 200 mg/dl), las células no son capaces de absorber el colesterol que circula por la sangre y el exceso se va depositando en la pared de las arterias y provoca su estrechamiento progresivo, que puede acabar provocando aterosclerosis y problemas cardiovasculares como un ataque al corazón o un accidente cerebrovascular.
Aunque durante años se creyó que los alimentos ricos en colesterol, como los huevos, eran muy perjudiciales, las últimas investigaciones indican que el colesterol de la dieta no afecta significativamente los niveles de colesterol. Los alimentos que aumenta más el colesterol son los ricos en grasas saturadas y trans.
¿Hay frutas malas para el colesterol?
La fruta es beneficiosa para la salud del corazón debido a su alto contenido de fibra y nutrientes saludables y son muchas las que pueden ayudar a bajar los niveles de colesterol: por ejemplo, las manzanas, las uvas, las fresas o los cítricos son ricos en pectina, un tipo de fibra soluble que reduce el colesterol LDL (el malo).
De hecho, ninguna fruta es específicamente mala para el colesterol, aunque tal vez convenga moderar el consumo de algunas preparaciones cuando los niveles de colesterol son altos.
Zumos de frutas
Los zumos de fruta comerciales a menudo tienen azúcares añadidos y no contienen la misma fibra que las frutas enteras.
Tomar demasiados zumos de este tipo puede favorecer unos niveles más altos de azúcar en sangre y contribuir al aumento de peso, lo que puede afectar indirectamente a los niveles de colesterol.
Hay que tener en cuenta que la obesidad y el sobrepeso se asocian a niveles elevados de colesterol y triglicéridos (un tipo de grasa presente en la sangre). Unos niveles altos de triglicéridos suelen ir acompañados de niveles más bajos de colesterol "bueno”.
Además, el consumo de zumos con azúcares añadidos puede provocar picos de azúcar en sangre, que pueden desencadenar la producción de insulina y afectar el metabolismo del colesterol.
Fruta en almíbar
La fruta en almíbar también contiene azúcar añadido, lo que aumenta el contenido calórico y de azúcar de la fruta. Si se consume en exceso puede contribuir al aumento de peso, a niveles elevados de azúcar en la sangre y afectar, indirectamente, a los niveles de triglicéridos y colesterol.
Conviene moderar el consumo o eliminarlo de la dieta si hay que controlar los niveles de colesterol y optar por fruta enlatada en su propio jugo o, mejor aún, por fruta fresca.