Solemos relacionar la práctica del yoga con conceptos como flexibilidad, fuerza o resistencia muscular. Sin embargo, no prestamos tanta importancia a sus efectos en la mente y el estado de ánimo, lo cual constituye un grave error, ya que todos los estilos de yoga, tanto los que son más físicos, como el Hatha yoga, el Iyengar yoga o el Power Yoga, como los que son más energéticos, como el Kundalini yoga o el Anusara o yoga del corazón, persiguen el mismo objetivo: acallar las fluctuaciones de la mente. 

Con este mismo objetivo, además de las posturas y la respiración, el yoga ofrece numerosos ejercicios como la Hoja que cae (Falling leaf) que constituyen una propuesta casi "mágica" para acabar con el cansancio, reducir el malestar emocional e incrementar la sensación de plenitud.

El poder de una sola hoja

Este ejercicio de relajación consiste en imaginar la caída de una hoja y simular su movimiento con nuestro cuerpo. A continuación, encontrarás las indicaciones para realizar el ejercicio en casa. Comprobarás que es muy sencillo y eficaz:

  • Elige un lugar cómodo y tranquilo, donde sepas que nada ni nadie te va a interrumpir en los próximos 20 minutos. 
  • El ambiente es importante. Procura que la iluminación sea natural y tenue, y que la temperatura sea suave, ni frío ni calor. 
  • Ten a mano una mantita, ya que es posible que baje tu temperatura corporal y sientas algo de frío. 
  • Puedes sentarte en suelo, o bien en una silla cómoda que te permita tener la espalda recta. Si optas por el suelo, puedes coger un taco y sentarte sobre él, ya que te ayudará a mantener la espalda recta. 
  • Sentada en la silla, coloca las manos sobre los muslos y cierra los ojos.
  • Asegúrate de que los pies están perfectamente apoyados en el suelo (que no te cuelguen las piernas).
  • Las piernas deberían estar ligeramente separadas, los hombros relajados y la mirada al frente.
  • Respira lenta y profundamente por la nariz. Procura hacerlo con el diafragma. Sus efectos son mucho más beneficiosos. 
  • Cierra los ojos e imagina cómo cae una hoja de un árbol. 
  • Imita la trayectoria de la hoja cayendo al suelo con balanceos suaves de tu cuerpo.
  • Centra toda tu atención en este pensamiento al mismo tiempo que continúas respirando suavemente. 
  • Sé consciente de lo agradable del momento, del entorno y de cómo te está haciendo sentir. 

reduce el estrés y combate el insomnio

El ejercicio de la "Hoja que cae" tiene unos beneficios directos sobre la mente que se concretan en un estado de paz interior inmediata. Ahora bien, si lo que quieres es un cambio más duradero y profundo, es imprescindible que hagas este ejercicio con regularidad. Si puedes hacerlo cada día, mucho mejor. Piensa que solo necesitas unos 20 minutos. 

Estos son los beneficios que obtendrás si eres constante:

  • Reduce el estrés y la ansiedad. 
  • Alivia la tensión muscular.
  • Mejora la capacidad de concentración.
  • Aumenta la claridad mental. 
  • Ayuda a conciliar el sueño y a disfrutar de un sueño de calidad. 
  • Incrementa la sensación de bienestar general.
  • Ayuda a controlar la tensión arterial.

haz que sea aún mejor

Gracias al ejercicio de "la hoja que cae" es posible encontrar un camino hacia la serenidad y la paz interior. Algo, sin duda, muy valioso. Sin embargo, la experiencia todavía puede ser superior. 

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Postura del árbol.

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Para ello, puedes añadir una postura antes del ejercicio. Los expertos recomiendan una postura de equilibrio, como la postura del árbol o Vrikshasana. Es una asana que requiere sobre todo, concentración. Lo que ocurre es que cuando practicamos esta postura, estamos, de algún modo, preparando la mente para el ejercicio de "la hoja que cae". No es imprescindible, pero merece la pena, ya que potencia los resultados.

¿Cómo hacer la postura del árbol? 

  • Colócate descalza sobre una esterilla.
  • Mantén la espalda recta y busca un punto en el que fijar la vista.
  • Siente que los pies están firmemente enraizados.
  • Activa el core.
  • Levanta la pierna y apoya la planta el pie en el lado interno de la otra pierna. Ayúdate con la mano para colocar la pierna.
  • Una vez colocada la pierna, si te sientes segura, eleva los brazos por encima de la cabeza y junta las puntas de los dedos.  
  • Mantén la postura entre 10 y 15 segundos. No te preocupes si pierdes el equilibrio y caes. Inténtalo de nuevo.
  • Baja la pierna y repítelo con la otra. 

Ahora tu mente se encuentra mucho más tranquila, serena y receptiva. Podría decirse que está en "su punto" para llevar a cabo el ejercicio de la hoja que cae y obtener los mejores resultados. 

También ayudan las asanas de extensión de la columna, como la postura del gato-vaca, la esfinge o la cobra.

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