Uno de los aspectos más importantes para iniciarse en cualquier nueva rutina deportiva, y sobre todo, para no abandonarla al poco tiempo, es que nos guste. Esta afirmación se concreta en el concepto de adherencia. La continuidad, tanto en las dietas, como en los entrenamientos, es la clave del éxito.
Partiendo de esta idea, la alternancia de distintas disciplinas puede ser de gran ayuda para mantener la motivación. Para evitar la monotonía, te proponemos que incorpores el barre a tus entrenamientos semanales.
¿QUÉ ES EL BARRE?
El barre combina técnicas de distintas disciplinas: ballet, pilates y yoga, junto con otros ejercicios de fuerza. En esta clase de ejercicios ocupan un lugar principal los estiramientos, la fuerza, la flexibilidad y el equilibrio. En definitiva, es una disciplina muy completa que proporciona grandes beneficios.
Entre todos ellos, la tonificación muscular es, probablemente, el más destacable. Este fortalecimiento se puede apreciar tanto en las piernas, como el core y los brazos. Además, como consecuencia, la corrección postural es otro de sus puntos fuertes.
Por otro lado, la mayoría de los ejercicios son de bajo impacto, lo cual es perfecto para evitar tensiones musculares innecesarias y peligrosas, que podrían desencadenar molestias, e incluso lesiones.
Fuerza, flexibilidad y equilibrio
Uno de los principales beneficios del barre es que la mayoría de sus ejercicios son de bajo impacto. Esto hace que sea una de las opciones más convenientes para aquellas personas que tienen que cuidar sus articulaciones, y en general, para la mujeres de más de 50 años, que debido a la bajada de estrógenos están experimentando una pérdida de masa ósea.
Además del bajo impacto sobre las articulaciones, su capacidad para fortalecer la musculatura y su poder para estilizar la figura, son algunos de los efectos más evidentes, pero no son los únicos. La lista de beneficios es mucho más larga. A continuación encontrarás algunos de los más destacables:

Dos de los beneficios del barre son el incremento de fuerza y la mejora del equilibrio.
iStock
- Aumenta la flexibilidad. Gracias a las posturas y estiramientos que debemos hacer durante una clase de barre, este tipo de ejercicio mejora especialmente la flexibilidad y la movilidad articular. Además, muchas de estas posturas nos obligan también a trabajar el equilibrio.
- Corrige la postura. Todos sus ejercicios se centran en la alineación corporal, siendo un tipo de entrenamiento exigente en cuanto a técnica. Esto nos ayuda a ser más conscientes de nuestro cuerpo y, a largo plazo, nos permite corregir la postura.
- Alivia el estrés. Sus posturas y ejecución lenta y pausada contribuyen a reducir el estrés y generar una sensación de relajación, que se ven intensificadas por medio de la respiración consciente y la conexión entre cuerpo y mente, que son elementos esenciales del barre.
- Es divertido. Parece un beneficio sin importancia, pero no es así. Pasarlo bien mientras hacemos ejercicio es esencial para que nos mantengamos constantes en su práctica. Y esta fórmula, que combina diversos deportes, música, pelotas de pilates y otros elementos llamativos, es ideal para mejorar la adherencia al deporte por medio de la satisfacción personal y la diversión.
3 EJERCICIOS DE BARRE para PRACTICAR EN CASA
Ahora que ya tienes algunas nociones de barre, puedes intentar ir a la práctica, que es de lo que se trata. En esta disciplina es especialmente importante que un profesor te guíe y te dé las pautas para realizar los ejercicios. De lo contrario, existe el riesgo de que se creen tensiones innecesarias que podrían acabar en molestias e incluso lesiones musculares. Por eso, lo mejor sería que buscases en tu ciudad algún gimnasio o centro especializado en el que puedan guiarte durante el entrenamiento. Pero si quieres empezar a practicarlo en casa, estos son algunos ejercicios que puedes incluir en tu rutina diaria para dar tus primeros pasos en el barre.
Elevaciones de talones
En este ejercicio se trabajan los gemelos y los tobillos. Junta los pies y eleva lentamente los talones del suelo. Mientras, mantén los abdominales activos. Permanece en esa postura unos segundos y vuelve a bajar los talones al suelo. Repite 10 veces por serie.
Pliés

El plié (con elevación de talones) favorece la apertura de caderas.
iStock
Este ejercicio trabaja especialmente las piernas y los glúteos. Para ejecutarlo, colócate de pie, de lado a la barra, abriendo ligeramente las piernas (un poco más de la anchura de las caderas), y con los pies apuntando con los dedos hacia fuera.
Baja lentamente doblando las rodillas (plié). Mantén la espalda recta y el torso erguido. Luego vuelve a la posición inicial. Repite 10 veces por serie.
Brazos en forma de T
Para este ejercicio, que trabaja principalmente los hombros, la espalda y los brazos, debes comenzar de pie, separando ambas piernas a la anchura de la cadera.
Puedes usar una pequeña pesa, de no más de un kilo, en cada mano. Desde esta postura, extiende los brazos hacia los lados, formando una T con el cuerpo. Luego, mueve tus brazos hacia adelante y hacia atrás, manteniendo los hombros rectos durante todo el movimiento. Repite 10 veces por serie.
Si te ha interesado este artículo y te gustaría recibir más sobre bienestar, únete al canal de WhatsApp de Cuerpomente.