Según una revisión de estudios científicos realizada por investigadores búlgaros en el International Journal of Molecular Sciences, numerosos ensayos clínicos confirman que la melatonina produce un efecto beneficioso y protector sobre las neuronas que reduce el riesgo de desarrollar trastornos neurodegenerativos asociados a la edad. A menudo, un síntoma inicial de estas afecciones es el insomnio.
La melatonina es la hormona que el cerebro produce al anochecer y se relaciona con un buen sueño. Las investigaciones señalan que, con el paso de los años, la producción disminuye; por eso muchos expertos se plantean si está indicada la suplementación de forma preventiva.
A partir de su investigación, los científicos búlgaros apoyan la suplementación temprana. “La melatonina, así como sus metabolitos, N1-acetil-N2-formil-5-metoxiquinuramina (AFMK) y N1-acetil-5-metoxiquinuramina (AMK), pueden reducir el daño cerebral oxidativo al proteger a las mitocondrias neuronales de la disfunción durante el proceso de envejecimiento”. La melatonina también puede mejorar la inflamación y mejorar el ritmo circadiano, añadieron.
El sueño y el envejecimiento del cerebro
Todas las especies vivas pueden producir melatonina. Aunque en el ser humano se libera principalmente en la glándula pineal, también hay muchos sitios extrapineales donde se sintetiza melatonina en el cuerpo, como la médula ósea, la retina, el cristalino, la cóclea, los pulmones, el hígado, los riñones, el páncreas, la glándula tiroides, los órganos reproductores femeninos y la piel.
La melatonina desempeña unpapel fundamental en la regulación de los ritmos circadianos y los biorritmos estacionales. Los relojes circadianos son fundamentales para regular el organismo, puesto que controlan muchas funciones fisiológicas y neuroendocrinas.
Existe un vínculo entre el deterioro cognitivo y la falta de sueño. En lo que respecta a las enfermedades neurodegenerativas, numerosos ensayos clínicos de suplementación con melatonina administrada a grupos separados, uno con Alzheimer y el otro con enfermedad de Parkinson, mostraron que la liberación prolongada de la hormona tuvo efectos beneficiosos en la alteración del sueño, los síntomas no motores y la calidad de vida, según los investigadores.
Objetivo: reducir el estrés oxidativo que envejece al cerebro
La secreción de melatonina disminuye con el envejecimiento y puede aumentar el daño oxidativo en el cerebro. Es un proceso que puede conducir a una acumulación de mutaciones, aumentando el deterioro mitocondrial, que, en última instancia, dicta el ritmo del envejecimiento.
Se han observado proteínas y grasas oxidadas en el cerebro de pacientes con deterioro cognitivo leve y enfermedad de Alzheimer en etapa inicial. La exposición continua al estrés oxidativo produce una inflamación crónica de bajo grado que, a su vez, puede afectar al sistema inmunitario.
Los investigadores observaron que la melatonina exógena en forma de suplemento puede ser un posible sincronizador circadiano y puede regular la homeostasis en el cerebro durante el envejecimiento. "Numerosos estudios experimentales y ensayos clínicos confirman el potencial neuroprotector de la melatonina y sus derivados", escribieron. “Ejercen una potente neuroprotección a través de una miríada de mecanismos diferentes, lo que permite la prevención de la neurodegeneración y/o la mejora cognitiva, junto con el mantenimiento del sueño”.
Se necesitan estudios más específicos sobre la suplementación con melatonina en personas mayores con signos de envejecimiento cerebral y neurodegeneración, explican los investigadores. "Son necesarios ensayos clínicos de alta calidad para una investigación integral y para una evaluación del efecto de la melatonina suplementada en diferentes dosis y formulaciones para diseñar el tratamiento eficaz óptimo para el retraso de la neurodegeneración”, desarrollan.
Cómo mejorar la producción de melatonina
No es conveniente tomar melatonina sin consejo médico. Pero cualquier persona puede cuidar su producción natural de melatonina aplicando una buena higiene del sueño y un estilo de vida adaptado a los ritmos biológicos.
- Cenar alimentos ricos en proteínas puede facilitar la producción.
- Despertarse temprano, hacer ejercicio por la mañana al aire libre y meditar, por ejemplo con una meditación matinal pensada para regular tus ritmos circadianos, ayuda a regular el funcionamiento de los relojes biológicos.
- Procura reducir la intensidad de la luz artificial a la que te expones desde dos horas antes de dormir por lo menos. Por la tarde y la noche conviene una iluminación cálida.
- Intenta que el dormitorio esté completamente a oscuras por la noche.