Las torrijas son uno de los alimentos preferidos de la Semana Santa. Todos conocemos la receta clásica, a base fundamentalmente de pan, huevo, leche y azúcar, pero ¿qué pasa con las personas que no pueden (por alergia a la proteína de la leche o intolerancia a la lactosa) o no quieren tomar leche?

Afortunadamente, este delicioso dulce admite muchas variaciones. En otro artículo ya té explicamos cómo hacer varias versiones de torrijas veganas, pero aquí nos centraremos en una receta muy especial y deliciosa: las torrijas de horchata. ¿Te animas a prepararlas?

Horchata, una bebida muy nutritiva

La horchata es una bebida vegetal típica de la zona de Valencia, donde hace siglos que se produce. Se elabora a partir de la chufa que, pese a su aspecto, no es un fruto seco sino un tubérculo (como la patata), en concreto de la planta Cyperus esculentus.

De sabor ligeramente dulce parecido al de la nuez, las chufas son ricas en hidratos de carbono de absorción lenta y fibra, y además aportan minerales como el fósforo, el magnesio, el potasio, el calcio y el hierro, y vitaminas E y C.

Para preparar la horchata, las chufas se remojan, se muelen y se mezclan con agua (y a menudo se les añade azúcar u otro endulzante). El resultado es una bebida cremosa, dulce y muy nutritiva.

Torrijas de horchata: receta

Para elaborar las torrijas de horchata, lo ideal es utilizar horchata de chufa sin azúcar añadido. Conviene leer bien la etiqueta de las bebidas comerciales porque son muchas las que añaden endulzantes que, en realidad, no son necesarios porque la chufa ya es naturalmente dulce. Si lo prefieres, puedes elaborarla tu mismo como explicamos en el artículo Cómo hacer horchata en casa.

Ten en cuenta que, para que las torrijas queden perfectas y se empapen bien conviene usar un pan del día anterior de miga compacta. Para hacer las torrijas de horchata aptas para veganos, en esta receta utilizaremos una mezcla de harina de garbanzo y vinagre en lugar de huevo. El resultado es espectacular. 

Ingredientes para 10 torrijas:

  • 10 rebanadas de pan
  • 1 litro de horchata de chufa
  • 100 g de harina de garbanzo
  • 1 cucharada de vinagre
  • Una rama de canela
  • Raspadura de limón
  • Aceite de oliva
  • Azúcar moreno (opcional)

    Preparación (unos 20 minutos):

    • Pon la horchata en un cazo junto con la rama de canela y la raspadura de limón y llévalo a ebullición para que los sabores se mezclen bien. Aquellas personas a las que les gusten las torrijas muy dulces pueden añadir en este paso algo de azúcar moreno a la horchata, aunque no es necesario.
    • Retira el líquido del fuego, saca la rama de canela y las pieles de limón y ponlo en un recipiente algo hondo.
    • Corta con el pan con un cuchillo de sierra en 10 rebanadas de unos de 2 centímetros de grosor.
    • Pon las rebanadas de pan en el recipiente con la horchata infusionada y deja que se impregnen bien por los dos lados durante unos minutos.  
    • Mientras, prepara el sustituto del huevo: mezcla de harina de garbanzo con una cucharada de vinagre y remuévelo hasta obtener una textura parecida a la del huevo batido.
    • Calienta en una sartén abundante aceite de oliva.
    • Pasa las rebanadas de pan por la mezcla de harina y, a continuación, fríelas en la sartén hasta que queden bien doradas por ambos lados.

    Si quieres, puedes añadirles azúcar moreno por encima, canela en polvo o un poco de raspadura de limón y ya estarán listas para degustar. ¡Que aproveche!