El café, ya sea por la mañana o durante una charla en una cafetería, forma parte de la vida del 85 % de los españoles, quienes consumen una media de dos o tres tazas diarias.

Los aficionados a la cafeína no se han parado a pensar en que el café viene de muy lejos, lo que lo convierte en un producto caro y con un impacto ambiental grande. La buena noticia es que puedes prepararte un sucedáneo de café con un producto local, la castaña. 

¿Por qué no es mala idea buscar una alternativa al café? 

  • El café en grano se cultiva en unos 20 países diferentes. La mayor parte procede de Brasil, Vietnam y Colombia. Para poder disfrutar de una taza de café, los granos tienen que recorrer un largo camino en barco. Esto requiere grandes cantidades de combustible y produce muchas emisiones de CO2.
  • A menos que el café esté certificado como ecológico, en el cultivo se suelen utilizar pesticidas.
  • El cultivo del café consume grandes cantidades de agua: ¡se requieren alrededor de 140 litros de agua por taza de café!
  • En los países productores, los agricultores trabajan en condiciones laborales difíciles: no tienen acceso regulado a los mercados de exportación, las fluctuaciones de los precios del mercado mundial ponen en peligro la cobertura de sus costos de producción y el cambio climático amenaza su subsistencia a través de disminuciones o pérdidas de las cosechas. En cambio, las multinacionales que adquieren el grano y lo distribuyen ganan mucho dinero.

Haz tu propia alternativa al café con castañas

Existen cafés de comercio justo que se cultivan de manera ecológica y con mayores beneficios para los agricultores, pero no son fáciles de encontrar, son más caros y también provienen de lugares distantes. Si deseas limitar tu consumo de café o evitarlo por completo, puedes recurrir a un producto alternativo local, que no haya recorrido enormes distancias.

El otoño (entre finales de septiembre y noviembre) es la época de recolección de las castañas. Estos deliciosos frutos secos contienen gran cantidad fibra, hidratos de carbono de asimilación lenta, varios minerales, como calcio y magnesio, así como vitaminas del grupo B. Para elaborar el café de castañas, sigue los siguientes pasos:

Cómo elaborarlo

  1. Primero, pela las castañas. Para ello, hazles un corte con la punta de un cuchillo afilado y ponlas cuatro minutos en agua hirviendo. Luego, pásalas inmediatamente a un bol con agua bien fría. Quita la piel mientras las castañas aún están calientes. 
  2. A continuación, coloca las castañas en el horno a 120 °C hasta que adquieran un color ligeramente dorado. Para evitar que se forme acrilamida (un compuesto tóxico que se forma en cualquier producto rico en almidones al hornearlo o freírlo en exceso), debes asegurarte de que las castañas no se doren demasiado.
  3. Cuando se hayan enfriado, puedes picar las castañas en trozos pequeños, molerlas y prepararlas como harías con el café normal. El resultado es una alternativa ligeramente dulce y con un sabor anuezado delicioso.

Otras alternativas al café

1. Café de malta

El café de malta se elabora con granos de cebada maduros, que se remojan en agua y se dejan germinar. En este proceso, las propias enzimas del grano convierten parcialmente el almidón en azúcar. Luego los granos se secan y se tuestan. Esto hace que el azúcar se caramelice y adquiera un color marrón. Su sabor es similar al del café. Para prepararlo, solo tienes que verter agua caliente sobre el polvo que es fácilmente soluble.

2. Café de achicoria

El café de achicoriase elabora a partir de las raíces de la achicoria común. Las raíces se pican, se secan y luego se tuestan. El jugo contenido en las raíces se carameliza durante el tostado y le da al café de achicoria un sabor parecido al del café convencional. El café de achicoria se puede conseguir en tiendas ecológicas y herbodietéticas.

3. Café de altramuz

El café de altramuz se elabora a partir del altramuz dulce, una legumbre. Sus semillas se secan y se tuestan suavemente, por lo que el café de altramuz contiene muy pocas sustancias amargas. Es muy aromático y se acerca al sabor de los granos de café. Como todas las alternativas al café, no contiene cafeína. El altramuz es autóctono de España; sin embargo, el principal productor mundial está en las antípodas: Australia. Asegúrate de que preparas tu café alternativo con altramuces de origen nacional.