Las castañas asadas están deliciosas tal cual cuando aún están calientes, sobre todo si las preparas con air fryer, pero también pueden cocinarse y usarse en una gran variedad de platos, tanto dulces como salados.
Dado que muchas recetas suelen requerir solo unas pocas castañas, es recomendable congelar una cantidad mayor para conservarlas y tenerlas listas para futuros usos. A continuación, descubrirás cuál es la mejor manera de congelarlas.
¿Cómo puedes congelar castañas?
Las castañas pueden congelarse con o sin piel, aunque es más práctico retirar la cáscara de antemano. Si las congelas con toda la cáscara, existe el riesgo de que se ablanden al descongelarlas.
De esta forma, tendrás castañas ricas en nutrientes listas para usar cuando quieras preparar una receta, sin necesidad de procesarlas primero.
congelar castañas con piel
Si prefieres congelar las castañas con piel, primero debes hacer un corte superficial en el lado curvado de cada castaña con la punta de un cuchillo pequeño.
Este paso facilita el procesamiento posterior. Luego, coloca las castañas en un recipiente hermético o en una bolsa apta para congelador.
Ten en cuenta que las cantidades grandes deben dividirse en varios recipientes para facilitar la descongelación en porciones individuales.
congelar castañas sin piel
Si decides quitar la piel antes de congelar las castañas, comienza también por hacer un corte en la cáscara. Luego, lleva a ebullición una olla grande de agua, agrega las castañas y déjalas cocer a temperatura media durante unos 20 minutos.
Recuerda que las castañas que son un poco más viejas pueden requerir entre cinco y diez minutos adicionales de cocción.
Alternativamente, puedes asar las castañas en una sartén o en el horno a 180 ºC durante 30 minutos.
En cualquier caso, es importante dejar enfriar las castañas completamente antes de congelarlas. La mejor manera de hacerlo es extenderlas en una bandeja para horno para que se enfríen rápidamente.
Una vez frías, retira la cáscara dura y la piel interior, que es más blanda, usando un cuchillo pequeño. Después de pelarlas, guárdalas en recipientes herméticos y colócalas en el congelador.
¿Cuánto tiempo se conservan las castañas?
Si recolectas y asas castañas, lo ideal es disfrutarlas frescas o usarlas de inmediato en una receta. Si prefieres esperar, las castañas crudas se mantendrán frescas durante aproximadamente una semana a temperatura ambiente.
Guardándolas en el frigorífico en una bolsa perforada, se conservarán durante una o dos semanas. La castañas congeladas pueden durar alrededor de un año.
Si permanecen en el congelador por más tiempo, siguen siendo comestibles, pero pueden perder algunos de sus nutrientes, así como parte de su sabor y consistencia.
¿Por qué son tan saludables las castañas?
Las castañas son muy ricas en almidón resistente, un tipo de carbohidrato que no es digerido en el intestino delgado y llega intacto al colon, donde es fermentado por la microbiota intestinal beneficiosa. Este proceso genera ácidos grasos de cadena corta, como el butirato y el propionato, que son beneficiosos para la salud intestinal y metabólica.
Además, el consumo de almidón resistente está asociado con beneficios como la reducción de la inflamación y un impacto positivo en la composición de la propia microbiota
La proporción de almidón resistente aumenta en las castañas congeladas. Esto también contribuye a un menor índice glucémico, ayudando a regular los niveles de azúcar en sangre y promoviendo una sensación de saciedad más prolongada.
Por otra parte, las castañas son una buena fuente de minerales como potasio, calcio, fósforo y magnesio, así como de vitaminas del grupo B, esenciales para mantener la salud ósea, la producción de energía en las células y para apoyar el funcionamiento de los sistemas nervioso e inmunitario.