Las coles de Bruselas son una delicia para muchos, pero su gusto intenso causa reparos en otras tantas, sobre todo en niños y jóvenes. Para disfrutarlas hay que prepararlas de formas adecuadas para que su sabor y aromas manifiesten su atractivo.
Asadas hasta quedar tiernas y crujientes, ofrecen un corazón de aroma anuezado. Cada bocado es una revelación que eleva a la humilde col al estrellato culinario. Las coles de Bruselas están lejos de ser aburridas. Pueden brillar en las ensaladas, en las sopas e incluso en platos principales.
Además de deliciosas, estas coles tienen muchas propiedades: son muy ricas en fibra que favorece la digestión y el buen estado de la microbiota intestinal. También son beneficiosas para el sistema cardiovascular, pues contribuyen a que los vasos sanguíneos se mantengan flexibles.
¿Te animas a prepararlas?
1. Coles de bruselas al horno
Asar es uno de los métodos más populares para cocinar coles de Bruselas. Todo lo que necesitas es un horno y una bandeja para hornear.
Corta por la mitad las coles, remuévelas en un bol con aceite de oliva y una pizca de sal para que se impregnen y extiéndelas sobre la bandeja.
Pon el horno a 200 ºC para que las hojas exteriores queden crujientes y caramelizadas. En cambio, en el centro quedan suaves y tiernas.
2. Coles de bruselas salteadas en la sartén
Las coles de Bruselas fritas en una sartén de hierro fundido pueden quedar absolutamente deliciosas. La caramelización que se produce a temperaturas más altas le da a las coles una calidad casi similar a la de una patata.
Simplemente calienta un poco de aceite en una sartén a fuego medio. Luego, corta las coles de Bruselas por la mitad y agrégalas con el lado cortado hacia abajo. Déjalas chisporrotear durante cinco a diez minutos, mirando con cuidado cada pocos minutos para controlar su dorado. Dales la vuelta y cocínalas durante otros 10 minutos hasta que estén bien doradas por todos lados.
Sazona con tus especias favoritas y espolvoréalas con semillas de sésamo. Te encantarán con la compañía de un huevo frito.
3. la opción más saludable: Al vapor
Cocinar al vapor es uno de los métodos de preparación más saludables, ya que retiene más nutrientes que otros tipos de cocción, especialmente la sensible vitamina C, que tiende a destruirse con el calor y el paso del tiempo.
Puedes preparar las coles de Bruselas al vapor y luego cubrirlas con salsa de queso y pan rallado crujiente. Solo tienes que ponerlas en la vaporera y espolvorearlas con un poco de sal y pimienta.
Si quieres una opción más saludable que la salsa de queso, puedes cubrirlas con una reducción de caldo de verduras y mostaza.
4. Cocinarlas en la air fryer
La air fryer hace circular aire caliente alrededor de las verduras, dejándolas muy crujientes en poco tiempo (y con menos consumo de energía que un horno convencional).
Mezcla las coles con un chorrito de aceite y tus condimentos favoritos. Luego colócalas en la freidora precalentada a 190 ºC. Agita la canasta cada 5 minutos para que la cocción sea uniforme.
5. Coles de bruselas asadas a la parrilla
Las coles de Bruselas son un ingrediente perfecto para una barbacoa de verano. Adquieren una textura crujiente y carbonizada cuando se cocinan sobre la llama abierta.
Puedes cortarlas por la mitad, aderezarlas y ensartarlas en brochetas para colocarlas sobre la parrilla. El sabor ahumado agrega una dimensión completamente nueva de sabor, convirtiendo a estas pequeñas verduras en un espectáculo culinario.
6. hervidas en la olla a presión
En la olla a presión, las coles de Bruselas se hacen prácticamente solas. Pon las coles con aceite de oliva, caldo vegetal y ajo. Estarán listas en 4 minutos.
7. crudas y Ralladas
Muchas personas no lo imaginan, pero las coles de Bruselas se pueden comer prácticamente crudas. Rállalas con ayuda de una mandolina o córtalas con un cuchillo bien afilado en tiras muy finas. Pásalas por una sartén bien caliente ligeramente untada con aceite y un poco de sal y pimienta. Solo unos segundos. Añádelas tal cual a tu ensalada preferida.