La huerta de febrero está repleta de verduras estupendas como los espárragos trigueros, las alcachofas, los guisantes, los apios, las remolachas, los cardos y, cómo no, los calçots, las famosas cebolletas con gran tradición en Cataluña que se ha ido extendiendo a restaurantes de otros puntos de España como Valencia y Madrid. ¿Sabías que cuentan incluso con Indicación Geográfica Protegida? Nada más y nada menos que los calçots de Valls.

En realidad, los calçots son los brotes de cebollas replantadas. El término proviene del catalán calçar que significa calzar o cubrir con tierra, es decir, hace referencia a la técnica de cultivo utilizada que consiste en ir cubriendo con tierra la base de la planta, lo que favorece el desarrollo de un tallo más largo, tierno y blanco.  

Los calçots se suelen comer enteros asados a la brasa, procurando carbonizar las capas exteriores para después pelarlas y disfrutar de su interior. Se acompañan también de salsas como la salvitxada o la romesco. ¿Quiere decir eso que no podemos hacerlos en casa? Para nada. 

Calçots en freidora de aire

Además de estar riquísimos, los calçots son ricos en compuestos azufrados de propiedades bactericidas y antimicrobianas, y buenos aliados de la circulación sanguínea. De los calçots se puede aprovechar tanto la parte blanca (la mejor) como la verde, que también puedes usar en caldos u otras elaboraciones.

Calçots
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Pero sin lugar a dudas, lo realmente típico es tomarlos asados. Al contrario que otros tipos de cebolla que tienen bulbos abultados, los calçots son rectos, lo que facilita cocinarlos enteros (aunque para la freidora de aire tendrás que cortarlos). Y como acompañamiento, la salsa romesco que ahora te enseñamos a preparar y puedes utilizar con verduras, carnes o lo que quieras.

Ingredientes

  • 20 calçots
  • 150 gramos de almendras tostadas
  • 125 gramos de avellanas tostadas
  • 2 rebanadas de pan tostado
  • 1 cabeza de ajos
  • 5 tomates maduros
  • 2 pimientos choriceros
  • 30 mililitros de vinagre
  • 100 mililitros de aceite de oliva virgen extra
  • Sal

Modo de elaboración

calçots
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Esta receta cuenta con dos partes: por un lado asar los calçots, y por otro hacer la salsa.

  1. Para hacer la salsa abre los pimientos choriceros por la mitad e introdúcelos en agua tibia durante 30 minutos. Lava los tomates y ásalos en la freidora de aire con los ajos sin pelar, unos 8 minutos a 180 ºC. 
  2. Tritura las almendras, las avellanas, el pan tostado, los ajos pelados y los tomates. Escurre los pimientos, retira la pulpa y añade a la mezcla anterior. Vierte el aceite y el vinagre y tritura de nuevo hasta conseguir la textura deseada. Salpimienta y reserva.
  3. Limpia bien los calçots con un paño para quitar los restos de tierra, pero no los mojes. El inconveniente de utilizar la freidora es que tendrás que cortarlos un poco de largo para que quepan. Ten en cuenta que luego tendrás que tirar de ellos para descubrir el interior, así que no te pases. 
  4. Hazlos en la freidora de aire a 200 ºC, durante 15 minutos mínimo hasta que veas que están doraditos por fuera pero tiernos por dentro. Sirve enseguida acompañados de la salsa.

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