Durante años nos han vendido la felicidad como un misterio por resolver, un tesoro escondido que solo unos pocos afortunados logran encontrar. Libros, gurús, consejos de autoayuda y fórmulas definitivas para alcanzar la felicidad. Pero ¿y si la felicidad no fuera un objetivo lejano, sino una práctica diaria? ¿Y si, en realidad, no hubiera ningún secreto?
Tal Ben-Shahar es uno de los grandes expertos en felicidad de nuestros tiempos. Su asignatura en la Universidad de Harvard sobre Psicología Positiva es la más popular del campus, y cada semestre cuenta con más de 3000 matriculaciones. Lo llaman “el profesor de la felicidad”. Pese a su apretada agenda, ha contestado para Cuerpomente algunas preguntas clave sobre sus reflexiones más revolucionarias, para ayudarnos a comprender la anatomía de la felicidad. Si eres una persona perfeccionista, si te cuesta lidiar con el estrés o crees que no estás viviendo con sentido y conciencia, tienes que leer sus respuestas, porque en ellas están los hábitos que necesitas para mejorar tu vida.
El secreto de la felicidad
- En tu opinión, ¿cuál es el verdadero secreto de la felicidad?
-El verdadero secreto de la felicidad es que no ningún hay secreto. La felicidad consiste en aplicar de manera constante técnicas sencillas que todos conocemos y a las que todos tenemos acceso. Por ejemplo, hacer ejercicio físico regularmente, meditar, cultivar relaciones y ser amable.
- Dices que la felicidad es una habilidad que se puede entrenar. ¿Qué hábito simple pero poderoso recomendarías para empezar?
-Recomendaría escoger dos prácticas sencillas que pueda introducir como rituales en el día a día. ¿Cuáles? Aquellas que creas que te resultarán más fáciles de mantener en el tiempo. Puede ser meditar 10 minutos al día y caminar 15 minutos, o llevar un diario dos veces por semana y expresar gratitud cada noche antes de dormir. Hay numerosas prácticas efectivas que podemos incorporar; la clave es practicarlas de forma constante.
- ¿Cuál crees que es el error más común que cometen las personas al buscar la felicidad?
-Es un error pensar que podemos, simplemente, decidir ser felices, y que eso es suficiente para serlo. A menudo oigo decir a la gente que la felicidad es elección. Y sí, es cierto, pero debemos acompañar esta elección con esfuerzo. La felicidad es algo por lo que trabajamos, que requiere tiempo y esfuerzo cultivar, como cualquier otra habilidad.
Una de las mayores barreras para el crecimiento psicológico proviene de este doble rasero que la gente aplica al ámbito de la autoayuda. ¿Pensaría alguien que leer un libro sobre tocar el piano es suficiente para convertirse en un concertista? ¿O incluso en un teclista mediocre? ¿Estudiar un manual sobre los lanzamientos en baloncesto te convierte en un buen jugador? Lo dudo mucho.

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La teoría es, en el mejor de los casos, un primer paso en un viaje de mil millas. Invertir tiempo y esfuerzo tocando el instrumento, o practicando en la cancha, es esencial si queremos mejorar, llegar más lejos, escalar más alto. Y, sin embargo, a pesar de que entendemos lo que se necesita para desarrollar una habilidad, muchas personas todavía creen que leyendo un libro de autoayuda serán más felices, y que al comprender un concepto psicológico crecerán a nivel personal.
Esas expectativas son poco realistas y, por lo tanto, frustran la posibilidad de un cambio real y duradero. Necesitamos invertir tiempo y esfuerzo en nuestros rituales diarios.
- Sueles enfatizar la importancia de aceptar las emociones negativas. ¿Cómo podemos diferenciar entre aceptar el dolor y quedarnos atrapados en él?
-No me gusta llamarlas emociones negativas, sino más bien emociones dolorosas. Y sí, tenemos que aceptarlas como un primer paso, pero no es el último. El segundo paso debe ser pasar a la acción de algún modo. Puede ser salir con amigos que nos ayuden a sentirnos mejor, ir al gimnasio y gestionar parte del dolor haciendo ejercicio, o escribir, ya sea sobre nuestros problemas o aquello por lo que estoy agradecido.
- ¿Cómo influyen nuestras decisiones diarias en nuestra felicidad?
-Nuestras decisiones diarias determinan el tipo de vida que llevaremos. En cada momento de mi vida tengo la posibilidad de elegir algo. No todo, pero si algunas cosas. Por ejemplo, puedo elegir apreciar lo que tengo ahora o darlo por sentado. Puedo elegir cómo me siento o me levanto (encorvado o erguido). Y esto afectará a mi estado de ánimo. Puedo elegir respirar profundamente ahora, y puedo elegir ser amable con la persona que tengo delante. Estas decisiones determinan la calidad de vida que tendremos.
- Si solo tuviéramos 5 minutos al día para invertir en nuestra felicidad, ¿qué deberíamos hacer?
-Hay un viejo dicho zen que dice algo así: “Si estás demasiado ocupado para meditar 20 minutos al día, entonces deberías meditar una hora”. Siguiendo esa lógica, si solo tienes 5 minutos para invertir en tu felicidad, eso significa que necesitas mucho más tiempo.
Pero si de verdad dispones de poco tiempo, te recomendaría hacer entrenamiento en intervalos de alta intensidad al menos tres veces al día (con el visto bueno de tu médico) Además, te diría que realizaras meditaciones breves, de entre uno y cinco minutos. Y, por último, que dedicases tiempo a tu familia y amigos sin distracciones, sin estar pendiente de mil cosas más, sin multitasking, sin mirar el teléfono. Simplemente, estar presente con ellos.
Cuidado con el perfeccionismo
- ¿Por qué nos hace tanto daño el perfeccionismo?
-El perfeccionismo es un miedo incapacitante al fracaso que invade nuestras vidas, especialmente en aquellas áreas que más nos importan. El miedo al fracaso es natural, pero para un perfeccionista este miedo es obsesivo: no está dispuesto a aceptar nada que se aparte de lo perfecto. Los perfeccionistas sufren más en aquellas áreas que son importantes para ellos, ya sea en su relación, en su trabajo o en cualquier otra parte.
- ¿Qué patrones psicológicos impulsan la mentalidad del perfeccionista?
-El pensamiento dominante es: "Nada es suficiente". Es una mentalidad de todo o nada: "O soy perfecto o soy un completo fracaso. O todo es maravilloso o todo está perdido".
- En The Pursuit of Perfect explicas la diferencia entre perfeccionismo y optimalismo. ¿Cómo podemos convertirnos en un optimalista y dejar de sufrir por el perfeccionismo?
Para convertirte en un optimalista tienes que usar una serie de estrategias, entre las cuales yo destacaría cinco.

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Primero, utiliza la visualización. Nuestro cerebro es el simulador más sofisticado que se haya inventado jamás. ¡Úsalo! Por ejemplo, imagínate fracasando y afrontando ese fracaso de forma saludable: levantándote y continuando hacia el éxito. O, si el perfeccionismo se manifiesta en una actitud excesivamente defensiva, visualízate respondiendo amablemente a las críticas de los demás.
Segundo, aprecia lo que tienes. Lleva un diario de gratitud o recuérdate con regularidad las cosas que aprecias en tu vida. Los perfeccionistas desadaptativos tienden a dar por sentado lo que ya tienen.
Tercero, lleva un registro de tu progreso. Al final del día, puedes hacer lo que recomienda la profesora de la Harvard Business School, Theresa Amabile, que es escribir el progreso que has hecho ese día. Esto es especialmente importante para lidiar con el perfeccionismo en el trabajo.
Cuarto, permítete ser humano. En lugar de castigarte por tener tendencias perfeccionistas, acéptate a ti mismo y a tus sentimientos. La paradoja es que cuando aceptamos nuestras emociones en lugar de rechazarlas (aunque no nos gusten), tenemos más control sobre nuestras acciones.
Y, por último, ¡equivócate más! Ponte más en la cuerda floja, asume más riesgos, porque eso significa que fracasarás más. Y cuando fracasas más, con el tiempo el miedo al fracaso disminuirá. Eres mucho más resiliente de lo que crees, y la única forma de darte cuenta de eso es pasando por la experiencia del fracaso. Sé valiente y hazlo. Y recuerda que el coraje no consiste en no tener miedo, sino en tener miedo y seguir adelante de todos modos. Si eres perfeccionista, probablemente no estás fracasando lo suficiente, lo que significa que no estás desarrollando tu potencial de bienestar y éxito. ¿Por qué? Porque aprendemos y crecemos a través del fracaso. En palabras de Thomas Watson, el legendario CEO de IBM: “Si quieres aumentar tu tasa de éxito, duplica tu tasa de fracaso”.
- ¿Cómo podemos aumentar nuestra productividad sin obsesionarnos?
-En primer lugar, tienes que encontrar aquello que te apasiona. Cuando lo hayas hecho, y mientras persigues tus pasiones, concéntrate en el camino, y no en el destino, en el valor del proceso. No te limites al resultado.
En busca de un propósito
- ¿Por qué es tan importante tener un propósito en la vida?
-Una de las formas más poderosas que tenemos para aumentar la positividad en cualquier ámbito de la vida es encontrar un sentido a lo que hacemos. Cada vez es más importante que las personas encuentren un sentido y un propósito en su trabajo, en sus estudios y en sus hogares. El sentido de propósito mantiene a las personas en su puesto de trabajo y las impulsa a mejorar su desempeño; el propósito también mejora la salud y las relaciones significativamente. Y si bien los gerentes, los maestros o los entrenadores pueden ayudar a quienes los rodean a encontrar un sentido a las cosas, resulta que todos tenemos la capacidad de crear un sentido de propósito en nuestra vida.
- ¿Cómo puede alguien descubrir su verdadero propósito?
-Preguntándose qué es lo que realmente le importa. No lo hacemos con suficiente frecuencia. Reflexionar sobre en qué contribuimos, qué impacto generamos y por qué lo que hacemos es significativo, puede transformar nuestra experiencia de vida.
- ¿Cuáles son los principales beneficios de practicar mindfulness?
-La meditación consciente tiene beneficios tanto para la salud física como para la salud mental. La meditación fortalece nuestro sistema inmunológico, lo que nos ayuda a prevenir o superar enfermedades físicas. La meditación reduce la ansiedad y la depresión y aumenta las emociones placenteras. Además, es más probable que encontremos un sentido y un propósito en la vida cuando practicamos la atención plena de manera habitual.
- Desde tu experiencia, ¿cómo influyen las relaciones personales en la felicidad?
-Las relaciones son el principal predictor de felicidad. Tener vínculos cercanos, solidarios y afectuosos es la clave para una vida plena.
- Sabemos, por tus libros y conferencias, que has explorado ampliamente la gratitud, tanto profesional como personalmente ¿Cómo ha transformado tu vida esta práctica?
-Cada noche, antes de dormir, anoto al menos cinco cosas por las que estoy agradecido. Cuando aprendemos a valorar y saborear lo bueno de la vida, nos volvemos más felices, saludables y exitosos.
- ¿Qué libro recomendarías a alguien que quiere saber más sobre la psicología positiva?
-La ciencia de la felicidad, de Sonja Lyubomirsky.
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