Independientemente de si has cultivado tu misma los calabacines o lo has comprado, puedes encurtirlos como si fueran pepinillos y hacer que duren más e incluso disfrutarlos fuera de temporada.
Se podría suponer que el vinagre caliente haría que esta hortaliza quedara muy blanda o deshecha, pero ocurre lo contrario, el calabacín queda con una buena textura y es totalmente apropiado para encurtir.
Calabacín encurtido agridulce
El vinagre balsámico blanco suave o el vinagre de manzana son ideales para el calabacín encurtido, ya que no son demasiado ácidos. Una proporción de 1:1 de vinagre y agua ha demostrado su eficacia.
Para conseguir un sabor agridulce hay que añadir azúcar, en una propoción de un tercio del líquido empleado. Es recomendable utilizar azúcar moreno integral de caña.
Si quieres reducir el azúcar, usa un poco menos (un cuarto del volumen, por ejemplo) y cuando la mezcla esté hirviendo, pruébala. Si está demasiado agria, el calabacín encurtido también tendrá un sabor demasiado agrio. Por otra parte, si usas muy poco azúcar puede ser que el calabacín no se conserve adecuadamente.
Ingredientes (para 8 - 9 tarros con tapa de rosca de 450 ml cada uno):
- 2 kg de calabacín mediano
- 800 ml de vinagre balsámico blanco (o vinagre de manzana)
- 800 ml de agua
- 400 - 500 g de azúcar
- 4 cebollas medianas (preferiblemente rojas, cortadas en aros)
- 2 pimientos rojos (sin semillas, cortados en tiras)
- 2 o 3 cucharadas de semillas de mostaza
- 2 cucharaditas de sal
- 1 cucharadita de granos de pimienta de Jamaica
Elaboración:
- Lava el calabacín, quita el tallo y la base y corta en trozos pequeños o en rodajas de aproximadamente 1/2 cm de grosor.
- Pon las especias, el vinagre, el agua y el azúcar en una cacerola, lleva a ebullición y cocina a fuego lento durante 15 minutos.
- Mientras tanto, prepara los tarros. La forma más fácil de esterilizar los vasos es ponerlos en el fregadero, poner las tapas boca abajo en un recipiente y llenar los vasos con agua hirviendo del hervidor hasta justo debajo del borde. Vierte agua sobre las tapas también.
- Agrega los trozos de calabacín y el pimiento al caldo. Cocina a fuego lento durante 5 minutos.
- Para envasar, viértelo caliente en los frascos recién vaciados de agua. Agrega un par de aros de cebolla. Para que la mezcla no se enfríe, deja la zona de cocción con el contenido de la olla encendido a fuego lento.
- El tarro no debe llenarse completamente hasta el borde. De lo contrario, no generará el vacío conservador. Debe haber unos 2 cm de espacio hasta el borde. Las verduras deben quedar completamente cubiertas.
- Asegúrate de que ningún ingrediente se pega al borde del vaso. Quíta los restos con papel de cocina.
- Enrosca las tapas firmemente de inmediato y deja que se enfríe.
Si después de unas horas todos los vasos han quedado firmemente cerrados entonces se ha hecho el vacío. La tapa debe curvarse hacia adentro y no debe ceder si la presionas por el centro. El contenido se puede conservar durante mucho tiempo. Puedes empezar a consumirlos a las 2 o 3 semanas, cuando habrán alcanzado su punto óptimo de sabor.
Si este no es el caso, lo que puede suceder de vez en cuando, y la tapa se mueve, mantén el frasco afectado en la nevera y ves consumiéndolo. Los frascos abiertos se pueden guardar en el refrigerador durante algunos días.
Consejos para un procesamiento limpio
- Asegúrate de que el interior de la tapa no esté dañado.
- Usa solo ingredientes que no tengan manchas y estén frescos.
- Los vasos nunca deben llenarse hasta el borde.
- Asegúrate de que el borde esté lo más limpio posible.
- Si descubres un tarro envasado a las pocas semanas / meses que no hace clic cuando los abres, no lo comas, porque no se hizo el vacío correctamente y no es seguro comerse el contenido.
- Trabaja con utensilios y superficies bien limpios.
- Antes de comer, comprueba siempre que el olor es agradable.
Variantes para calabacín encurtido
Las recetas sencillas suelen ser las mejores cuando se trata de encurtir. Sin embargo, puedes refinar aún más la de calabacín con los siguientes ingredientes:
- Gengibre finamente picado.
- Guindillas cortadas en trozos más gruesos (sin semillas, el vinagre les quita el picante con el tiempo).
- Dientes de ajo.
- Semillas.
- Dos o tres trozos de manzana o pera.