En primavera y en verano la huerta se muestra generosa: los árboles se llenan de frutas que maduran a medida que hace más calor maduran en muy poco tiempo y hortalizas como los calabacines y las berenjenas prosperan rápidamente en sus prolíficas matas. Además de disfrutar de toda esta fruta y verdura en saludables recetas de temporada, una muy buena idea es hacer con ellas confituras y mermeladas caseras.

Pensarás que no es una opción tan saludable, por el azúcar que suelen llevar este tipo de elaboraciones, pero la buena noticia es que existen muchas maneras de hacerlas sin azúcar.

Mermeladas y confituras fáciles, originales y sin azúcar

Aquí te proponemos hacerlo sin recurrir sistemáticamente a edulcorantes. Incluimos algunos, como estevia o eritritol, pero también te mostramos cómo endulzar tus mermeladas de otras formas, con concentrado de manzana, con fruta monje o con sirope de dátiles, por ejemplo.

Es cierto que no son mermeladas que te vayan a durar semanas abiertas en la nevera. Hay que consumirlas en pocos días. Pero son mermeladas caseras en las que tú controlas los ingredientes y te ofrecen una alternativa deliciosa a las mermeladas con azúcar.

Además, tienen sabores muy originales y sorprendentes: de frambuesa con chía, de albaricoque con jengibre y especias, de tomate y albahaca o incluso de calabacín, de pimiento con la canela o de berenjena y miel.

¿Lo mejor? Que son facilísimas de hacer. 

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Compota de melocotón sin azúcar

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Compota de melocotón sin azúcar

El melocotón es muy antioxidante por su riqueza en betacarotenos y vitaminas C y E. Rico en agua y en potasio, es depurativo y laxante. Sus azúcares y ácidos orgánicos le proporcionan un delicioso sabor lo que permite realizar una compota simplemente triturándolo y cociéndolo con canela y zumo de limón.

Puedes agregar un tercio de concentrado de manzana, que aporta pectina y dulzor, más un gramo de agaragar por kilo.

Compota de berenjena sin azúcar

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Compota de berenjena con miel y jengibre

La berenjena es una hortaliza con pocas calorías y abundante fibra. Es diurética y contiene vitaminas A, B3, B9 y C, así como calcio, hierro, selenio y terpenos antioxidantes.

Asada al horno es deliciosa, solo hay que triturarla con miel para hacer compota. En mermelada, se cuece con sirope de dátiles y se adereza con zumo y ralladura de cítricos, jengibre y clavo.

Mermelada de frambuesa y chía

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Mermelada de frambuesa y chía

La frambuesa es ligera y depurativa, rica en vitaminas B3, B7, B9 y C, así como en calcio, selenio, zinc y manganeso. Contiene ácidos orgánicos, antocianinas y bioflavonoides de gran acción antioxidante.

Gracias a su riqueza en pectina se puede elaborar una mermelada cruda: tritura las bayas con semillas de chía previamente remojadas en agua templada 20 minutos.

mermelada tomate sin azucar

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Mermelada de tomate con albahaca

El tomate es una fuente de antioxidantes como el licopeno y minerales, como potasio, calcio, magnesio y hierro.

Para una mermelada baja en carbohidratos, se trituran los tomates y se cuecen 30 min con aceite de oliva, zumo de limón y albahaca. Por cada kilo, se endulza con 50 g de fruta del monje. Se añade una cuarto de cucharadita de goma xantana y se cuece otra media hora.

mermelada pimiento sin azucar

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Mermelada de pimiento ¡con canela!

El pimiento rojo es muy rico en vitaminas C y compuestos antioxidantes como el licopeno. Aporta potasio, magnesio y zinc.

Asado al horno, carameliza sus carbohidratos y gana un sabor dulce y ahumado que hace su mermelada exquisita. Después se pela, se despepita y se corta finamente o se tritura.

Se condimenta con vinagre dulce, canela y estevia líquida y se cuece media hora, con una cucharadita rasa de goma guar por cada 250 g.

mermelada albaricoque sin azucar

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Mermelada de albaricoques (o de orejones)

Los albaricoques son ricos en betacarotenos, vitaminas C, E y B3, potasio y calcio.

Para hacer mermelada de albaricoques, se maceran sin el hueso una noche con una cuarta parte de eritritol en polvo. Después se cuece a fuego medio 45 minutos, se tritura y se condimenta con vainilla o hierbaluisa.

Para la confitura de orejones, se remojan una noche en agua caliente y se cuecen con cardamomo, jengibre, limón y anís estrellado.

mermelada calabacin sin azucar

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Mermelada de calabacín con manzana

El calabacín es muy depurativo por su alta cantidad de agua y potasio. Aporta calcio, zinc, selenio y vitaminas B3, B6, B9 y C.

Combínalo con manzana, que le aporta consistencia, aunque también se puede hacer solo, agregando pectina o agar agar. Se endulza con un tercio de xilitol de abedul y se aromatiza con vainilla o con canela, al final de la cocción.