Las flores de lavanda no sólo desprenden un aroma veraniego, cuando preparas con ellas una infusión, además de tener un precioso color produce un efecto  relajante que te hace sentir bien.

Te damos consejos sobre cómo utilizarla y te revelamos cómo puedes preparar tú misma una infusión estival refrescante con flores de lavanda.

La lavanda forma parte de nuestra historia

Al beber una infusión de lavanda te beneficias de las propiedades beneficiosas de esta bella planta mediterránea.

La lavanda (Lavandula angustifolia)se utiliza desde hace muchos años por sus beneficios. Ya era valorada por los romanos, que también la utilizaban para lavar y perfumar el agua en sus sustuosos baños.

La lavanda también jugó un papel importante en las boticas monásticas. Como infusión saludable, no ha perdido su importancia hasta el día de hoy.

Infusión fría de lavanda

Ingredientes (para 1 taza):

 

  • 2 cucharaditas colmadas de flores de lavanda
  •  250 ml de agua hirviendo

Elaboración:

  1. Pon dos cucharaditas colmadas de flores de lavanda en un infusor o filtro para infusionar. 
  2. Vierte un cuarto de litro de agua hirviendo en la taza y deja reposar la infusión, tapada, durante diez minutos.
  3. Mete la infusión en la nevera durante cuatro horas.
  4. Puedes servirla con unas rodajitas de limón. 

Después de tomar la infusión te puedes sentir más relajado, así que puedes tomarla, por ejemplo, cuando has acabado de realizar tus tareas y te dispones a disfrutar del resto del día o de la noche.

Tomarte tu infusión fría de lavanda puede convertirse en tu ritual de desconexión. Puedes tomarla después de cenar como una manera de preparar un  buen sueño.  

Otros posibles usos de las flores de lavanda

Usar la lavanda para una infusión es solo una de las muchas formas de aprovechar los efectos beneficiosos de la planta.

Especialmente en el ámbito de la cosmética natural, existen innumerables productos que contienen lavanda. Hay una amplia gama de aceites, cremas, jabones y perfumes a base de lavanda.

La lavanda también se utiliza a menudo en la cocina. Puedes utilizarla para refinar platos con verduras, recetas dulces y salsas.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que la lavanda, ya sea fresca o seca, se debe utilizar con moderación, ya que de lo contrario su aroma característico enmascarará otras especias.

¿Cómo se cosecha y se seca la lavanda para hacer infusión?

Para hacer la infusión o para cualquier otro uso, lo mejor es que adquieras las flores de lavanda en un herbolario y que sean de calidad ecológica. Si la lavanda crece en tu jardín o en el balcón, aún mejor.

Para que la planta desarrolle plenamente sus propiedades, es importante cosechar las flores de lavanda en el momento adecuado. La planta presenta el mayor contenido de ingredientes beneficiosos antes de que las pequeñas flores de las falsas espigas se desarrollen por completo; en ese momento, es posible que solo algunos de los cogollos inferiores se hayan abierto.

Es mejor cosechar la lavanda a última hora de la mañana cortando los tallos aproximadamente a un palmo por debajo de las flores. Luego procede directamente a secar la lavanda.

Agrupadas en pequeños manojos y colgadas boca abajo en un lugar seco y sombreado, suelen secarse en un plazo de 7 a 14 días. Haz esta prueba de vez en cuando: si las flores se desmoronan fácilmente cuando las frota entre los dedos es que se han secado correctamente y ya están listas para preparar la infusión