A estas alturas, es difícil que alguien no haya oído hablar del método Pilates, una rutina de ejercicios creada hace ya más de cien años y que todavía hoy perdura. De hecho, goza de muy buena salud, ya que se estima que algo más de 1 millón de españoles practican Pilates de manera habitual. Una cifra, sin duda, abultada que no solo se mantiene estable, si no que tiende a aumentar, sobre todo, gracias a la aparición de nuevas versiones del método original que también van ganando adeptos en la sociedad. 

Desde la aparición del método de trabajo de Joseph H. Pilates hacia 1912, han surgido numerosas escuelas que mantienen los principios generales del método Pilates añadiendo alguna novedad específica en cada caso. Así, una de las más conocidas es el Stott Pilates, disciplina nacida en la década de los 80 de la mano de Moira y Lindsay Merrithew, junto con un equipo de fisioterapeutas expertos en biomecánica y profesionales del fitness.

espalda recta, espalda natural

Para entender cuál es la diferencia fundamental entre el método Pilates y el Stott Pilates, podemos comparar la esencia de ambos. Mientras en el método normal de Pilates se mantiene la espalda recta durante los ejercicios, el método Stott Pilates favorece una columna neutra, es decir, la curvatura natural de la espalda. La idea es mantener la alineación neutra de la espalda con un pie en el suelo. Ahora bien,  cuando se levantan ambos pies, la postura vuelve a la forma normal de Pilates y se centra en una alineación estándar.

Por tanto, podría decirse que el aspecto clave para distinguir ambos métodos reside en la postura, algo particularmente esencial tanto en uno como en otro.

 

cuida las articulaciones

Recuperar la curvatura natural de la espalda es uno de los principales objetivos del método Stott Pilates, junto con la búsqueda del equilibrio muscular. Para ello, sigue los principios que promueve el método Pilates, como la respiración, la fluidez del movimiento y la concentración, pero se centra más en la alineación de la postura, el uso de accesorios y la realización de ejercicios secuenciales. 

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Esta potenciación de la musculatura respetando las articulaciones es lo que hace que sea especialmente interesante para las personas de 50 años o más, y particularmente, para las mujeres, ya que, a esa edad la pérdida de masa ósea y muscular se acelera, lo que favorece el desarrollo de patologías relacionadas con los huesos y los músculos, así como que se produzcan lesiones musculares, las cuales son más difíciles de curar.

Según los expertos, el Stott Pilates ayuda a desarrollar la flexibilidad y la resistencia, igual que el método original, y a mejorar la postura e incrementar la fuerza sin estresar las articulaciones. 

fuerza y estabilidad

La idea central del Stott Pilates es utilizar la estabilidad central para generar un mejor rendimiento neuromuscular. Esto se consigue equilibrando la fuerza muscular y la flexibilidad de forma segura. Esto significa que gracias a la práctica regular de Stott Pilates tu postura mejora visiblemente, sientes cómo tus músculos, huesos y articulaciones "están en su sitio", que caminas de forma más segura, e incluso, tu confianza se ve fortalecida. 

Además,  existe un equilibrio entre la parte superior y la inferior, a diferencia de otros deportes, lo cual favorece el equilibrio en el desarrollo muscular, y por tanto, ayuda también a mejorar la postura.

Otra gran ventaja es que, además de fortalecer la musculatura, se reduce el riesgo de cualquier tipo de lesión muscular. Esto es gracias al tipo de ejercicios que se realizan, con el propio peso del cuerpo o herramientas de poco peso. Se utilizan pesas ligeras, bandas elásticas, pelotas de diferentes tamaños, correas, etc.

¿De verdad la respiración es tan importante?

Sin duda, lo es. De hecho, juega un papel fundamental en la eficacia del método Pilates, el original y las escuelas posteriores. La forma y el momento en el que se realiza cada inspiración y espiración influye en los resultados del ejercicio. Y es que, la respiración, favorece la oxigenación de la sangre, permite que la mente se concentre en las tareas que estás realizando y ayuda a prevenir tensiones innecesarias en lugares como los hombros, la espalda y el cuello.

Además, gracias a la respiración contralada es posible reducir el estrés y mejorar la concentración. Una de las sensaciones más agradables del método es la relajación  que proporciona al acabar la clase. Una beneficio que se extiende favoreciendo el sueño y el descanso nocturno.

Equipos y accesorios de Stott Pilates

La mayoría de los accesorios que se utiliza en Stott Pilates se emplean también en el Pilates clásico. Estos son algunos de los más utilizados:

  • La silla de estabilidad.  Favorece el equilibrio de los músculos, al mismo tiempo que tonifica todo el cuerpo.
  • Los barriles. Son herramientas curvas que se colocan en el suelo y que pueden ayudar a desarrollar la estabilidad, la fuerza y ​​la resistencia de la musculatura del core.
  • El reformer. Es una cama con una plataforma que se desliza hacia adelante y hacia atrás gracias a unos raíles. Mediante la combinación de diferentes muelles se consiguen distintos niveles de resistencia. 

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