El yoga, más allá de ser una disciplina deportiva, es una filosofía del deporte. No consiste, únicamente, en fortalecer el cuerpo. También se centra en lograr el equilibrio mental y la estabilidad emocional. Por eso, empezar todos los días con una rutina de yoga puede hacer que tus días cambien radicalmente.

Comenzar el día con una rutina de yoga no solo ayuda a despertar el cuerpo, sino que también puede despejar la mente, llenando el cuerpo de energía. El yoga combina movimientos suaves, respiraciones profundas y estiramientos que mejoran la flexibilidad, la concentración y el estado de ánimo. Todo lo que necesitas para comenzar el día “con el pie derecho” y enfrentar la jornada con una actitud renovada y llena de vitalidad.

Rutina de yoga matutina

Antes de empezar con la rutina de yoga, te recomendamos que crees un ambiente relajante y cómodo en el que convertir estos ejercicios en una forma de autocuidado.

Elige ropa ligera y cómoda, que te permita moverte con libertad. Busca un espacio tranquilo, donde te puedas estirar sin interrupciones. Y, si lo prefieres, puedes acondicionar la habitación poniendo música relajante y luz suave, para que la experiencia sea más profunda y reparadora.

También te recomendamos utilizar una esterilla antideslizante, para poder hacer las posturas con mayor comodidad y seguridad.

¿Lo tienes todo? Entonces, comenzamos con la primera postura. Esta rutina no debería llevarte más de diez minutos y puedes realizarla independientemente de tu edad, tu forma física o tu experiencia con el mundo del yoga. Relájate, sigue los pasos, y disfruta.

Postura del niño (Balasana)

La primera postura de esta rutina revitalizadora es la del niño. Este asana ayuda a relajar la mente y el cuerpo, aliviando tensiones en la espalda y en los hombros. Es una excelente manera de conectar con tu respiración antes de comenzar el día.

Para realizarla, sigue estos pasos:

  • Siéntate sobre tus talones con las rodillas separadas al ancho de las caderas.
  • Inclínate hacia adelante, estirando los brazos hacia el frente o apoyándolos a los lados.
  • Apoya la frente en el suelo y respira profundamente durante 30 segundos o un minuto.

Postura del gato y la vaca (Marjayasana/Bitilasana)

Estas dos posturas unidas constituyen un movimiento clásico del yoga, muy eficaz para activar la columna vertebral, mejorar la flexibilidad y promover el flujo de energía a través del cuerpo. Es ideal para estirarse después de una noche de descanso.

Para hacerla, tienes que seguir estos pasos:

  • Colócate en posición de mesa, con las manos y las rodillas en el suelo.
  • Al inhalar, arquea la espalda (postura de la vaca), levantando el pecho y el coxis hacia el cielo.
  • Al exhalar, redondea la columna y mete la barbilla hacia el pecho (postura del gato).
  • Repite el ciclo entre 5 y 10 veces, coordinando el movimiento con tu respiración.

 

Perro boca abajo (Adho Mukha Svanasana)

Seguimos la rutina matutina con esta postura que estira y fortalece todo el cuerpo. Es especialmente efectiva para mejorar la circulación, dado que activa todos los músculos, y prepara al cuerpo para tener energía el resto del día.

Para hacer esta postura, sigue estos pasos:

  • Volvemos a la posición de mesa, con manos y rodillas en el suelo, para levantar las caderas hacia arriba y hacia atrás, formando una V invertida con el cuerpo.
  • Mantén los pies separados al ancho de las caderas y las manos firmemente apoyadas en el suelo.
  • Relaja la cabeza entre los brazos y mantén la postura entre 30 segundos y un minuto.

Saludo al sol (Suya Namaskar)

En esta rutina de yoga matutina no podía faltar esta postura, ideal para empezar el día con energía. Es una secuencia dinámica que activa todos los músculos del cuerpo y favorece el flujo sanguíneo, llenándote de vitalidad.

Para realizar esta postura, tan solo debes seguir estos pasos:

  • De pie, con las piernas juntas, inhala y eleva los brazos hacia el cielo.
  • Exhala y baja el torso hacia adelante, llevando las manos hacia el suelo.
  • Inhala y lleva una pierna hacia atrás en una estocada, manteniendo la otra pierna flexionada.
  • Exhala y lleva la otra pierna atrás, formando una plancha.
  • Baja rodillas, pecho y barbilla al suelo, y luego deslízate hacia adelante para entrar en la postura de la cobra (Bhujangasana).
  • Desde la cobra, levanta las caderas hacia arriba, volviendo a la postura del perro boca abajo que realizamos anteriormente.
  • Repite la secuencia dos o tres veces.

Postura de la montaña (Tadasana)

Acabamos esta rutina de yoga matutino con una postura que ayuda a corregir la postura, centrándola, y ayuda a cultivar la sensación de estabilidad y equilibrio que todos necesitamos para salir al mundo con ganas de darlo todo.

Para hacerla, debes seguir estos pasos:

  • Empezamos de pie, con las piernas juntas (o ligeramente separadas) e intentando distribuir el peso de forma uniforme entre una y otra.
  • Alarga la columna vertebral, levanta el pecho y relaja los hombros.
  • Mantén los brazos a los lados y eleva las manos hacia el cielo.
  • Permanece en la postura durante un minuto, respirando profundamente.