Hay algo en lo que todos podemos estar de acuerdo: es inevitable experimentar algo de estrés en el día a día. Por eso, encontrar formas de desconectar y recuperar el equilibrio mental y físico es una prioridad.

Las largas jornadas laborales, el tiempo frente a las pantallas y la falta de actividad física no solo afectan a nuestra energía, también tienen un grave impacto sobre nuestra salud. Lo curioso es que la solución no siempre pasa por cambios drásticos ni rutinas complicadas. A veces, basta con incluir un cambio sencillo para marcar la diferencia.

El balanceo de brazos es ese pequeño y transformador cambio que necesitas en tu vida. Es un ejercicio de la medicina tradicional china que, en apenas cinco minutos, promete aliviar la tensión acumulada, mejorar la circulación y aportar una gran calma. ¿Te animas a probarlo?

¿En qué consiste el balanceo de brazos?

El golpeteo de brazos o “Shuai Shou Gong” es una práctica de la medicina tradicional china que combina movimientos repetitivos y controlados con principios de energía vital o qi. Literalmente traducido como “ejercicio de balanceo de brazos”, esta técnica se basa en el movimiento fluido de los brazos y la sincronización del cuerpo para estimular los canales energéticos y mejorar la circulación sanguínea.

Ejercicio brazos
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El ejercicio se hizo muy popular por su simplicidad y eficacia. Se puede realizar en cualquier momento del día, ya sea al despertar para activar el cuerpo o al final de la jornada para liberar tensiones. Y lo mejor de todo: no necesitas equipo especial para probarlo.

El Shui Shou Gong, además, no está diseñado solo para trabajar el cuerpo, sino también para calmar la mente. Al combinar movimientos repetitivos con una respiración relajada, ayuda a liberar bloqueos energéticos y a promover un estado de tranquilidad intenso.

¿Cómo practicar el balanceo de brazos paso a paso?

Lo mejor de este ejercicio es lo sencillo que resulta, aunque hay algunos detalles que debes tener en cuenta para conseguir todos sus beneficios. Para ello, sigue estos pasos:  

  • Colócate de pie, con la espalda recta y los pies separados a la altura de los hombros.
  • Relaja los brazos a los lados del cuerpo y respira profundamente unas cuantas veces para prepararte.
  • Comienza moviendo los brazos hacia adelante, alcanzando aproximadamente la altura de los hombros. Luego, déjalos caer hacia atrás con un movimiento natural.
  • Mantén el movimiento fluido y relajado, permitiendo que el peso de los brazos haga el trabajo.
  • Una vez que tengas controlado el balanceo de brazos, incorpora flexiones suaves de rodillas.
  • Dobla ligeramente las rodillas cuando los brazos vayan hacia atrás y estíralas al volver hacia adelante. Este movimiento coordina el cuerpo entero y potencia el flujo de energía.
  • Repite el movimiento durante cinco minutos. Si te cuesta, puedes empezar con dos o tres minutos, e ir aumentando progresivamente.
  • Mientras realizar el ejercicio, respira de manera profunda y constante. Esto ayuda a relajar la mente y a maximizar los beneficios del movimiento.

Beneficios del balanceo de brazos

A diferencia de otros movimientos y técnicas milenarias, el Shuai Shou Gong cuenta con el respaldo de la ciencia, que ha probado sus beneficios. Neil Roberts, profesor e investigador de la Universidad de Edimburgo, asegura que “la secuencia suave y rítmica de movimientos del Shuai Shou Gong mejora la salud general y el bienestar”. Durante el estudio, se siguió a dos grupos de mujeres senior, y se observó que aquellas que lo practicaban podían mejorar su velocidad al caminar, su postura y su flexibilidad.

Ejercicios de brazos
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En base a esto, Roberts aseguraba que “la práctica de esta técnica puede proporcionar muchos beneficios para la población general. Puede contribuir a mantener la calidad de vida, una buena salud e incluso retrasar el envejecimiento en general.”

Pero ¿cuáles son todos estos beneficios de los que nos habla Roberts?

  • Reducción del estrés. Los movimientos repetitivos combinados con una respiración relajada ayudan a liberar la tensión acumulada y a calmar la mente.
  • Mejora la circulación sanguínea. Este ejercicio activa el flujo sanguíneo, ayudando a oxigenar los músculos y los órganos. Además, promueve la eliminación de toxinas a través del sistema linfático.
  • Fortalecimiento muscular. Al incorporar las flexiones de rodillas, trabajas los músculos de las caderas y los muslos, mejorando la fuerza y la estabilidad del tren inferior. 
  • Mejora la postura y la flexibilidad. La posición recta durante el ejercicio favorece una mejor alineación de la columna vertebral.
  • Equilibrio energético. Desde la perspectiva de la medicina tradicional china, este ejercicio desbloquea los canales de energía o “meridianos”, ayudando a restablecer el equipo interno del cuerpo.