¿Tu cabello no crece, solo lo hace hasta los hombros o el pecho, o las puntas se rompen? Las razones pueden ser genéticas, pero también puede deberse a las rutinas de cuidado.

A menudo, los errores se introducen en nuestros hábitos diarios sin que nos demos cuenta. Detalles a los que no prestamos atención pueden tener efectos a largo plazo. Te contamos cuáles pueden ser estos siete errores.

1. dejas que tu cabello se seque siempre al aire

¿Quién lo habría pensado? Tu cabello no crece porque lo dejas secar al aire en lugar de usar un secador de pelo. Suena loco, ya que siempre asociamos los secadores de pelo con calor, sequedad y estrés excesivo para el cabello.

Eso es cierto, pero provocarás daños similares en el largo de tu cabello si siempre eliges secarlo al aire. Cuando está mojado, el cabello es mucho más sensible que cuando está seco.

La fricción contra el cuerpo o la ropa ejerce una tensión innecesaria sobre ellos y puede provocar que se rompan más fácilmente.Si las puntas de tu cabello se rompen regularmente, esta podría ser una razón.

2. Duermes con el cabello húmedo

Lo mismo ocurre cuando se duerme con el cabello húmedo. Por un lado, la fricción sobre la almohada puede tensar el cabello. Por otra parte, la humedad y el calor son el caldo de cultivo ideal para gérmenes, bacterias y hongos, que luego se propagan rápidamente.

Acostarse constantemente con el cabello húmedo puede favorecer el acné fúngico y otros problemas del cuero cabelludo.

3. Maltratas tu cabello cuando está mojado

Ahora que sabes que el cabello mojado es más propenso a romperse, también debes saber cómo tratar el cabello húmedo.

En primer lugar, es especialmente importante no desenredar ni alisar el cabello con un peine o cepillo inmediatamente después de la ducha.

Cuando el cabello está mojado, la cutícula se abre fácilmente, haciéndolo más susceptible a romperse. Es mejor peinarlo antes de lavarlo o quitar con cuidado los nudos con los dedos.

4. No utilizas aceites para el cabello con regularidad

Aceite para el cabello

El aceite puede evitar que las puntas se abran.

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Otro error que cometen algunas mujeres con su melena consiste en no utilizar aceite capilar o usarlo de forma irregular. Por eso pueden desarrollarse rápidamente las puntas abiertas, ya que  pueden tener su origen en una falta de nutrientes. Para evitarlo, aplícate aceites y mascarillas para el cabello regularmente.

Solo una pequeña cantidad es suficiente, frótalo en tus manos y luego aplícalo en las puntas secas con los dedos. 

5. Las gomas para el pelo que utilizas no son las adecuadas

¿Sientes que tu cabello no crece? Entonces es muy posible que tus peinados o los elásticos que utilizas sean los motivos decisivos.

Las populares gomas para el pelo en espiral, o scrunchies, son especialmente suaves: cuanto más gruesa sea la goma para el pelo, más protección brindará.

Para garantizar que sean adecuadas tanto para una cola de caballo como para trenzas, puedes encontrar una variedad de formas, colores y tamaños en tiendas especializadas, perfumerías u online. Si prefieres las gomas para el pelo clásicas, asegúrate de elegir unas sin metal.

6. El corte de pelo regular hace maravillas

Cortar el cabello

Cortar las puntas regularmente puede ayudar a que la melena crezca más saludable y atractiva. 

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Por supuesto, el peluquero no hará que mágicamente te quede el pelo más largo si te lo cortas. Sin embargo, los cortes de pelo habituales favorecen que el cabello crezca saludable.  

Si cortas los extremos quebradizos y dañados, las hebras no se podrán dividir más y, por lo tanto, crecerán largas y saludables. El resultado es una melena más abundante y brillante.

7. La belleza viene de dentro

La cosmética está muy bien, pero la nutrición es siempre importante. Así como el entrenamiento físico no funciona al cien por cien sin una nutrición específica, el crecimiento del cabello tampoco funciona sin una alimentación sana y equilibrada.

Tu cabello no crecerá o crecerá débilmente si no asimilas suficientes nutrientes y oligoelementos. Estos incluyen vitaminas, minerales y grasas. Las frutas y verduras, los frutos secos, los cereales integrales, las legumbres y el marisco son fuentes especialmente buenas de micronutrientes beneficiosos para el cabello.