La autoestima es algo esencial para llevar una vida plena y feliz. Sin embargo, la vida actual, hiperconectada y con una gran sobreexposición en las redes sociales, a menudo la pone a prueba.

La aparición de las redes sociales ha tenido, sin duda, muchas ventajas: ha fomentado la interacción social y la comunicación, ha dado voz a muchas personas que antes no la tenían, ha permitido a muchos opinar sin miedo… Sin embargo, el anonimato que proporciona a menudo lleva a opinar sin filtros y sin pensar en que lo que se dice pueda dañar o afectar al otro.

La presión de las redes sociales no solo afecta a los niños o adolescentes (aunque, sin duda, son ellos los que más la sienten), también para los adultos es todo un reto. En las últimas semanas se han vuelto a viralizar unas declaraciones de Julia Roberts que ponen de manifiesto el daño que pueden hacer las redes en la autoestima y qué podemos hacer para evitarlo.

"Tengo 50 años y aquello me hirió”

Corría el año 2018 cuando la sobrina de Julia Roberts, la también actriz Emma Roberts, publicó en su Instagram una bonita foto de las dos jugando desenfadadamente a cartas una mañana de fin de semana.

De repente, se multiplicaron los comentarios desagradables en el post de gente que, como la actriz explicó una entrevista, “se sintieron absolutamente obligadas a hablar sobre lo terrible que me veía en la foto, que no estoy envejeciendo bien, que parezco un hombre, que por qué publicaba una foto como esta cuando estoy tan horrible”.

Me sorprendió lo que eso me hizo sentir”, explicaba Julia Roberts. “Soy una mujer de 50 años y sé quién soy, pero aun así me hirieron los sentimientos. Me entristeció que la gente no pudiera ver el sentido, la dulzura, la alegría absoluta y brillante de esa foto. Pensé: "¿Y si tuviera 15 años?"

Aquella experiencia llevó a Julia Roberts a cerrar los comentarios en sus publicaciones (solo pueden comentar las 55 personas a las que ella sigue) y, a día de hoy, 6 años después, siguen cerrados.

Impacto de las redes sociales en la autoestima

La autoestima tiene que ver con nuestra concepción sobre nosotros mismos y el valor que nos damos. Influye en nuestro bienestar y puede afectar a muchos ámbitos de nuestra vida, desde el desempeño académico y laboral hasta nuestra confianza o resistencia frente al estrés. Una baja autoestima, de hecho, se asocia a la depresión, la ansiedad, el estrés, el abuso de sustancias y los problemas de comportamiento.

Julia Roberts se preguntaba qué le hubiera sucedido si hubiera recibido todo este odio en redes a los 15 años, y es bien cierto que en esta etapa de maduración somos más susceptibles a las opiniones del entorno.

En este sentido, el psicólogo social Jonathan Haidt, autor del libro La generación ansiosa (Deusto), alerta que debería haber un mayor control sobre el uso que hacen los menores de los smartphones y el tiempo que pasan en las redes sociales. Para él, la edad mínima para que los menores puedan crear cuentas en redes sociales y compartir datos personales sin consentimiento ni conocimiento de sus padres debería ser, como mínimo, los 16, no los 13 como es habitual.

Pero más allá de los menores, la presión de las redes sociales puede afectar a personas de cualquier edad, como ejemplifica el caso de Julia Roberts.

Y no solo son los comentarios de los demás lo que puede afectar a nuestra autoestima, también la tendencia a compararnos. Tal como explica la psicóloga Raquel Tomé, “vivimos en un contexto cultural que nos empuja de manera constante a compararnos los unos con los otros tanto en nuestra imagen corporal como en nuestra manera de vivir y no es nada sencillo sortear caer en su tupida red”.

El hábito para disfrutar más del verano

Más allá de cerrar los comentarios en las redes sociales, como hizo Julia Roberts, hay otra medida que pueden ayudarte a mejorar tu autoestima y disfrutar más del verano, de acuerdo con los expertos: los descansos de redes.

Un estudio de 2022 llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Bath, en el Reino Unido, comprobó que con solo una semana de descanso de las redes sociales (Facebook, Instagram, Twitter y TikTok) se observan mejoras significativas en el bienestar, la depresión y la ansiedad de los adultos (la investigación se hizo en personas de entre 18 y 72 años).

Muchos de los participantes informaron efectos positivos al estar fuera de las redes sociales con un mejor estado de ánimo y menos ansiedad en general. Esto sugiere que incluso un pequeño descanso de las redes puede tener un impacto.", explica el psicólogo Jeffrey Lambert, autor principal del estudio.

Esto no tiene por qué significar el cierre completo de las redes, pero limitar su uso a momentos muy concretos del día y durante muy poco tiempo. En el artículo "9 consejos para desintoxicarse del móvil" te damos las claves para un detox digital que te ayudará a recuperar una relación sana con la tecnología y las redes sociales.