El membrillo es una fruta de aspecto rústico que necesita ser cocinado para convertirse en una delicia que todos quieren degustar. Además, es muy saludable. Ahora bien, ¿pero cómo se prepara el membrillo? Eso es lo que te vamos a explicar para que lleves el sabor del otoño directamente a tu mesa.
Cómo hacer tu propia mermelada de membrillo
Con esta sencilla receta podrás captar el aroma agridulce del membrillo y conservarlo durante mucho tiempo.
Ingredientes:
- 1 kg de membrillos
- 500 g de azúcar de mermelada (con pectina de cítricos)
- Zumo de un limón
- 1 rama de canela
Elaboración:
- Lava el membrillo y sécalo bien con un paño para quitar la pelusa de la cáscara.
- Retira el corazón, corta el membrillo en dados pequeños y colócalo en una olla grande.
- Agrega el zumo de limón y la ramita de canela. Llena con el agua suficiente para cubrirlo todo. Cocina durante unos 25 a 30 minutos, hasta que los membrillos estén tiernos (dependiendo del tamaño de los dados).
- Retira la ramita de canela y tritura los cubos finamente con una batidora de mano. Opcionalmente, también puedes colar el puré por un colador si prefieres una mermelada fina y sin grumos.
- Lleva el puré a ebullición sin dejar de remover, añade el azúcar de mermelada y deja que todo hierva a fuego lento durante otros tres minutos sin dejar de remover.
- Vierte inmediatamente la mermelada de membrillo aún y caliente en frascos esterilizados y ciérralos bien.
- Una vez que hayas guardado la mermelada de membrillo en frascos y se ha enfriado por completo, puedes guardarla en un lugar fresco y oscuro.
Esta mermelada se puede conservar perfectamente durante varios meses si se ha mantenido bien la esterilización.
Chutney de membrillos con manzana
Si te sobran membrillos, te ofrecemos otra receta para aprovecharlos añadiendo un toque picante para los que disfrutan de la mezcla de sabores.
Ingredientes:
- 500 g de membrillos
- 500 g de manzanas
- 130 g de azúcar o una alternativa dulce
- 150 ml de zumo de manzana
- 100 ml de vinagre de manzana
- 3 chalotas
- 2 trozos de jengibre del tamaño de un pulgar
- 2 chiles pequeños
- ½ cucharadita de sal
- 1 anís estrellado
- 1 rama de canela
Elaboración:
- Frota bien los membrillos antes de prepararlos. El membrillo tiene una pelusa de sabor amargo que hay que eliminar para que al trabajar con la fruta no se te pegue a los dedos.
- Retira la piel y el corazón de los membrillos. Las manzanas solo debes descorazonarlas. Corta los dos tipos de fruta en dados pequeños.
- Mezcla los dados de fruta con el azúcar y la sal. Déjalos reposar durante una hora para que salga el jugo.
- Quita las semillas del chile, pela las chalotas y el jengibre, y córtalo todo en trozos pequeños y añádelos a la fruta.
- En una olla, coloca la fruta, el zumo de manzana, el vinagre de manzana, las especias y los demás ingredientes. Cocina a fuego lento durante unos 30 minutos hasta que se forme una mezcla espesa.
- Retira las ramas de canela y el anís estrellado y el chutney de membrillo estará listo. Para almacenarlo, coloca la mezcla aún caliente en frascos esterilizados con tapa de rosca, ciérralos y déjalos enfriar.
El chutney se puede conservar en el recipiente cerrado durante varios meses. Una vez abierto, es mejor conservarlo en el frigorífico y consumirlo en el plazo de una semana.
Propiedades nutricionales del membrillo
Te interesará preparar algunas de estas recetas si conoces mejor las propiedades nutricionales del membrillo. Es una fruta muy rica en fibra, vitaminas y antioxidantes, lo que lo convierte en una excelente opción para incorporar en una dieta equilibrada.
Solo aporta 60 calorías por cada 100 g, por lo que es ideal para las personas que buscan perder peso o mantener una dieta baja en calorías.
La fibra dietética que aporta mejora la digestión, previene el estreñimiento y alimenta la microbiota, que es clave para la salud intestinal y general. Asimismo, es rico en potasio, magnesio y cobre.