Schema: Receta

 

 

Los vegetales nos brindan un mundo de posibilidades a nivel gastronómico. Son la base de la dieta mediterránea y aportan variedad, sabor, color y nutrientes que aúnan el disfrute en la mesa y el potenciar la salud. Se pueden preparar de muchas formas, y los pasteles salados son una opción tan espectacular que desmontan de un plumazo la creencia de que la verdura siempre es aburrida.

Aquí te proponemos varios pasteles salados que tienen como protagonista a una hortaliza de verano muy popular, la berenjena, pero para la que a menudo nos faltan ideas para sacarle todo el partido que puede dar. Uno de esos pasteles de berenjena es especialmente rico en proteínas, lo que lo convierte en un plato ideal para hacer una comida o cena completa. Es un pastel de berenjena sin pasta: solo con la berenjena, verduras, la proteína y el queso. Todo un festín para el paladar que sorprenderá a todos los comensales.

También te contaremos cómo hacer otros pasteles de berenjena: uno con rataouille y unos bonitos pastelitos en espiral con berenjena y remolacha que quedan muy festivos. Después encontrarás algunos consejos para que tus pasteles de verduras te queden espectaculares y puedas hacer tus variaciones a partir de estas recetas.

Todos estos pasteles salados tienen en común, además, que no llevan gluten, por lo que son aptos para las personas celiacas.

pastel berenjena

pastel berenjena

Pastel de berenjena sin pasta rico en proteína

Este pastel de berenjena es 100% vegetal, aunque si prefieres también puedes prepararlo con queso emmental. Aunque las berenjenas son las protagonistas, incluye muchas otras verduras de la huerta. Lleva, además, proteína vegetal texturizada, una alternativa a la carne que queda muy bien en este tipo de pasteles salados. También lo enriquecen con proteínas la leche de soja y la harina de trigo sarraceno con la que haremos la bechamel.

INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS

  • 5 berenjenas
  • 500 g de espinacas
  • 3 patatas gruesas
  • 2 dientes de ajo
  • 1 cebolla gruesa
  • 3 tomates
  • 4 zanahorias
  • 250 g de proteína vegetal picada (soja texturizada u otra proteína texturizada))
  • 200 g de queso vegano
  • 100 g de harina de arroz
  • 50 g de harina de trigo sarraceno
  • 700 ml leche de soja
  • sal y aceite de oliva
  • orégano seco
  • nuez moscada

PREPARACIÓN (50 minutos):

  1. Con una mandolina, crea láminas de 4 de las berenjenas y las patatas y escáldalas en una olla con agua y una pizca de sal. Escúrrelas y resérvalas.
  2. Pela y pica los ajos y la cebolla y saltéalos junto con la berenjena cortada en cubitos y las espinacas.
  3. Pica los tomates, ralla las zanahorias y sofríelos con aceite, orégano y sal; añade la proteína vegetal y cocínala a fuego medio hasta que quede dorada.
  4. En una olla de fondo ancho, tuesta un poco las harinas junto con un chorro de aceite, la nuez moscada y sal y ve incorporando la bebida de soja hasta obtener una bechamel.
  5. Pinta con aceite una bandeja de horno y crea una base con las patatas y la berenjena escaldadas. Añade una fina capa de bechamel y extiende la proteína vegetal.
  6. Tapa la proteína con otra capa de masa de vegetales con la patata y la berenjena, y repite el proceso de añadir bechamel y espinacas salteadas.
  7. Crea una tercera capa cubriendo las espinacas y presiónala con cuidado para eliminar bolsas de aire.
  8. Cúbrela con la bechamel y espolvorea queso vegano. Hornéalo a 190ºC durante 25-30 minutos.
  9. Para servir, corta en cuadrados al estilo lasaña y decora con los cherris salteados y orégano.
pastel salado rataouille

Pastel de ratatouille multicolor

INGREDIENTES PARA 4 PERSONAS

  • 3 tomates pera
  • 1 calabacín verde
  • 1 calabacín blanco
  • 1 berenjena negra

Para la base:

  • 1 berenjena
  • 2 pimientos rojos
  • 1 pimiento verde grueso
  • 3 tomates maduros
  • 2 cebollas
  • 6 dientes de ajo
  • sal y pimienta
  • tomillo
  • romero
  • aceite de oliva virgen extra

PREPARACIÓN (3 horas):

  1. Lava todas las hortalizas con el cepillo de verduras y sécalas con papel.
  2. Hornea los pimientos junto con una berenjena y una cebolla a 180 ºC durante unos tres cuartos de hora aproximadamente. Una vez estén hechos, pélalos y córtalos en cubitos pequeños.
  3. Corta una cebolla en medialunas y póchala en una sartén con abundante aceite de oliva virgen extra junto con los tres tomates maduros, previamente triturados, y los seis dientes de ajo cortados en láminas finas.
  4. Una vez se haya evaporado casi por completo el jugo del tomate, incorpora las verduras horneadas y las especias.
  5. Corta en láminas de medio centímetro los tomates pera, los calabacines blanco y verde y la berenjena negra. Es importante procurar que el diámetro de los tres vegetales sea parecido.
  6. En una fuente o bandeja circular para horno, extiende la salsa de vegetales en la base y ve colocando las láminas de tomate, de calabacines verde y blanco y de berenjena negra siguiendo la forma de una espiral y alternando los diferentes colores.
  7. Espolvorea un poco más de romero y tomillo frescos por encima y coloca la bandeja en el horno a unos 150 ºC durante unas dos horas.
pasteles salados espiral

pastelitos de berenjena y remolacha en espiral

INGREDIENTES PARA 8 unidades

  • 1 berenjena
  • 2 remolachas frescas
  • 1 calabacín
  • 3 patatas gruesas
  • 1 calabaza cacahuete
  • 80 g de harina de garbanzos
  • 250 ml de bebida de soja sin azúcar
  • tomillo fresco
  • aceite de oliva
  • sal marina

PREPARACIÓN (60 minutos):

  1. Pela las patatas, la calabaza y las remolachas. Con una mandolina, crea finas láminas de todos los vegetales, incluyendo la berenjena y el calabacín.
  2. Pinta con aceite el fondo y los laterales de un molde de magdalenas para horno y crea formas de «canasta» con parte de las láminas de patata. Para que puedas desmoldarlo mejor, añade un recorte circular de papel de horno en el fondo de cada molde.
  3. En una tabla de cortar, une las láminas de los cinco vegetales creando una línea intercalando los colores. Enróllala con mucho cuidado en forma de espiral y colócala sobre la patata en los moldes.
  4. Bate la harina de garbanzos junto con la leche de soja y una pizca de sal e incorpora la masa semilíquida a cada espiral con cuidado. Es importante no cubrir los vegetales para que se aprecie la combinación de colores.
  5. Espolvorea trocitos de tomillo y ponlo en el horno a 180 °C durante unos 30-35 minutos o hasta que los vegetales estén hechos. La masa de garbanzos y leche ayuda a amalgamarlos.
  6. Desmóldalo con cuidado, retira el papel de horno de la base y, en el momento de servir, añade un chorrito de aceite de oliva virgen extra en crudo y unas escamas de sal. Para decorar, puedes añadir más tomillo fresco.

Claves para Hacer pasteles de vegetales deliciosos

  • Combina las berenjenas con otras hortalizas. La diversidad es un valor en la cocina con vegetales. Podemos disfrutar de pimientos, calabacines, tomates, patatas... de variedades bien distintas. Además, cada variedad suma un color distinto, como los pimientos verdes, rojos o amarillos.
  • Arco iris en el plato. Si combinas muchas hortalizas tendrás más posibilidades de cumplir esta recomendación. La combinación de colores es esencial en los pasteles, tartas y tartaletas a base de vegetales. Une los verdes del calabacín a los colores azulados y morados oscuros de la berenjena, los rojos del tomate o la remolacha, y los naranjas y amarillos de la calabaza o la patata. Las combinaciones son infinitas, en sabores y colores. Se trata de dar rienda suelta a tu creatividad.
  • Utiliza las patatas adecuadas y aprovecha su poder amalgamador. En el caso de las patatas, para hacer un pastel de verduras, nos decantaremos por una variedad como la Monalisa, que desprende bastante almidón durante la cocción y, por consiguiente, ayuda a amalgamar de forma más homogénea todo el resto de ingredientes vegetales. Si las cocinas y las dejas enfriar, aumenta la proporción de almidón resistente, que contribuye a cuidar de la microbiota.
  • Prepáralos con antelación y tenlos listos para comer. Los pasteles y tartas vegetales se pueden elaborar y tenerlos listos para tomar en otro momento, incluso al día siguiente. Es una forma de disponer siempre de platos sanos al llegar a casa.