La berenjena es una hortaliza imprescindible en la cocina de toda la región mediterránea, presente en muchos platos de Oriente Medio y especialmente en la cultura gastronómica de la India, de donde es originaria. Su carne suave absorbe muy bien los sabores, especialmente si se cocina a fuego lento y en cocciones largas, y combina de maravilla con otras hortalizas con las que coincide en la huerta cuando está en temporada.
Conocer algunos trucos y consejos a la hora de cocinarla puede ayudar a sacarle mucho más partido. Aquí te contaremos todo lo que necesitas saber para cocinarla con gracia e incluirla en diferentes tipos de recetas. También te daremos recetas de berenjena deliciosas y saludables muy variadas, para que amplíes tus opciones a la hora de prepararla.
Elige bien las berenjenas
Quizás solo piensas en comprar algo más o menos maduro cuando seleccionas la fruta u hortalizas como el tomate o el pepino, pero otras hortalizas en apariencia menos variables también tienen su punto óptimo de madurez en el que debemos fijarnos. La berenjena es una de ellas.
Elije berenjenas de talla mediana, pero pesadas y de textura firme con la piel lisa y brillante. Para saber si están en su punto óptimo, se hace una ligera presión sobre la berenjena con los dedos y si éstos dejan huella se considera madura para cocinarla.
Conviene descartar las berenjenas excesivamente maduras pues su sabor se vuelve picante. Se distinguen porque su piel se torna mate y arrugada y tienen un abultamiento en la base del cáliz. También las de tamaño excesivo, pues suelen ser secas y llenas de semillas.
Puedes conservarlas entre 5 y 6 días en la parte baja de la nevera. No las envuelvas en film transparente, pues impide su transpiración.
Con qué alimentos combina mejor la berenjena
La pulpa de esta hortaliza es excelente para preparar cremas y purés. Una receta clásica es el mutabal, llamado también Baba ghanoush, que consiste en un puré de berenjenas asadas muy consumido en el Líbano en forma de meze (palabra usada en Oriente Medio para describir a los entremeses o las tapas).
Combina bien con el aceite de oliva y las aceitunas, así como con el tomate, el calabacín y el ajo (samfaina) y el pimiento o la cebolla (pisto manchego).
Los platos de berenjena se complementan muy bien con todo tipo de quesos, especialmente el de cabra, los de oveja, tipo feta o la mozzarella, incluso con quesos vegetales, y otros productos lácteos como el yogur.
Para condimentarla nada mejor que las hierbas de la cuenca mediterránea, como el tomillo, el orégano, la albahaca, la mejorana y el comino.
Si se cocina pelada resultará más digerible, pero la piel aporta color y sobre todo sabor, por lo que es aconsejable cocinarla con piel.
Las variedades alargadas como la long purple o la serpentinum suelen tener la pulpa más densa por lo que son más apropiadas para freír, mientras que las variedades más gruesas como la black enorma se utilizan preferiblemente para la mousaka griega o cremas, ya que resultan más jugosas.
qué métodos de cocción le sientan mejor
Como la berenjena contiene muy pocas calorías es excelente para dietas ligeras, siempre y cuando no se fría, pues tiene el inconveniente de absorber mucho aceite, lo que aumenta considerablemente su valor energético.
A pesar de que la cocción en agua abundante no le conviene, pues su pulpa se ablanda y se deshacen, sí que es posible cocinarla al vapor, siendo esta una de las formas más saludables de prepararla.
También se puede cocinar asada en el horno, al grill o en la parrilla, o también guisada con un fondo generoso de cebollas.
- TRUCO PARA QUE CHUPEN MENOS ACEITE: Un método para conseguir que la berenjena absorba menos aceite consiste en bañarlas en clara de huevo batido justo antes de freírlas.
Cómo evitar que amarguen
Debido a que algunas berenjenas, especialmente las grandes o de final de temporada, pueden contener jugos amargos, es mejor extraerlos antes de cocinarlas. Para esto puedes utilizar este truco:
- Se cortan en rodajas o rebanadas y se espolvorean con sal gorda, dejándolas así en un colador durante 30 minutos aproximadamente.
- Pasado ese tiempo, se lavan con agua abundante y se secan con papel absorbente, procurando cocinarlas inmediatamente después.
De esta manera además de extraer los jugos amargos se contrae su carne evitando que absorba tanto aceite al freírlas.
Otro método consiste en agregarles un poco de zumo de limón en lugar de salarlas.
6 recetas de berenjena fáciles y deliciosas