Schema: Receta

 

 

Jugosas, aromáticas y repletas de vitaminas y minerales, así son las ciruelas, una de las frutas estrella del final de la primavera y el verano. Hay varios tipos diferentes (¡más de 200 variedades!): las amarillas, algo más ácidas; las rojas, dulces; las verdes (claudias), más pequeñas y aromáticas…

Todas ellas puedes usarlas para elaborar deliciosas mermeladas que te permitirán disfrutar de las ciruelas durante todo el año.

 

Cómo hacer mermelada de ciruela

Aquí te contamos cómo hacer mermelada de ciruela de tres maneras diferentes: una receta de mermelada de ciruela casera al estilo tradicional, una receta de mermelada de ciruela sin azúcar y, finalmente, una riquísima receta de mermelada de ciruelas claudias con manzana. Verás que no tiene ninguna complicación.

Receta 1: Mermelada de ciruela casera tradicional

Preparar la mermelada de ciruela clásica es algo bastante sencillo. Usa el tipo de ciruela que más te guste y sigue estos pasos:

Ingredientes:

  • 1 kg de ciruelas maduras (pesadas sin hueso ni piel)
  • El zumo de un limón
  • 600 g de azúcar

Preparación:

  1. Pela las ciruelas, quítales el hueso y pártelas en trozos pequeños. 
  2. Pon las ciruelas, el azúcar y el zumo de limón en un cazo de fondo grueso, mézclalo todo bien y déjalo reposar aproximadamente una hora y media para que la ciruela vaya soltando sus jugos.
  3. Pon la cazuela en el fuego y cocínalo a fuego fuerte, removiéndolo todo el rato, hasta que rompa a hervir. Entonces, baja el fuego al mínimo y deja que se cocine durante unos 20-25 minutos, removiendo de vez en cuando para que no se pegue.
  4. Con una espumadera, ve quitando la espuma que queda en la superficie. 
  5. La mermelada estará lista cuando veas que se forman burbujas grandes. Para comprobarlo si tiene la textura adecuada y puedes apagar el fuego, haz la prueba del plato: pon una cucharada de la mermelada en un plato, ponlo unos minutos en la nevera y, a continuación, haz una línea en medio con una cuchara, si el plato queda limpio, está lista.
  6. Guarda la mermelada que quieras conservar para más adelante en tarros esterilizados y séllalos al vacío.

Receta 2: Mermelada de ciruela sin azúcar

La mermelada, como has visto en la receta anterior, lleva gran cantidad de azúcar y conviene tomarla con moderación.

Si quieres, también puedes hacer una versión más ligera y saludable sustituyendo el azúcar por otros tipos de endulzantes más naturales como los dátiles (u otros tipos de frutas desecadas), el sirope de ágave, el sirope de arce, azúcares sin refinar como azúcar de coco, panela o estevia.

Como el azúcar sirve también como espesante, puede ser necesario añadir una cucharadita de agar-agar en polvo u otro tipo de espesante para conseguir la textura deseada.

Receta 3: Mermelada de ciruelas Claudias y manzana

Puedes modificar la receta de mermelada de ciruelas y versionarla a tu gusto, añadiendo otras frutas o especias diversas. Con ciruelas claudias y manzana, por ejemplo, tienes una deliciosa opción que puede servirte de inspiración.

Ingredientes:

  • 600 g de ciruelas claudias (pesadas peladas y sin hueso)
  • 400 g de manzanas golden (peladas y sin hueso)
  • El zumo de un limón
  • Sirope de ágave, al gusto
  • 1 cucharadita de canela en polvo
  • 1 cucharadita rasa de agar-agar en polvo 

Preparación:

  1. Lava, pela y deshuesa la fruta, y córtala en trozos pequeños.
  2. Pon la fruta en un cazo con la base gruesa, añade el zumo de limón, el sirope de ágave y el agar-agar y déjalo reposar una hora y media aproximadamente.
  3. A continuación, pon el cazo al fuego y cocínalo durante unos 20-30 minutos, removiéndolo de vez en cuando para que no se pegue.
  4. Prueba el sabor y, si lo deseas, añádele algo más de sirope de ágave y cocínalo durante un par de minutos más.
  5. Haz la prueba del plato para comprobar que la textura de la mermelada es la correcta y, si es así, apaga el fuego.
  6. Si quieres que tenga una textura fina, tritúralo con la batidora.  
  7. La mermelada que no vayas a consumir en los próximos días, ponla en tarros esterilizados y séllala al vacío para conservarla por más tiempo (hasta un año).