La meditación tiene el don de ayudarnos a relajar la mente y el cuerpo, haciéndonos sentir en harmonía y paz. Sin embargo, cuando empezamos a meditar puede resultar difícil e incluso desesperante tener que estar quietos y a solas con nuestra respiración.
Por ese motivo, te proponemos una meditación con cuento. Las visualizaciones de la práctica te guiarán por una historia mágica y maravillosa que te permitirán adentrarte en la meditación teniendo que hacer mucho menos esfuerzo.
Para practicar esta meditación tienes que hacer tu ritual habitual: auriculares, ropa cómoda, luz tenue y habitación tranquila. No obstante, reserva un espacio mental para la sorpresa y la fascinación, puesto que meditar con cuento es una experiencia muy diferente.
Si deseas que miembros de tu familia empiecen a meditar, pero no los ves convencidos, este ejercicio podría ser un buen inicio. Es apto para todas las edades a partir de ocho años y seguro que les deja un buen sabor de boca para continuar investigando sobre la práctica meditativa. En esta meditación, unimos los beneficios de la práctica meditativa con los beneficios de contar cuentos.
Escucha la meditación guiada con cuento de Vilma Montoliu:
Los beneficios de los cuentos
Contar cuentos tiene muchos beneficios. A diferencia de lo que se podría pensar, no es una actividad exclusiva de la infancia. Los adultos también pueden disfrutar de las bondades de los cuentos:
- Fortalecen el vínculo entre las personas.
- Permiten transmitir mensajes positivos y moralejas.
- Estimulan la imaginación, la creatividad y el saber estar en el presente.
- Te ayudan a sentirte acompañado en momentos difíciles o de soledad.
- Contribuyen a la mejora de las rutinas y del descanso.
- Mejoran la memoria y la autoestima.
Si unimos estas propiedades a las de la meditación, conseguimos un super ejercicio lleno de beneficios neurológicos y para la mejora del estado de ánimo.
Muchas veces cuando crecemos dejamos de llevar a cabo actividades que nos surgían de forma muy natural durante la infancia: dibujar, bailar, cantar, disfrutar de los cuentos, escribir, etc. Los niños suelen ser muy creativos de forma natural, sin embargo, con los años corremos el riesgo de volvernos grises.
“Un adulto creativo es un niño que ha sobrevivido” es una frase célebre, muy ilustrativa para el tema que estamos tratando. La dijo Ursula Le Guin, autora estadounidense de novelas fantásticas. Hoy la rescatamos porque con esta meditación con cuento buscamos estimular la creatividad de todo el mundo que se lo proponga.
Cómo disfrutar de esta meditación guiada con cuento
Puedes hacer esta meditación en cualquier momento del día. Aunque te la recomiendo especialmente antes de ir a dormir o antes de llevar a cabo cualquier actividad creativa. También puedes hacer esta meditación cuando necesites escuchar y calmar a tu niño interior. Si te han dado un disgusto o una noticia que no esperabas, practica la meditación con cuento.
- Mejor haz esta meditación sentado en una silla con la espalda erguida, pero sin tensión. Así seguro que no te duermes y seguirás estando cómodo.
- Si te apetece, puede resultarte gratificante hacer la meditación con auriculares. Sentirás el sonido más envolvente y podrás aislarte mejor del exterior.
- Si durante la meditación necesitas moverte, adelante. Si estás incómodo, por favor, recolócate en una postura más cómoda con movimientos suaves.
- Si puedes, descárgate toda la meditación y luego pon tu dispositivo en modo avión.
- Ponte algún aceite esencial en el difusor o algún incienso. Para la creatividad te recomiendo, por ejemplo, el jazmín o la lavanda, porque calmarán tu sistema nervioso y podrás conectar más fácilmente con tus emociones.
Después de practicar la meditación con cuento
Regálate la oportunidad de meditar de forma diferente y ábrete a las nuevas sensaciones que esta práctica puede brindarte.
Al terminar con la meditación guiada, prueba de llevar a cabo alguna actividad creativa, por ejemplo, ¿por qué no intentas escribir un haiku sobre la experiencia que acabas de vivir? Un haiku es un tipo de poesía japonesa que consiste en un poema breve de diecisiete sílabas que pretende plasmar de forma muy cortita un paisaje o una sensación concreta. También, podrías pintar un mandala, hacer alguna fotografía creativa, cocinar algo rico o ponerte a cantar o bailar tu canción favorita.
Regálate un momento de expresión para sentirte más feliz y pleno gracias a la unión de la meditación y la creatividad. Las cosas no tienen que ser bonitas para ser artísticas, el arte está dentro de ti y puedes activarlo cuando te olvidas del resultado final y te centras únicamente en disfrutar del proceso.
Recuerda preguntarte cada día: ¿cómo me voy a expresar hoy? Y déjate llevar y sorprender por los caminos misteriosos de la creatividad. ¡Eres un artista! No lo olvides jamás.