Mi momento favorito para introducir a los niños en la meditación es el de antes de dormir. Si la meditación va formando parte de su rutina al acostarse, podrán experimentar en carne propia sus beneficios y, además, cada vez les entrarán más ganas de meditar. Los niños dormirán mejory, si tienen fobias nocturnas, encontrarán un espacio en el que refugiarse y encontrarse a gusto.
Los niños son los mejores meditadores que pueda haber. Puede parecer difícil que los niños mediten porque tienen mucha energía como para estarse quietos, pero si les das una oportunidad, verás cómo son ellos los que te enseñarán a meditar a ti.
¿Los niños pueden meditar?
Cuando somos pequeños, nuestra capacidad para vivir el presente todavía no ha desaparecido. Los niños no tienen pasado y el futuro no suele preocuparles en exceso. De esta manera, cuando están jugando, aprendiendo o disfrutando, lo hacen sin pensar en nada más. Y, por lo tanto, cuando se ponen a meditar, tienen muchas menos interferencias mentales que las que podríamos tener los adultos.
Además, su capacidad imaginativa y espiritual permanece intacta. Con eso quiero decir que se mantienen más abiertos a vivir cualquier experiencia nueva y difícilmente tendrán prejuicios sobre la meditación.
Para que los niños mediten es importante integrar con total naturalidad la meditación en casa. La meditación es un hábito como cualquier otro. Si quieres que tus hijos, sobrinos o nietos lean, tienen que ver libros en casa y te tienen que ver leer. De esta manera, el amor por las letras surgirá de manera natural en algún momento u otro de sus vidas. Con la meditación pasa exactamente igual. Habla del tema con total naturalidad y practica la meditación con ellos.
¿Qué quiero decir con esto? ¡Muy sencillo! Que os tumbéis, cogidos de la mano y os pongáis la meditación guiada para hacerla juntos. Así es como conseguirás que les guste meditar porque lo relacionaran con un momento de atención, amor y paz. Los hijos solo quieren el amor y la atención de los padres. Todos somos hijos y todos sabemos que esto es así. La meditación es la mejor herramienta para transmitir esa conexión y esos valores mientras forjas un hábito que les será de gran ayuda a lo largo de toda su vida.
Meditación guiada para dormir niños
Para hacer esta meditación guiada con niños hay que explicarles que la meditación es como estar en un cuento, pero cuyos protagonistas son ellos. Antes de meditar, se les tiene que explicar que hay que tener los ojitos cerrados e intentar que el cuerpo esté quieto. Aunque si ves que se mueven, no pasa nada. Con frecuencia los niños necesitan moverse durante la meditación: eso está bien. Tú como adulto no pierdas la paciencia y permite que cada niño encuentre su modo particular de practicar la meditación.
Y recuerda, la meditación no es una obligación. Es un momento de pasarlo bien. Si un día prefieren hacer otra cosa, que lo hagan. Así volverán a la meditación con más ganas e ilusión. La meditación no se debe imponer. Debe seducir.
- Es posible que con esta meditación se queden dormidos. Eso está muy bien. Pero intenta, al día siguiente, preguntarles qué les pareció y cómo se sintieron. Seguro que estas conversaciones sobre la experiencia de meditar también te ayudan a conocer mejor a tus hijos.
- Antes de meditar, explícale lo que te vengo explicando en este artículo. Es muy importante que el niño entienda lo que vamos a hacer. Explícaselo de forma divertida y con entusiasmo recalcando lo bien que se encontrará y lo mucho que le quieres. Derrocha amor.
- Te recomiendo que hagáis esta meditación juntos y justo antes de que se vaya a dormir, tumbados y cogidos de la mano. Y ya con los dientes limpios y el pijama puesto para que sea lo último que haga en el día.
- Si puedes, descárgate toda la meditación y luego pon tu dispositivo en modo avión. De esta forma, si te quedas dormido durante la meditación, no tendrás de qué preocuparte.
- Podrías crear un ambiente divertido en la habitación para que al niño le apetezca todavía más meditar: taparle con una manta especial para meditar, poner una lucecita bonita que cree un ambiente mágico en el cuarto... No abandones la magia. Permite que a través de la infancia y de la meditación la magia vuelva a conquistarte. En esos momentos los adultos aprendemos de los niños.
- Si durante la meditación necesitas moverte, adelante. Si estás incómodo, por favor, recolócate en una postura más cómoda con movimientos suaves.
- Ponte algún aceite esencial en el difusor o algún incienso. Para el descanso te recomiendo aceites esenciales de lavanda o mandarina. La lavanda te ayudará a relajarte y a dormir. La mandarina te ayudará con la tensión acumulada a lo largo del día.
Permitiros relajar vuestro cuerpo, vuestra mente y vuestra alma para soñar algo bonito. ¡Muy buenas noches!